Las altas temperaturas que estamos sufriendo estos días representan un riesgo para la salud de la población en general, y especialmente para las personas con Alzheimer, tal y como advierten los expertos de Ace Alzheimer Center Barcelona, que recalcan la importancia de cuidar la alimentación y la hidratación para evitar golpes de calor.

Y es que las altas temperaturas y el exceso de calor pueden causar una pérdida de líquidos y sales minerales necesarias para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Es habitual que las personas con demencia no recuerden cuál es la última vez que han bebido, que tengan menos sensación de sed y que, además, hagan una dieta poco variada. Por otra parte, también es probable que estén expuestas al sol durante más tiempo de lo recomendable y, por tanto, aumenta el riesgo de que puedan aparecer deshidratación y golpes de calor.

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Las personas con Alzheimer deben mantienen hábitos y rutinas saludables para hacer frente al calor

Para evitarlo, Natàlia Tantinyà, jefa de Enfermería de la Unidad de Atención Diurna de Ace, pide a los cuidadores y cuidadoras a estar especialmente atentos y asegurar que las personas con demencia mantienen hábitos y rutinas saludables para hacer frente al calor. «Según los hábitos y rutinas diarias de cada persona, es necesario asegurar que se toman las medidas adecuadas para prevenir los golpes de calor: que beban agua de manera habitual, no salir a la calle durante las horas de más calor (como el mediodía o las primeras horas de la tarde), evitar las comidas demasiado calientes y vestir ropa ligera», apunta Tantinyà.

Estas son algunas de las pautas que los profesionales aconsejan seguir para evitar la deshidratación u otros problemas de salud derivados de las temperaturas elevadas. Los signos y síntomas que se pueden detectar en los golpes de calor son el dolor de cabeza y el mareo, la respiración y la frecuencia cardíaca aceleradas o, incluso, alteraciones en el comportamiento. En el caso de las personas con demencia, es necesario que sus cuidadores y cuidadoras y su entorno más cercano presten atención a la posible aparición de estos síntomas y, en su caso, contactar con los servicios sanitarios.

Mantener las rutinas y realizar actividades de estimulación cognitiva

Es habitual que la rutina y los hábitos de muchas familias cambien durante esta época del año, pero estas alteraciones pueden afectar directamente a las personas con Alzheimer y a sus cuidadores. Durante el último año, a raíz de las medidas para hacer frente a la Covid-19, los hábitos de las personas con Alzheimer se han visto alterados sustancialmente y por eso hay que tener mucho más presente la importancia de mantener los hábitos.

Los expertos de Ace Alzheimer Center Barcelona también hacen hincapié en realizar actividades de estimulación cognitiva como leer, pasear o pintar. Es importante mantener la actividad cognitiva y física diariamente, estableciendo una serie de pautas o actividades cotidianas y haciendo que la persona participe en tareas sencillas como poner la mesa o jugar una partida de dominó. De este modo, se pueden evitar situaciones de ansiedad o estrés generadas por un exceso de estímulos.

Los entornos conocidos y los ambientes relajados son los más adecuados para que las personas con Alzheimer puedan sentirse cómodas y evitar las situaciones de peligro y desorientación. Es recomendable, asimismo, que los afectados estén acompañados en todo momento, especialmente en espacios abiertos como la playa.

La subdirectora de la Unidad de Atención Diurna de Ace, América Morera, asegura que lo más importante es adaptarse a las necesidades y capacidades de cada persona y destaca la importancia de que el cuidador o la cuidadora principal también pueda descansar en esta época. «No hay que renunciar a las vacaciones, se trata de adaptarnos a la nueva situación para que el verano pueda ser un tiempo de descanso y confort para todos, explica Morera.

Además, ante el aumento muy notable de casos de Covid-19, la entidad pone especial énfasis en extremar las precauciones al estar en contacto con personas no vacunadas que puedan transmitir el virus.