El exceso de colesterol en la sangre es un problema cada vez más común en la sociedad debido, principalmente, a distintos factores asociados hábitos nocivos como desequilibrios en la alimentación, consumo de tabaco y alcohol o al creciente sedentarismo. Por ello, es importante concienciar a la población sobre la necesidad de adoptar hábitos de vida cardiosaludables.

El colesterol es una sustancia presente y necesaria para la vida de las células del cuerpo. La mayor parte del colesterol es sintetizado de manera endógena por el hígado, pero también es incorporado de manera exógena a través de la alimentación, en especial de aquellos alimentos con un alto contenido en grasas saturadas.

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Algunas cepas probióticas contribuyen a regular el colesterol al reducir su absorción

En este sentido, el consumo excesivo de productos de origen animal, tales como huevos, lácteos enteros, carnes rojas, mariscos y vísceras y casquería, así como el abuso de productos procesados y bollería industrial elevan considerablemente el nivel de colesterol en sangre y pueden desencadenar hipercolesterolemia. El riesgo de hipercolesterolemia está presente en un amplio grupo de la población, y por ello es fundamental seguir las recomendaciones que ofrecen los expertos:

  • Reducir las grasas, especialmente animales, que acaban depositándose en los vasos sanguíneos
  • A la hora de consumir carne es preferible escoger las piezas magras y eliminar la grasa visible que presente
  • Siempre que se pueda optar por el pescado, especialmente el azul que es rico en ácidos grasos Omega-3
  • Evitar cocinar en abundante grasa y decantarse en mayor medida por el aceite de oliva
  • Moderar el consumo de pastelería industrial y en su lugar optar por cereales integrales ricos en fibra y fruta
  • Evitar el tabaco y limitar la ingesta de bebidas alcohólicas
  • Realizar habitualmente ejercicio físico moderado

Algunas cepas probióticas disminuyen los niveles de colesterol

La microbiota intestinal influye en la salud cardiovascular. La composición y las funciones de la microbiota intestinal pueden verse alteradas por factores externos asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, como la obesidad, el sedentarismo, el alcohol y el tabaco y determinados patrones dietéticos.

Para combatir estos factores externos, así como para fortalecer nuestra microbiota, es esencial mantener una dieta saludable y rica en alimentos de origen vegetal ricos en fibras prebióticas, así como suplementarla con probióticos.

Numerosos estudios han demostrado la capacidad de algunas cepas para disminuir los niveles de colesterol y aumentar la relación HDL/LDL. Algunas cepas probióticas contribuyen a regular el colesterol ya que reducen su absorción y lo captan directamente a través de las membranas de las células bacterianas. Además, también reducen la reabsorción del colesterol unido a las sales biliares e inhiben la síntesis hepática de colesterol a través de la formación de ácidos grasos. Por tanto, juegan un papel fundamental en nuestra salud cardiovascular.

Lactoflora, la marca de STADA para el cuidado y la prevención de la salud y el bienestar especializada en probióticos, ha presentado recientemente el nuevo Lactoflora Colesterol, que contiene 1.200 millones de UFC de 3 cepas de Lactobacillus plantarum (CECT 7527, CECT 7528 y CECT 7529), ácidos grasos Omega-3 (de origen vegetal) y Vitamina B1. El ácido graso esencial ALA (ácido alfa-linoleico derivado de las semillas de chía) contribuye a mantener unos niveles normales de colesterol, y la vitamina B1 o tiamina contribuye al funcionamiento normal del corazón. 

Otros beneficios de los probióticos son:

  • Ayudan a recuperar el equilibrio de la flora intestinal y por lo tanto el correcto funcionamiento de nuestro aparato digestivo
  • Ayudan a reforzar e incrementar nuestras defensas
  • Pueden mejorar los trastornos digestivos como la diarrea, el estreñimiento, pesadez, gases y mal aliento
  • Mejoran la absorción de nutrientes como el calcio y nos ayudan a digerir mejor la comida
  • Producen vitaminas y otras sustancias beneficiosas para el organismo, por ejemplo vitaminas del grupo B y vitamina K
  • Ayudan a prevenir y mejorar los síntomas de enfermedades inflamatorias a nivel intestinal y también a nivel cutáneo
  • Ayudan a prevenir alergias alimentarias