Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (infecciones nosocomiales) suponen un incremento de la morbimortalidad, de la estancia hospitalaria y del gasto sanitario, y pueden llegar a triplicar el impacto sociosanitario y económico, tal y como quedó de manifiesto durante el XXXIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

En este foro se dieron a conocer los resultados del Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales en España (EPINE) 2017, en el que han participado 313 hospitales. Del mismo se desprenden que las áreas hospitalarias con mayor prevalencia de pacientes afectados por infecciones nosocomiales (adquiridas en el hospital) son: las unidades de cuidados intensivos, cuidados de larga estancia, áreas quirúrgicas y rehabilitación. Es decir, todas aquellas donde se acumula un mayor número de pacientes vulnerables, graves o enfermos crónicos con múltiples comorbilidades y complicaciones.

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Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria pueden triplicar el impacto sociosanitario y económico, como se puso de manifiesto durante el XXXIX Congreso Nacional de la SEMI

 
Durante el simposio “Nuevos tiempos en el manejo de las infecciones por Gram positivos”, patrocinado por Angelini Farmacéutica y moderado por el Dr. Miguel Salavert (Jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia) se destacó el elevado coste sociosanitario de las principales infecciones nosocomiales.

Infecciones relacionadas con catéteres vasculares

Las infecciones relacionadas con catéteres vasculares suponen un coste que puede llegar a los 50.000€ por episodio, alargando la estancia hospitalaria hasta un máximo de 25 días. En el caso de las infecciones quirúrgicas, el coste puede superar los 24.000€ por episodio y prolongar la estancia hospitalaria hasta 17 días”, apunta el Dr. Salavert.

Las infecciones relacionadas con catéteres vasculares suponen un coste que puede alcanzar los 50.000€ por episodio, con un alargamiento de estancia hospitalaria de hasta 25 días

Además de estas infecciones, son frecuentes las urinarias, “cuyo coste se cifra en unos 900€ por episodio y un alargamiento de la estancia en unos 2-4 días, y las respiratorias, que suponen unos 20.000€ por episodio y hasta 13 días más de ingreso hospitalario”, advierte el Dr. Salavert.
El simposio del XXXIX Congreso Nacional de la SEMI contó, asimismo, con la participación del Dr. José Ramón Paño Pardo, Jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, y del Dr. Alex Soriano Viladomiu, Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona.

Antibióticos permiten reducir la estancia hospitalaria

Ante la prevalencia y gravedad de las infecciones nosocomiales, antibióticos como dalbavancina suponen un cambio de paradigma. Gracias a su novedosa posología, dosis única de 1.500 mg o dosis de 1.000 mg y de 500 mg separadas por un intervalo de una semana, permite reducir la estancia hospitalaria e incluso en algunos casos podría evitar el ingreso en el hospital.
Dalbavancina comercializada por Angelini Farmacéutica, no requiere monitorización ni ajuste de dosis en la mayoría de pacientes, lo que simplifica el manejo de las infecciones por parte del profesional sanitario. Asimismo, la posología de dalbavancina garantiza el cumplimiento del tratamiento, ofreciendo beneficios tanto para el paciente como para el profesional sanitaria.
Otra de sus ventajas es la optimización de los costes económicos derivados de la reducción de días de hospitalización y de la disminución del riesgo de infecciones nosocomiales.

Reducir del riesgo de infección nosocomial

Como principales estrategias para la reducción del riesgo de infección nosocomial, el Dr. Salavert destaca “la implantación generalizada de programas que potencian la cultura de seguridad en los centros sanitarios y las campañas de higiene de manos, promovidos por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en colaboración con las Consejerías de las diferentes CCAA, dirigidos a concienciar al personal sanitario y a los pacientes sobre el peligro de este tipo de infecciones y a establecer protocolos de higiene y desinfección que ayuden a minimizarlas”.
En ese sentido, “campañas como las del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, permiten informar y formar a la ciudadanía y a los propios profesionales. Por otra parte, el diseño arquitectónico y de los centros hospitalarios es otro factor a tener en cuenta. Por ejemplo, estudios realizados muestran que el control de la distribución y calidad del aire (e, incluso, del agua) en quirófanos y salas de cuidados intensivos puede reducir considerablemente el número de agentes contaminantes de potencial riesgo infeccioso y también de resistencias que llegan hasta el paciente”, destaca el Dr. Salavert.