Un artículo de atemprana, plataforma online especializada en suministros para residencias

A la hora de gestionar y trabajar en un centro donde los usuarios tienen la movilidad reducida es imposible obviar la comodidad y las facilidades que las grúas aportan en nuestro trabajo. Pero poder disponer de todas las máquinas necesaria puede ser duro para nuestro bolsillo. Por ello, opciones como el renting de grúas están cada vez más presentes en nuestro día a día.

geriatricarea renting de gruas
Cada vez más residencias y centros de día optan por fórmulas de renting para su equipamiento sociosanitario

Este tipo de renting consiste en el alquiler de equipamiento sociosanitario por parte de las residencias y centros de día. Estos equipos se incorporan a través de un contrato con la entidad de renting y se abona una cuota fija. No sólo se dispone de las grúas durante los años que dura el contrato, sino que también incluye el mantenimiento de los equipos, un seguro y, a veces, una formación inicial sobre el uso de los mismos.

Estos servicios adicionales solucionan cualquier inconveniente que pudiera surgir con respecto a las grúas. Los equipos se renuevan a la finalización del contrato, aunque si el cliente lo desea, se puede contemplar la posibilidad de adquirir ese material en compra, una vez que ha vencido el contrato.

Alquilar el equipamiento sociosanitario (grúas, camas, sillas de baño, etc.) supone una serie de ventajas:

  • Para una empresa del sector existen muchos gastos, tanto al montar el negocio como en el día a día a lo largo de los años. El equipamiento sociosanitario no es barato precisamente. Es por eso que optar por el renting, en lugar de una adquisición, puede suponer un gran ahorro.
  • Conocemos de sobra el grado de obsolescencia de la maquinaria. Constantemente surgen nuevos modelos… También conocemos el desgaste de las piezas que más sufren como ruedas, baterías y mandos por el uso continuado de los equipos, y además ser usadas por muchas personas diferentes. Un contrato de renting puede asegurar el trabajo con los equipos siempre nuevos, sin tener que mantener grúas antiguas porque no podemos permitirnos renovar.
  • Ahorro en recursos humanos. Un contrato de renting permite confiar en la entidad que nos proporciona los equipos y el mantenimiento de esos aparatos para los que no necesitaremos personal cualificado. Si se daña una grúa o tenemos algún problema o consulta sobre su funcionamiento, sólo hay que ponerse en contacto con la empresa del renting. Además este tipo de gasto no aparece en el balance de la empresa, no se inmoviliza ni se contabiliza como deuda.
  • Aumento de la eficacia. La misma cantidad de personal auxiliar con más grúas puede atender a los usuarios de manera más rápida, ya que no hay que esperar a que una grúa se quede libre para poder levantar a otro usuario. Además, se reduce el riesgo físico para el personal auxiliar: las estadísticas dicen que el 50% de las auxiliares padecen alguna lesión de espalda y el 25% lesiones de hombro. Si se les instruye correctamente en el uso de la grúa y las ventajas que tiene para ellas mismas, y además se ponen a su disposición las máquinas que realmente se necesitan, se observa un aumento en la rapidez, en el bienestar del trabajador y disminución de las bajas laborales.
  • Mejor planificación económica. Asignar una cuota fija a un gasto periódico supone también que los gestores económicos puedan planificar mejor los gastos que tendrá la empresa.

El renting sociosanitario también nos ofrece muchas ventajas fiscales:

  • Impuesto de Sociedades. Las cuotas mensuales de ese contrato son deducibles en su totalidad, ya que se computa como un gasto que pertenece a la empresa.
  • IVA. La empresa también puede desgravarse el 100% del IVA en cada uno de los trimestres, pues los pagos se dan en concepto de arrendamiento. Si en lugar de alquiler, hiciéramos una compra, esa deducción sólo se aplicaría una vez.
  • Ingresos y gastos. Puesto que están en la modalidad de alquiler, los equipos sociosanitarios no se dan de alta como activo de la empresa. Así se mejora la rentabilidad sobre activos y el ratio contable se ve beneficiado. Los pagos de las cuotas son gastos externos que no influyen sobre el pasivo del balance.