Más de 2.700 personas han realizado ya el test que, de manera simbólica, calcula los años de Desesperanza de Vida a los que podrían enfrentarse durante su vejez, al vivir y experimentar situaciones de maltrato, abuso, soledad o edadismo. Este test ha sido creado por Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España 8UDP9 como un nuevo indicador social.

La UDP ha querido compartir su compromiso con la mejora de la calidad de vida de las personas, especialmente en un momento de crisis sanitaria del COVID-19 y cuyo impacto ha sido desproporcionado sobre sus derechos. Así, desde esta entidad ha puesto en marcha un indicador social bautizado como “Desesperanza de vida. Tras 17 años impartiendo jornadas formativas, informativas y de sensibilización a los y las profesionales que trabajan en el ámbito de las personas mayores, ahora toca a las Personas Mayores «alzar la voz» pidiendo a toda la sociedad dignidad, respeto y buen trato desde un mensaje positivo.

Desde el lanzamiento del indicador social, más de 2.700 personas han realizado en www.desesperanzadevida.org el test que de manera simbólica, calcula los años de Desesperanza de Vida a los que podrían enfrentarse durante su vejez, al vivir y experimentar situaciones de maltrato, abuso, soledad o edadismo.

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Este test creado por UDP calcula los años de Desesperanza de Vida a los que podrían enfrentarse durante su vejez, al vivir situaciones de maltrato y abuso

Se trata de un indicador social con el que hablar y visibilizar el problema de salud pública que suponen las situaciones de maltrato y abuso hacia las personas mayores, y que en la pandemia originada por la crisis de la Covid19, se han visto materializarse en tantas personas mayores.

Con un mensaje positivo, el indicador social, quiere hacer reflexionar a las personas jóvenes, mayores y a la sociedad en general, sobre situaciones a las que cualquier persona se puede enfrentar por el simple hecho de envejecer. «Hablamos de nuestro derecho a la autonomía personal, a la dignidad y nuestro valor en la sociedad, igual ahora que lo ha sido a lo largo de toda nuestra vida. Eso, que en edades jóvenes y adultas es una tesis obvia, en la vejez parece difuminarse y perderse«, señalan desde UDP.

Todos y todas, tenemos derecho a vivir una vejez con nuestros plenos derechos, libres de estigmatizaciones y prejuicios, discriminaciones, abusos o maltrato. , reclama desde esta asociación, destacando que el día a día y las vivencias y necesidades de este colectivo son muy diversas y requieren un conocimiento exhaustivo para no caer en la estigmatización, la generalización y el estereotipo.

En muchas ocasiones, las personas mayores interiorizan tanto estos falsos estereotipos tan impregnados en nuestros entornos familiares y sociales, que llegan a considerarse a ellos mismos y erróneamente como personas sin utilidad y valor, y por consiguiente, aumenta su riesgo de exclusión social.

Así, desde UDP consideran imprescindible el apoyo de los poderes públicos para que los derechos de las personas mayores se conviertan en temas prioritarios en la agenda política y social. «Si algo ha evidenciado la pandemia de la Covid-19 es la profunda crisis estructural en el sistema de cuidados de larga duración y en las residencias, así como una falta de respuestas adecuadas a sus necesidades y derechos por parte de los poderes públicos».

En este sentido, la mejor forma de prevenir es, sin duda, conocer la existencia, factores y realidades del maltrato, abuso y la discriminación que sufren muchas personas durante su vejez y mostrarlo a la sociedad en su total realidad para generar un cambio o transformación social.

A este respecto, las personas mayores reivindican «respeto, consideración y derecho a participar socialmente, a que nuestra voz se escuche por nosotras mismas, a que nadie hable por nosotras; queremos dejar de ser percibidas socialmente como generadores de gasto y objeto de medidas, para ser generadores de oportunidades (también económicas, pero no sólo) y sujetos políticos, es decir, tener nuestra propia voz y que ésta sea escuchada (especialmente por la clase política)», finalizan desde UDP.