Geriatricarea Silvia García-Escudero Uribe Adavir-Amma
Un artículo de Silvia García-Escudero Uribe,
Nutricionista de Serunion para Adavir-Amma

A lo largo de la vida, uno de los temas más importantes y que más va a condicionar la calidad de la misma, es la nutrición. Las necesidades y requerimientos nutricionales varían en función de las distintas etapas vitales en las que se encuentre el individuo. Si bien es un tema importante durante todas las edades, la nutrición en la tercera edad se convierte en un pilar básico en estas personas.
Durante esta etapa se dan cambios fisiológicos en la composición corporal: disminuye la masa magra y el agua, aumentan los depósitos grasos, disminuyen los niveles de actividad física, existe mayor probabilidad de desarrollar enfermedades, se dan factores sociales como dificultades para comprar o cocinar y todos estos parámetros influyen sobre la alimentación y el mantenimiento de un buen estado en la salud del anciano.

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A través de una dieta equilibrada y variada se garantiza un correcto soporte alimentario a las persona mayores

A través de una dieta equilibrada y variada, basada en las siguientes recomendaciones para el anciano sano, garantizamos un correcto soporte alimentario:

  • Consumir menos calorías, pero con suficiente cantidad de vitaminas y minerales, limitando el consumo de alimentos energéticamente densos y pobres en micronutrientes.
  • El consumo de hidratos de carbono ha de constituir el mayor aporte energético de la dieta. Haciendo un aporte equilibrado entre los azúcares sencillos y los hidratos de carbono complejos.
  • En el aporte proteico debe darse importancia a la calidad de la misma, guardando un buen equilibrio entre las proteínas de origen animal o vegetal.
  • Controlar el contenido lipídico: reduciendo el consumo de grasa saturada, ácidos grasos trans y utilizando preferentemente el aceite de oliva virgen extra.

Algunos consejos que ayudan a cubrir las recomendaciones citadas son:

  • Realizar 4 tomas principales. Para ello puede ayudar marcarse unos horarios regulares y no saltarse ninguna comida.
  • Evitar comer entre horas, aunque se puede introducir alguna colación a media mañana o como recena.
  • Las comidas deben de ser ligeras y fáciles de elaborar.
  • Aumentar el consumo de fibra: legumbres, verduras, hortalizas, alimentos integrales…
  • Ajustar el consumo de sal, pudiendo utilizar especias y hierbas aromáticas para cocinar o condimentar como el tomillo, orégano, perejil, ajo, comino, canela, azafrán, pimienta…
  • Tomar suficiente cantidad de líquidos, es muy importante la hidratación en esta etapa de la vida: agua, infusiones, caldos, consomés…
  • Comer en un ambiente agradable y acompañado.
  • Realizar cierta actividad física dependiendo de cada caso.

Todo esto es importante llevarlo a cabo teniendo en cuenta los patrones alimentarios de la persona y los cambios producidos durante el envejecimiento, para que tenga la mayor aceptación por parte del individuo y garantizar con ello un correcto abordaje nutricional.