Los expertos participantes en el Congreso de la International Association for the Study of Pain (IASP) coincidieron en la necesidad de abogar por el modelo holístico y multidisciplinar más allá de la clínica para abordar el dolor crónico.

Los nuevos paradigmas en la investigación del dolor abren distintas perspectivas para el tratamiento del dolor crónico y mejorar el bienestar de estos pacientes. Éste fue uno de los principales aspectos que se pusieron de relieve durante la jornada ‘Debatiendo sobre los últimos avances en el tratamiento del dolor’, celebrada con el patrocinio de Grünenthal y que se pudo seguir online a través del portal Dolor.com.

Geriatricarea jornada virtual de Dolor.com
Los especialistas abogan por un modelo holístico y multidisciplinar para el tratamienro del dolor más allá de la clínica e involucrar a todos los actores implicados.

El debate tomó como punto de partida el congreso online de la International Association for the Study of Pain (IASP) y sirvió como resumen y balance de las principales conclusiones expuestas durante este foro en el campo de la investigación sobre posibilidades prometedoras para los pacientes.

El coloquio estuvo conducido por el Dr. Javier de Andrés, coordinador de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, y contó con la participación del Dr. Gustavo Fabregat, anestesiólogo de la Unidad del Dolor del Hospital General Universitario de Valencia, y del Dr. Isaac Peña, coordinador de la Unidad del Dolor del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Avances en el conocimiento de la fisiopatología del dolor en la artrosis

El Dr. Fabregat inició su turno de palabra exponiendo los avances en el conocimiento de la fisiopatología del dolor en la artrosis y detalló el modelo propuesto en la IASP por la Dra. Tonia Vincent, de la Universidad de Oxford. Pese a que la artrosis es una enfermedad muy conocida, la etiología del dolor con el que cursa permanece aún en el terreno de la hipótesis.

La doctora Vincent propone la participación del factor de crecimiento neural como generador del dolor en esta patología. Este hallazgo tiene potenciales implicaciones terapéuticas, como se ha encargado de señalar el Dr. Fabregat.

El especialista del Hospital General Universitario de Valencia también destacó el trabajo de la Dr. Camilla Svensson, del Instituto Karolinska de Estocolmo, cuyos hallazgos se centran en las causas que provocan la fibromialgia, una enfermedad para la que aún no se ha encontrado un tratamiento eficaz. Según sus estudios, la fibromialgia podría tener un componente autoinmune.

Clasificar los pacientes con dolor para optimizar su tratamiento

Uno de los temas en los que hizo más hincapié el Dr. Fabregat fue la importancia de los ‘composite outcomes’ (o resultados compuestos) para medir el dolor de forma objetivable y así estratificar a los pacientes con dolor y optimizar sus tratamientos. Se trata de mediciones como el índice Q-SAP (Quantitative Symptom Assessment in Pain Disorders) que ha desarrollado el Dr. Ralph Baron, de la Universidad Christian-Albrechts de Kiel, y que mide un total de 12 indicadores para evaluar el dolor lumbar.

Estos indicadores se obtienen a través de cuestionarios a los pacientes. “Los mecanismos fisiopatológicos de cada dolor son diferentes y los tratamientos deben ser también diferentes”, explicó el Dr. Fabregat, incidiendo sobre la necesidad de personalizar los tratamientos.

En relación con la importancia de la clasificación de los pacientes con dolor de cara a optimizar su tratamiento, el Dr. Isaac Peña destacó la importancia de la inclusión del dolor crónico en la 11ª revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11).

El especialista realizó una comparativa de la ICD-11 con la 10ª revisión (ICD-10), en la que se puso de relieve cómo enfermedades que antes iban a la categoría de “otros” han sido reclasificadas como dolor crónico. “Han ampliado mucho las patologías que se incluyen para que todos los pacientes tengan su hueco y al mismo tiempo han quedado lo suficientemente definidas como para que ningún paciente pueda ser incluido en dos categorías a la vez, explicó el Dr. Peña, quien indicó que si se compara el ICD-11 con el ICD-10 puede verse que la categoría de ‘otros tipos de dolor’ se ha reducido de un 29% a un 0,76%.

Durante el coloquio también se hizo hincapié en la necesidad de colaboración entre todos los agentes implicados, directa o indirectamente, en el correcto tratamiento de los pacientes con dolor, desde los pacientes y los ciudadanos en general hasta las administraciones públicas, la industria pasando por los profesionales de la salud. “Hay que abogar por el modelo holístico”, concluyeron en señalar los dos especialistas y el moderador, entendiendo este carácter holístico y multidisciplinar más allá de la clínica e involucrando a todos los actores implicados.

Las personas interesadas pueden volver a ver aquí la jornada online ‘Debatiendo sobre los últimos avances en el tratamiento del dolor’.