La infección por VRS en mayores de 60 años supone una carga económica de alrededor de 285 millones de euros cada año para el sistema sanitarios en España, y la mayor parte de la carga social por VRS recae en la población entre 60 y 69 años, tal y como revela un reciente estudio.
Estas cifras se desprenden del estudio sobre el VRS ‘Modelización de la carga económica anual completa del virus respiratorio sincitial en adultos mayores de 60 años en España’, financiado por GSK y presentado durante el último Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

El VRS es un virus respiratorio común y estacional que puede afectar a personas de todas las edades, aunque con especial incidencia en lactantes y en adultos mayores, siendo estos quienes presentan un riesgo elevado de sufrir complicaciones graves asociadas a la infección como consecuencia de la disminución de la inmunidad relacionada con la edad.
Además, en las personas con enfermedades crónicas, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma o insuficiencia cardiaca, entre otras, este virus puede causar exacerbaciones de su patología y provocar otras complicaciones graves.
Costes directos e indirectos que genera
Los autores del estudio destacan el valor del documento, que ha estimado el coste de una temporada de VRS en adultos a partir de 60 años en España, tanto desde la perspectiva social como para el Sistema Nacional de Salud (SNS). Asimismo, evidencian que muchos de los estudios previos han puesto el foco de la carga de enfermedad por el VRS únicamente en las hospitalizaciones; mientras que este trabajo tiene en cuenta, además, todos los niveles asistenciales del sistema sanitario y los impactos sociales por pérdida de productividad. Una aproximación integral que “permite visualizar de forma global la carga económica asociada”.
Este estudio proporciona una primera aproximación sobre los costes directos de los recursos sanitarios asociados a los casos de enfermedad respiratoria por VRS, como visitas a Atención Primaria, hospitalizaciones, uso de antibióticos e ingresos en UCI; así como otros costes indirectos, como la pérdida de productividad y la asociada a muertes prematuras”, señalan los autores del estudio, que ha sido financiado por GSK.
Según los datos del análisis, el VRS sería responsable cada año de 261.000 visitas a Atención Primaria y de 21.000 recetas de antibióticos, además de 50.000 hospitalizaciones y 8.000 ingresos en UCI en España. El VRS conllevaría 39.000 episodios anuales de complicaciones como neumonía, exacerbación asmática o de EPOC, fallo cardiaco o descompensación diabética. Todo ello genera unos costes sanitarios anuales de unos 220 millones de euros, principalmente derivados de las hospitalizaciones.
El trabajo también detalla el impacto de la carga social que conllevaría en esta población y muestra que los costes indirectos, derivados de la pérdida de productividad por los episodios de infección respiratoria, ascienden a unos 65 millones de euros cada año. La mayor parte de la carga indirecta del VRS recae en la población de 60 a 69 años.
De acuerdo con el jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid y uno de los autores del estudio, el Dr. Felipe Villar, los resultados muestran que, a partir de los 65 años, sobre todo entre los 75 y 79 años, el impacto sanitario y económico directo es mayor.
Dado que la infección por VRS está infradiagnosticada y representa una carga económica y social significativa para la salud pública, el especialista insiste en la necesidad urgente de fortalecer los sistemas de vigilancia y diagnóstico, así como establecer programas y estrategias preventivas dirigidas a la población adulta. “Esta necesidad es especialmente crítica en pacientes con enfermedades respiratorias crónicas”, recuerda el Dr. Villar.
Mercedes Fernández de Castro, directora del área de Vacunas de GSK España, destaca el compromiso de la compañía con la prevención, a través de innovación e investigación. “En GSK trabajamos para adelantarnos a la enfermedad y tratar de impactar positivamente en la salud de millones de personas. Estudios como este que nos permiten tener un mayor conocimiento de la carga que supone una enfermedad como el VRS, pueden contribuir a establecer estrategias preventivas adecuadas dirigidas a la población más vulnerable ante esta infección”.