El 42,8% de los pacientes crónicos manifiestan haber experimentado un empeoramiento de su salud o la aparición de síntomas nuevos desde el inicio de la pandemia, tal y como se desprende de la tercera fase del ‘Estudio del Impacto de la COVID-19 en las personas con enfermedad crónica’ de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.

En concreto, en este informe el 42,8% de los pacientes con enfermedad crónica manifiestan haber experimentado un empeoramiento de su salud o la aparición de síntomas nuevos desde el inicio de la pandemia por Covid-19 y, ante esta situación, solo el 6,7% han sido atendidos en el momento que lo han necesitado. De hecho, la media se sitúa en 48 días desde que comunicaron la necesidad de una revisión por el empeoramiento hasta que recibieron atención. Además, al 64% le programaron una prueba diagnóstica que tardó, de media, dos meses en llegar y el 43,3% recibió un nuevo diagnóstico pasados 117 días, de media, desde el inicio de empeoramiento.

Así lo ha dado a conocer la directora general de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, María Gálvez, durante la presentación de la tercera fase del ‘Estudio del Impacto de la COVID-19 en las personas con enfermedad crónica’, en el que han participado un total de 473 personas con enfermedades crónicas en el periodo comprendido entre el 19 de mayo y el 14 de junio de 2021

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Los pacientes crónicos tardan una media de 48 días en ser atendidos y casi la titad han visto empeorar su situación o aparecer nuevos síntomas por la pandemia

El objetivo principal de este estudio, en el que han participado un total de 473 personas con enfermedades crónicas en el periodo comprendido entre el 19 de mayo y el 14 de junio de 2021.que la POP puso en marcha desde que se inició la pandemia, es identificar y dimensionar el impacto de la Covid-19 en las personas con enfermedades crónicas en España. Anteriormente se presentaron los resultados de las dos primeras fases, que ponían de manifiesto la complicada situación que habían atravesado los pacientes con motivo de los retrasos y cancelaciones de consultas y terapias.

Precisamente, esta tercera fase corrobra nuevamente esta situación mostrando que el 57,1% de las personas encuestadas, en general, está muy insatisfecha con la atención sanitaria recibida durante 2021, una cifra que aumenta en tres puntos con respecto a la segunda fase del estudio presentada en enero de este mismo año.

En este sentido, en una escala de 1 a 100 los pacientes crónicos valoran su estado general de salud con una media de 57,12 puntos. Además, el 75% de ellos aseguran presentar cierto grado de ansiedad y depresión tras la pandemia.

Solo el 31,5% de los pacientes pudo continuar con sus tratamientos en centros los sanitarios

Durante la presentación del estudio, la directora de la POP, María Gálvez, desveló una serie de datos “muy preocupantes” para el colectivo de pacientes crónicos como, por ejemplo, que el 50,6% de las personas encuestadas manifiestan diferentes problemáticas y situaciones para poder conseguir el tratamiento comunitario durante el año actual y que, además, solo el 31,5% de los pacientes ha podido continuar con sus tratamientos en los centros ambulatorios y hospitalarios con normalidad, una cifra que empeora aún más con respecto a la segunda fase del estudio cuando se situaba en 53,3%.

Con respecto a la adherencia terapéutica manifestada por el paciente, según Gálvez, se observa una evolución negativa a lo largo de las distintas fases de estudio, incrementado la proporción de pacientes que indica que a veces olvida tomar la medicación (24,4% vs 34,0%) o que ha decidido no tomarla (0,9% vs 24,8%).

En el estudio también se ha analizado la recuperación asistencial y se ha observado que solo el 14,7% de los pacientes con enfermedad crónica desde el inicio del Covid-19 han tenido una consulta presencial en los últimos dos meses, un dato que denota la dificultad de la atención en este sentido.

Respuesta conjunta de los agentes implicados en la prevención y atención de la cronicidad

En este sentido, la presidenta de la POP, Carina Escobar, asegura que los datos del estudio muestran que existe un “grave” problema de continuidad asistencial que el SNS no ha sabido solucionar en un año y medio de pandemia. Además, subraya que se necesita “con urgencia” una respuesta conjunta de todos los agentes implicados en la prevención y atención de la cronicidad para abordar esta situación y tomar medidas para frenar y revertir la desprotección de los pacientes, que siguen viendo como su salud empeora en esta quinta ola de contagios.

Así, desde la POP se ponen sobre la mesa una serie de propuestas para revertir esta situación asistencial actual, que pasan por priorizar a las personas con enfermedad crónica en las políticas y estrategias de salud pública, ya que, en la opinión de los expertos, se debe apostar más por la prevención como palanca de cambio del nuevo modelo de atención del SNS, que tenga en cuenta la especial vulnerabilidad de las personas que tienen un diagnóstico de una enfermedad crónica.

Además, entre las medidas, está apostar por la cogobernanza en el SNS para que se tenga en cuenta la participación de las organizaciones de pacientes; retomar y agilizar la atención sanitaria a las personas con enfermedad crónica o a la espera de un diagnóstico; y garantizar el acceso a los tratamientos, eliminando las trabas administrativas (caducidad de la receta, visados, etc ) y dotando de los recursos necesarios al sistema, teniendo en cuenta las limitaciones de movilidad y el contexto social de las personas con enfermedad crónica.

Desde la POP también creen necesario reorganizar e invertir más en atención primaria y comunitaria, ya que, si la primaria se satura, el sistema se colapsa y apuestan por definir un nuevo modelo que combine la presencialidad con la atención telemática, que recoja y comparta datos para disponer de información a la hora de tomar decisiones sobre la salud de los pacientes y que atienda también las necesidades emocionales y la salud mental.

Organizar circuitos diferenciados y retomar la presencialidad en las consultas

Durante la presentación de los resultados de este estudio, el tesorero del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Enrique Guilabert, señaló que para dar soluciones a los problemas de los pacientes crónicos hay que organizar circuitos “bien diferenciados” y ha apostado por la presencialidad en las consultas porque los médicos deben “sentir, escuchar y estar cerca” de los pacientes para asegurar una atención “de calidad”, al tiempo que ha destacado la importancia de la corresponsabilidad de los propios pacientes, que deben formar parte activa del sistema sanitario.

Por su parte, el secretario general del Consejo General de Enfermería, Diego Ayuso, solicitó inversión en atención primaria para poder atender las necesidades urgentes de los pacientes, ya que, en su opinión, España es uno de los países de la Unión Europea que menos recursos económicos destina en este sentido y ha reivindicado la necesidad de aumentar las ratios de enfermeras para que puedan atender no solo casos Covid, o vacunación, sino a los pacientes crónicos.

De la misma manera, el director de servicios técnicos del Consejo General de Farmacéuticos de España, Antonio Blanes, manifestó que desde su área sería necesario apostar y afianzar la atención farmacéutica domiciliaria, así como la dispensación de medicamentos hospitalarios en la farmacia comunitaria con el objetivo de dar una mayor calidad y agilidad a la atención de las personas con enfermedades crónicas.

Todos los expertos realizan, además, un llamamiento al ministerio de Sanidad y a las diferentes CCAA para que tengan en cuenta los datos de este estudio, así como las opiniones de los pacientes y de los profesionales sanitarios porque sus necesidades y su manera de trabajar han cambiado a raíz de la Covid-19 y porque consideran que es una “necesidad real y urgente” cambiar el modelo asistencial para no dejar atrás a ningún paciente.

Las personas interesadas pueden acceder aquí para consultar y descargar del informe  el ‘Estudio del impacto de la COVID-19 en las personas con enfermedad crónica’.