El Congreso de los Diputados ha aprobado la tramitación de la Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia presentada por el Grupo Parlamentario Socialista por 201 votos a favor, 140 en contra y 2 abstenciones.

El Gobierno ha recibido el respaldo de la mayoría de la Cámara, a excepción del Partido Popular y Vox, por lo que continúa su tramite parlamentario esta iniciativa con la que «se quiere dar respuesta a una demanda social para regular este nuevo derecho, sobre la base de los principios constitucionales de libertad de las personas, de respeto a su integridad física y moral, de su intimidad y dignidad», afirman desde el PSOE.

La diputada y exministra de Sanidad Luisa Carcedo ha defendido esta iniciativa y solicitado el apoyo de la Cámara, subrayando que la sociedad “respalda mayoritariamente esta regulación y los responsables públicos debemos estar a la altura”, por “respeto a la dignidad humana, por consideración y también por compasión, por ponernos en el lugar del otro”.

La diputada y exministra de Sanidad Luisa Carcedo ha defendido la tramitación de la Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia, aprobada por el Congreso

En su intervención ante el Parlamento, la diputada socialista repasó varios casos de ciudadanos y ciudadanas en situación terminal que, en ausencia de una norma legal, tuvieron que acudir a distintas vías para poder ver cumplido su deseo de poner fin a su vida, y del sufrimiento que esta situación generó en sus familias y sus entornos, que en algunas ocasiones tienen que afrontar consecuencias legales por cumplir el compromiso que adquirieron con estas personas.

Carcedo se hizo eco de casos conocidos a través de los medios de comunicación, como los de Ángel Hernández y su mujer María José Carrasco, que “quisieron hacer pública la situación y continuar luchando para lograr una ley que pueda ayudar a otras personas en una situación similar a la que tan dolorosamente les tocó vivir. Una ley que regule un nuevo derecho: derecho a morir dignamente.

En opinión de Carcedo, esta ley “no es solo la despenalización de la ayuda a morir”, sino que establece “una regulación garantista del procedimiento, destacado que “esta ley no obliga a la eutanasia, pero si establece un nuevo derecho: poder solicitar ayuda para morir dignamente. Un derecho que voluntariamente solicitan personas que consideran que su deterioro y su sufrimiento es incompatible con la integridad física o moral, con su dignidad y su intimidad, derechos fundamentales todos ellos protegidos por la Constitución Española”.

La Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia establece el derecho a solicitar ayuda para morir, basado en una decisión personal, consciente, informada, meditada, mantenida en el tiempo y libre de cualquier presión económica, social y familiar, que debe ser reiterada dos ocasiones y en un espacio de tiempo de, al menos, 15 días, tratandose de decisión personal, no delegable en terceros.

Entre los requisitos para poder acogerse a este nuevo derecho se establece que la persona sea mayor de edad y padecer una enfermedad grave, incurable que cause gran sufrimiento, dolor o invalidez que les resulta insoportable y que no presente una situación de ‘muerte inminente’. Con carácter previo, la persona debe ser informada, de forma comprensible sobre las alternativas terapéuticas y las posibilidades de los cuidados paliativos por parte del médico responsable. La ley regula también la objeción de conciencia de los médicos, establece la creación de un Registro de objetores y despenaliza la ayuda para morir, modificando el artículo 143.4 del Código Penal.