Aunque son varios los órganos que se ven afectados por el SARS-CoV-2, el órgano diana por excelencia de este coronavirus causante de la COVID-19 es el pulmón. Y es que la afectación respiratoria grave con criterios de compromiso vital ha sido la manifestación clínica dominante en esta primera oleada.

Muchos pacientes acudían a urgencias aquejados de astenia, dolor torácico, fiebre y disnea intensa que, en numerosos casos, se hacía imposible de controlar pasado un determinado periodo de tiempo. Esta fue una de las cuestiones que se abordaron en BronChiCare 2020, la tercera edición de este encuentro científico de referencia para neumólogos, fisioterapeutas del pulmón y otros especialistas en el tratamiento de la patología respiratoria, que en esta ocasión se focalizó en los aprendizajes extraídos de la primera oleada de neumonía por COVID-19.

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BronChiCare 2020 abordó los aprendizajes extraídos de la primera oleada de neumonía por COVID-19

En este encuentro, celebrado por primera vez en formato online y que contó nuevamente con el apoyo de la farmacéutica Chiesi España, intervino el Dr. Josep Mensa Pueyo, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona. Este experto destacó que «estábamos cometiendo el mismo error que con el tratamiento de la gripe. Y es que, estábamos esperando que un fármaco fuera eficaz cuando ya no había virus viable o, si lo había, no tenía suficiente carga viral como para contagiar. Sin embargo, los virus respiratorios se reproducen rápidamente en el epitelio respiratorio y, tras una semana, aunque se detecten en las PCRs RNA, pueden que ya no sean viables o contagiosos, de ahí la importancia del tratamiento precoz tanto de la gripe como de la COVID-19 con antivíricos. Hacerlo puede reducir significativamente la duración de la clínica, la aparición de complicaciones y la excreción viral».

Y en este contexto, la industria farmacéutica juega un papel fundamental «La cooperación entre industria farmacéutica y profesionales sanitarios es muy importante, en particular, en formación continuada y científica; y en especial, en el ámbito respiratorio, especialidad con la que tenemos un especial compromiso. Fruto de este compromiso, Chiesi ha presentado avances terapéuticos en el tratamiento y control de asma y la EPOC. También ha puesto el foco en aquellas enfermedades con menor prevalencia, como es el caso de la Fibrosis quística, considerada la enfermedad rara con mayor prevalencia», asegura Giuseppe Chiericatti, director general de Chiesi España.

Diagnóstico y tratamiento de infecciones víricas respiratorias

Por su parte, la Dra. Amparo Solé, responsable de la Unidad de Neumología y Fibrosis Quística del Hospital Universitario de La Fe y miembro del comité científico de BronChiCare, señalo que «a través de la ponencia del Dr. Mensa, hemos podido conocer lo mucho que se ha avanzado en el diagnóstico y en el tratamiento de las infecciones víricas respiratorias. Hasta ahora, ha habido muy poco avance en fármacos antivíricos frente a los virus que se reproducen en el epitelio respiratorio».

La Dra. Esther Quintana, neumóloga responsable de la Unidad de Fibrosis Quística del Hospital Virgen del Rocío y que forma parte también del comité científico de BronChiCare, indicó que «la organización hospitalaria y los recursos disponibles se han visto reorientados hacia una medicina más aguda. Sin embargo, los pacientes crónicos siguen necesitando de atención sanitaria reglada, con la adecuación de los tratamientos a su nivel de gravedad y a la progresión de su enfermedad. Esto es especialmente relevante en pacientes con enfermedades crónicas de la vía aérea, principalmente EPOC, asma y bronquiectasias. Los estudios disponibles nos indican que los pacientes con broncopatías crónicas tienen un mayor riesgo de desarrollar formas graves de la COVID-19, lo que constituye un dato de alerta que debe conocer la población para extremar las medidas de protección».

Durante BronChiCare 2020 también se debatió sobre el modo en que la epidemia por COVID-19 ha cambiado los modelos de atención al paciente respiratorio. «Esta pandemia ha supuesto una aceleración de la comunicación del médico-paciente vía telemedicina y un cambio en los protocolos de limpieza de superficies de trabajo, de citación y de organización de los pacientes en las consultas y en plantas de hospitalización con el objetivo de minimizar el riesgo de exposición a agentes patógenos , principalmente el coronavirus epidémico», indicó el Dr. Máiz Carro.

Para la Dra. Esther Quintana, «la atención al paciente respiratorio crónico necesariamente tiene que variar hacia formas que sean capaces de combinar una atención especializada adecuada a la situación clínica del paciente y las medidas de seguridad para evitar la propagación de la pandemia y la posibilidad de poner en riesgo a esta población especialmente vulnerable. Afortunadamente, las nuevas tecnologías de la comunicación nos ofrecen numerosas formas de establecer un contacto directo con los pacientes sin tener un contacto físico con ellos y, además, nos ofrecen una portunidad para una gestión más eficiente frente a una demanda asistencial progresiva en las enfermedades respiratorias crónicas relacionado con el envejecimiento de la población española».

BronChiCare es una iniciativa que nació en 2018 con un triple objetivo: actualizar las últimas novedades en infección bronquial crónica y en aclaramiento de la vía aérea abarcando los aspectos que se consideran hoy en día más relevantes o más controver­tidos; contribuir a la formación continuada; y estimular el desarrollo de grupos de trabajo para proyectos de interés global.