La formación especializada en Parkinson permite a las enfermeras ofrecer mejor respaldo del conocimiento de la enfermedad y herramientas para afrontarla de una mejor manera. Esta ha sido una de las principales conclusiones del VI Desafío de Enfermería, organizado por AbbVie con el aval de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE).

Y es que la intervención de la enfermería neurológica permite un mejor manejo de los síntomas del Parkinson, tal y como afirman las coordinadoras del VI Desafío de Enfermería en enfermedad de Parkinson, que reunió, de forma virtual, a enfermeras especializadas en trastornos del movimiento y Parkinson con el objetivo de ampliar conocimientos sobre la progresión de la enfermedad, sus cuidados y las particularidades de algunos de sus tratamientos.

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La formación en enfermería neurológica permite dar continuidad a los cuidados de los pacientes de Parkinson

Antonia Campolongo, enfermera de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Sant Pau de Barcelona y una de las coordinadoras de esta jornada, resalta que “el papel de la enfermera en una Unidad de Trastornos del Movimiento, con personas con Parkinson, se centra en realizar un seguimiento continuo del paciente. Así como en formar e informar a pacientes y cuidadores sobre los cuidados necesarios para controlar y aliviar los síntomas existentes, ofreciendo estrategias para que puedan conseguir un adecuado manejo de su enfermedad”.

En palabras de Beatriz González, enfermera de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid y también coordinadora del curso, “la formación en enfermería neurológica nos permite dar continuidad a los cuidados del Parkinson, sobre todo en estadios avanzados. Actualmente las enfermeras somos una parte importante del equipo interdisciplinar implicado en el manejo de la enfermedad de párkinson y sus síntomas”.

Ambas profesionales defienden además que estos cuidados especializados se han mantenido a pesar del impacto de la pandemia con el fin de evitar el empeoramiento de los pacientes. Como explica Antonia Campolongo, “se nos ofreció la posibilidad de contactar con los pacientes a través de videollamada para poder valorar objetivamente su función motora, agilidad de movimiento, temblor, etc. Aunque tenía sus limitaciones, nos permitía un seguimiento más certero de sus síntomas y mejorar el abordaje de la enfermedad durante el confinamiento”. Con respecto a los tratamientos, Beatriz González añade que “se ha hecho un gran esfuerzo para que los pacientes continuaran recibiendo sus tratamientos, contando en muchas ocasiones con la colaboración de cuidadores y familiares”.

Nutrición y consejos prácticos de hábitos saludables para los pacientes

Durante el VI Desafío de Enfermería en enfermedad de Parkinson se amplió la formación del personal de enfermería en materia de nutrición y consejos prácticos para la vida diaria de los pacientes de Parkinson. “Debemos conocer, entre otras cosas, cómo ir adaptando la dieta a la evolución de la enfermedad en cada persona. En la consulta de enfermería valoramos las dificultades de los pacientes a la hora de masticar y tragar los alimentos, así como para elaborar los diferentes platos. En base a ello recomendamos una dieta personalizada con los nutrientes necesarios”, expone Beatriz González.

A las recomendaciones nutricionales se suman una serie de hábitos saludables facilitados a los pacientes, como mantener una buena hidratación, realizar actividad física y de ocio de manera habitual y mantener una buena adherencia al tratamiento. El análisis del cumplimiento que realizan los pacientes de estas pautas y la valoración de sus síntomas permite al personal de enfermería realizar las derivaciones necesarias dentro del equipo interdisciplinar.

Ampliar formación sobre los tratamientos al alcance de las personas con Parkinson

La puesta en marcha de actividades formativas como el VI Desafío de Enfermería organizado por AbbVie responde a la necesidad de ampliar formación, no solo en materia de seguimiento y valoración del paciente, sino también en el ámbito de los tratamientos al alcance de las personas con esta enfermedad neurodegenerativa.

En este sentido, Natividad Mariscal, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de SEDENE (GTMSEDENE), señala que “el avance médico y los tratamientos más específicos requieren un conocimiento mucho más profundo para dar a los pacientes una atención de calidad. Este es uno de los motivos por lo que creamos el grupo de estudio en 2019, para poner en común los conocimientos adquiridos en la práctica clínica de forma individual y, en último término, mejorar la calidad de vida de las personas con párkinson.

El conocimiento en profundidad de la enfermedad por parte de las enfermeras permite que “los pacientes se encuentren respaldados por profesionales que conocen la enfermedad y que pueden darles herramientas para afrontarla de la mejor manera posible”, concluye Antonia Campolongo.