Con el objetivo de poner en común necesidades y propuestas sobre los nuevos modelos de sociedad que las personas con discapacidad o en situación de dependencia necesitan tras la crisis sanitaria, social y económica ocasionada por el COVID-19, casi una treintena de miembros, representantes y colaboradores del Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) se dieron cita a través de una reunión telemática.

La sesión organizada por CEDDD empezó dando paso a una exposición de los asistentes relativa al escenario que la actual crisis ha dibujado en su ámbito de actuación. Cinta Pascual, en representación del Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), explicó el calvario del sector residencial el cual ha trabajado más que nunca en unas condiciones nada favorables tanto por el fallo de la sanidad universal como por la falta de EPIs y de PCR en las residencias. Asimismo, matizó las complicaciones técnicas en la desescalada en las residencias donde el distanciamiento entre las personas mayores es muy complicado.

Acto seguido, Ángel Luis González, presidente de la Confederación Nacional de Centros Especiales de Empleo (CONACEE) manifestó la gravedad acentuada por el COVID-19 de la situación que están viviendo los Centros Especiales de Empleo y los trabajadores con discapacidad; quienes sufren una diferenciación salarial discriminatoria en función de la titularidad del Centro o la exclusión de la mayoría de CEE de los contratos reservados públicos.

En materia de políticas activas de empleo y ayudas a CEE, destacó que no es el momento de grandes reformas, sino reajustes orientados a garantizar puestos de trabajos a personas y familias con discapacidad. Por su parte, Javier Benavente, como representante de Alares y también de CONACEE, añadió la gran experiencia del teletrabajo en las personas con discapacidad y sus beneficios para personas cuya movilidad es muy reducida.

En el plano de la educación especial, Jairo Aguado representante de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE), reclamó que debe garantizarse el no cierre de las escuelas de educación especial como derecho fundamental de una persona con discapacidad a ser atendido de acuerdo con sus especiales necesidades educativas, como así lo reclaman miles de familias.

Otros ámbitos como la atención temprana, representado por Mar Ugarte de la Asociación Hiru Hamabi, y Raquel Díaz, de Centro Altea, coincidieron en la dificultad en la prestación de servicios desde los centros de atención temprana y resaltaron la gran labor que estas entidades están prestando de forma telemática en la rehabilitación de los niños con discapacidad.

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A nivel familiar, Family Watch como observatorio de la familia, anunció que llevará a cabo una nueva estrategia para definir un nuevo plan de familia, incluyendo aquellas con alguna persona con discapacidad o situación de dependencia.

En el ámbito de la salud mental, José Manuel Dolader de la Asociación la Barandilla puso sobre la mesa la ayuda que necesitan las más de 400.000 personas diagnosticadas con enfermedad mental durante este confinamiento y el servicio de asesoramiento telefónico gratuito a personas con problemas de salud mental. En esta línea, Jaime Gutiérrez, como representante del Colegio Oficial de Psicología de España alertó además de un posible aumento en los suicidios derivados de las consecuencias de la crisis y la necesidad de adaptar los nuevos modelos de teletrabajo, conciliación personal y familiar así como el modelo residencial a la nueva normalidad.

Finalmente, también se trató uno de los ejes de CEDDD, la accesibilidad universal mediante la intervención de Josep Esteba, Director Nacional de Accesibilidad Universal del Grupo SIFU, quien manifestó que en el momento actual todo el mundo hará reformas para seguridad y ello supone paradigmáticamente una oportunidad para hacer una apuesta fuerte por la accesibilidad universal que beneficiaría no sólo a las personas con discapacidad, sino al 40% de la población.

Sara Rios, representante de Mujeres en Igualdad, destacó la necesidad de una inclusión real de las personas con discapacidad y la gran utilidad de transformación digital para ese objetivo. En esta línea, Ana de Luis, de Asociación DOCE, reclamó la adaptación del teletrabajo a las personas con baja visión, así como el reconocimiento y visibilidad de este colectivo tanto en las medidas de seguridad actual como en materia legislativa sobre discapacidad visual.

Y con una proyección internacional, Luis López, en representación de la Fundación Juan Bonal, explicó las dificultades que la pandemia está causando en países en desarrollo donde los centros de ayuda a los niños con discapacidad siguen plenamente protegidos gracias a su inconmensurable labor.

Antes de terminar, se anunció la creación de los Consejos Sectoriales CEDDD cuyo objetivo es construir y definir en las diferentes líneas de actuación, con  los miembros de CEDDD, los nuevos modelos de sociedad tras el COVID–19 y también el futuro nombramiento de los Embajadores CEDDD, personas que por su vinculación y trayectoria con la discapacidad o la dependencia representarán al Consejo.

Finalmente, Albert Campabadal, presidente del CEDDD, anunció la futura creación de los CEDDD autonómicos para conseguir una mayor interlocución con los gobiernos de las CCAA. Asimismo, lamentó que ni el CEDDD ni la dependencia hayan sido admitidos en la Comisión de Reconstrucción Económica y Social y agradeció la participación.

Desde el CEDDD se seguiría trabajando para lograr «el sentido común y la ayuda y el apoyo que muchas de las entidades, con independencia de su titularidad o iniciativa, necesitan para seguir contribuyendo al bienestar de las personas con discapacidad o en situación de dependencia«.