La Plataforma de Mayores y Pensionistas de España se hace eco de la campaña de concienciación de la ONU «La Resiliencia y la contribución de las mujeres mayores», y plantea una importante cuestión ¿Cómo va a compensar la sociedad a las mujeres mayores tras una vida dedicada plenamente a los cuidados?

La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) considera que hay que poner en valor de los cuidados, dados los datos aportados por estudios realizados por el Instituto de Estudios Fiscales (Ministerio de Hacienda) y por Analistas Financieros Internacionales (AFI). Y es que, en ellos se demuestra que si los millones de horas de trabajo en cuidados de las mujeres se externalizaran y profesionalizaran tendrían un coste a precio de mercado en torno a 100 mil millones de euros al año (8 puntos del PIB).

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La PMP se plantea cómo puede compensar la sociedad a las mujeres mayores tras una vida dedicada plenamente a los cuidados

Así, partiendo de estos datos, para la PMP habría que encontrar la forma de reparar y compensar el montante a recibir por esas mujeres en sus pensiones futuras, en el contexto del complemento para la reducción de la brecha de género, no con cargo a cotizaciones (que no hubo), si no al crecimiento del PIB, al que contribuyeron con su trabajo de cuidados.

En este sentido, La PMP destaca que la participación activa y la integración de las mujeres mayores es clave para la construcción de una sociedad mejor, más positiva, al tiempo que reclama que estén en plena igualdad que los hombres, normalizando su papel en la sociedad, que, además, se trata de un papel activo y saludable. Así, Ángel Rodríguez Castedo, presidente de la Plataforma, afirma que “la sociedad no puede permitirse el lujo de no contar con ellas, dado todo lo que han aportado y aportan”.

PMP: «“Las mujeres tienen pensiones más bajas porque tienen más problemas de integrarse laboralmente debido al problema de los cuidados que dificulta o hace imposible conciliar la vida laboral con la familiar”.

Dar voz a quienes no la tienen

La pandemia de la Covid-19 ha expuesto las desigualdades que existían de base y ha intensificado los impactos socioeconómicos, ambientales, climáticos y de salud en la vida de las personas mayores, especialmente en las mujeres mayores que constituyen la mayoría de las personas de edad avanzada.

Tal y como advierte la ONU, a pesar de que las mujeres mayores continúan contribuyendo significativamente en la vida política, civil, económica, social y cultural, sus aportaciones y experiencias siguen siendo invisibles y desatendidas, limitadas por las desventajas de género acumuladas a lo largo de la vida. La intersección entre la discriminación basada en la edad y el género agrava las desigualdades nuevas y existentes, incluidos los estereotipos negativos que combinan discriminación por edad y sexo.

En este contexto, la vicepresidenta de la PMP, Adela Cabezas, reclama que las mujeres mayores “deben ser oídas, escuchadas y tenidas en cuenta” por parte de los poderes públicos y la sociedad, sobre todo, debido a su activismo, compromiso y trabajo diario para enfrentarse a las desigualdades, sobre todo en aquellos contextos pasados en los que la discriminación y el maltrato estaban justificados y normalizados.