En un contexto de aumento de la población dependiente, los usuarios de ayuda a domicilio y teleasistencia no han parado de crecer. Así, a finales de 2019 se contabilizaban 1.531.000 usuarios, es decir un incremento en los últimos 10 años del 70%, tal y como se desprende del Informe Especial “Servicios Asistenciales a Domicilio” publicado por el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA.

El número total de usuarios de servicios asistenciales a domicilio alcanzó la cifra de 1.531.000 a finales de 2019, un 4,5% más respecto al número contabilizado un año antes. El 66% de los usuarios correspondían al ámbito de la teleasistencia (1.011.0000 usuarios), mientras que el 34% (520.000) eran usuarios de servicios de ayuda a domicilio. Estos son algunos de las principales conclusiones que se desprenden del Informe Especial “Servicios Asistenciales a Domicilio” del Observatorio Sectorial DBK de INFORMA (filial de CESCE).

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A finales de 2019 se contabilizaban 1.531.000 usuarios de ayuda a domicilio y teleasistencia, cifra que no ha parado de crecer en los últimos años

De este modo, tras diez años de crecimiento ininterrumpido, el número de usuarios se ha elevado desde los poco más de 900.000 que se contabilizaban a finales de 2009 hasta los más de 1,5 millones citados, en un marco de gradual envejecimiento de la población y de aumento de la contratación pública en el ámbito de la asistencia a mayores y personas dependientes.

En este contexto, los ingresos generados por las entidades que prestan servicios de ayuda a domicilio y teleasistencia se situaron en 1.710 millones de euros al cierre de 2019, lo que supuso un 6,9% más que la cifra registrada en el ejercicio anterior, en el que había aumentado un 8,8%. El segmento de ayuda a domicilio generó unos ingresos de 1.570 millones de euros, lo que supuso el 92% del total. El 8% restante correspondió a la teleasistencia, que contabilizó 140 millones.

La actividad sectorial se está viendo frenada en 2020 por los efectos de la pandemia Covid-19, que ha provocado una alta mortalidad entre las personas mayores y la cancelación de determinados servicios ante el miedo al contagio. El fuerte deterioro de la coyuntura económica asociado y la mayor disponibilidad de cuidadores familiares como consecuencia de situaciones de desempleo o ERTE, están contribuyendo al empeoramiento de la actividad en el sector, lo que previsiblemente motivará un moderado retroceso de los ingresos al cierre del año, según las previsiones de DBK.

La estructura empresarial del sector se caracteriza por la participación de un amplio número de operadores de pequeña dimensión, cuya actividad se limita generalmente a la prestación de servicios vinculados a una sola Administración pública. No obstante, en las primeras posiciones del mercado se sitúan varios grupos empresariales. En 2019 los cinco primeros operadores reunieron una cuota de mercado conjunta del 49% del valor total de los servicios prestados, participación que se situó en el 60% en el caso de los diez primeros.