Seguir una dieta alta en vegetales puede ayudar a prevenir o retrasar la Enfermedad Renal Crónica (ERC), tal y como indican las últimas evidencias científicas entorno a esta patología. Y es que una dieta con alto contenido en vegetales garantiza un adecuado consumo de fibra, mejorando la composición de la microbiota.

Una dieta alta en vegetales proporciona un destacado efecto antinflamatorio y una reducción de las toxinas urémicas, tal y como apunta un importante artículo de revisión del grupo del Dr. Juan J. Carrero (Instituto Karolinska), el cual hace una revisión de todas las investigaciones publicadas en los últimos años. Los investigadores destaca que existe poco riesgo y sí beneficios potencialmente marcados en la promoción de dietas altas en vegetales para la prevención primaria de la Enfermedad Renal Crónica y para retrasar su progresión.

Tal y como explica Alberto Caverni, dietista-nutricionista en ALCER Ebro y Miembro del grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Nefrología, “en los últimos años se está generando una evidencia que está desterrando algunas de las recomendaciones dietéticas que hacíamos a nuestros pacientes desde hace muchos años, sobre todo aquellas que restringían gran parte de alimentos vegetales para control del potasio.

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“Este documento hace una revisión de todos los estudios publicados que ponen de relevancia el efecto positivo de las dietas con alto contenido en vegetales y moderado/bajo contenido en alimentos animales para prevenir o ralentizar el avance de la ERC. También cabe destacar que el fósforo vegetal tiene una menor biodisponibilidad que el fósforo animal, por lo que los alimentos vegetales altos en proteína estarían muy recomendados”, señala el experto.

La evidencia emergente sugiere que un enfoque en la calidad y la diversidad de la dieta, especialmente con un consumo de alimentos vegetales, puede ser relevante para la prevención y el tratamiento de la ERC. A este respecto, los expertos sugieren que se deben aplicar otras estrategias para preservar una adecuada ingesta de este tipo de alimentos. Estas dietas pueden también tener beneficios adicionales en el manejo y la prevención de las complicaciones metabólicas de la ERC y el alto aporte en fibra podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, cáncer y muerte. Para el paciente renal, es relevante adaptar la ingesta de proteínas de acuerdo con el estadio de la ERC y el tipo de tratamiento renal sustitutivo (TRSR), al tiempo que se garantiza una ingesta energética suficiente.

La mitad de los pacientes en hemodiálisis padece desnutrición

Según el Estudio de Malnutrición-Inflamación en Diálisis, EMID, realizado entre 2.937 pacientes en diálisis, 2.874 pacientes en hemodiálisis (HD) y 189 en diálisis peritoneal (DP) de centros españoles, la mitad (50,7%) de los pacientes en hemodiálisis padece desnutrición moderada, severa o extrema. En el caso de los pacientes renales en DP la desnutrición alcanza al 33%; y además solo un 12,4% de pacientes en HD y 6,3% en DP recibe suplementación nutricional oral.

“La desnutrición está tan presente en el paciente con ERC que la monitorización precoz de su estado nutricional como parte del protocolo de intervención es clave para prevenir la desnutrición, y poder actuar a tiempo con el tratamiento más adecuado”, advierte la Dra. Guillermina Barril, jefa de sección de Nefrología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid.

Actualización de las guías de referencia en el campo de nutrición en el paciente renal

Recientemente, se ha publicado una actualización de las Guías KDOQI (Kidney Disease Outcomes Quality Initiative), que son las guías de referencia en el campo de nutrición en el paciente renal. En ella, se destaca el uso de suplementos nutricionales en adultos con ERC 3-5D o postrasplante con riesgo de desnutrición, durante un mínimo de tres meses, para mejorar el estado nutricional cuando el aporte dietético por sí solo no es suficiente. Con ello, se puede lograr una adecuada ingesta de energía y proteínas para cubrir los requerimientos nutricionales.

En esta línea, Danone Specialized Nutrition ha desarrollado un plan de alimentación y preparación de menús semanales para pacientes con problemas renales, siguiendo las directrices de las Guías KDOQI 2020. Estas guías estarán disponibles en las consultas de los especialistas, quienes serán los encargados de hacérselas llegar a los pacientes.

Como destaca Alberto Caverni, “este material puede servir de gran ayuda tanto los profesionales sanitarios de los servicios de nefrología como a los pacientes y familiares renales; ya que les recomienda exactamente lo que pueden comer y cómo pueden cocinarlo adaptado para los diferentes perfiles de pacientes. Se han creado planes de alimentación para cuatro perfiles: a) Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA) con buen estado nutricional B) ERCA con desnutrición o riesgo de ella C) Diálisis con buen estado nutricional y D) Diálisis con desnutrición o riesgo de la misma.

La pandemia ha impactado considerablemente en el paciente con Enfermedad Renal Crónica

Los especialistas advierten, que desde que comenzó la pandemia, un 30% de pacientes con infección por SARS-CoV-2 pueden desarrollar fracaso renal agudo (FRA), lo cual constituye un factor de riesgo independiente para la mortalidad hospitalaria. Además, el paciente renal en hemodiálisis en hospital presenta un alto grado de exposición al contagio ya que acude periódicamente al hospital. Según la Sociedad Española de Nefrología (SEN), un 33% de enfermos renales con infección por SARS-CoV-2 en España eran trasplantados renales y más del 90% de ellos necesitaron ingreso hospitalario por neumonía, con una mortalidad aproximada del 18-20%.

Para la Dra. Barril, “la pandemia ha impactado considerablemente en el paciente con ERC favoreciendo el desgaste calórico-proteico en mayor medida cuando la cascada inflamatoria propia de la infección por SARS-COV-2 estuvo presente. Adicionalmente, la disminución de la ingesta ha acentuado su desnutrición, sufriendo una a pérdida de masa y fuerza muscular y favoreciendo la sarcopenia”.