Según datos de la OMS, cada año hasta 650.000 personas mueren por enfermedades respiratorias relacionadas con la gripe estacional. Por ello, resulta de gran importancia saber como proteger la salud de los colectivo más vulnerables ante los cambios de estación y la llegada del invierno.

El sistema inmunitario es la defensa del cuerpo frente a microorganismos patógenos (como bacterias o virus) y sustancias que considera extrañas o dañinas. Mediante una serie de procesos que conforman la “respuesta inmune”, el sistema inmunológico reconoce, ataca y se defiende de esos microorganismos y sustancias causantes de enfermedades.

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Las personas mayores pueden tener debilitado el sistema inmunitario y requieren de una mayor atención ante los cambios estacionales

Como indica la Dra. Ana Ortiz, gerente del área de salud de Farmasierra, “en principio, un cuerpo sano pone en funcionamiento su sistema inmune ante la agresión de patógenos. No obstante, hay situaciones en las que el sistema inmunitario de las personas sanas se puede ver comprometido produciéndose una disminución de las defensas.

Seis recomendaciones para cuidar del sistema inmunitario

Para evitarlo esta experta propone una serie de recomendaciones para cuidar del sistema inmunitario de las personas mayores ante la inminente llegada de la época invernal y la epidemia de gripe:

  • Llevar una dieta saludable, variada y equilibrada: rica sobre todo en frutas y verduras.
  • Hidratarse adecuadamente: aunque en invierno se puede no tener la misma sensación de sed debido al frío, es necesario que se siga bebiendo suficiente agua.
  • Hacer ejercicio moderado de manera regular: mantenerse en forma ayuda a prevenir enfermedades. También es importante elegir ropa más abrigada si se hace ejercicio en el exterior y evitar que el cuerpo se enfríe por el sudor generado.
  • Evitar el estrés y cuidar el descanso: tener unos hábitos del sueño saludables es imprescindible para el buen desarrollo del sistema inmunológico. Está demostrado que el estrés durante períodos largos de tiempo incide directamente en la habilidad del sistema inmunitario para mantener en las defensas.
  • Evitar los contrastes fuertes de frio y calor y llevar ropa adecuada: prendas de abrigo resistentes al viento y a la humedad y utilizar varias capas de ropa ligeras y cálidas. Generalmente se aconseja llevar tres capas:
    – la primera, en contacto con la piel, de tejido transpirable que evacúe la humedad y mantenga la temperatura corporal
    – una segunda que estabilice la temperatura
    – una tercera (chaqueta) que impida que se pierda calor
  • Proteger la cabeza, las manos y los pies: son las zonas del cuerpo donde se produce mayor pérdida de calor y más susceptibles de congelación, por lo que deben estar protegidos con prendas, recomendablemente, de algodón o lana.
  • Mantener los hogares libres de virus y bacterias, procurando que la casa este siempre limpia, cerrar las ventanas de los dormitorios por la noche y ventilar las habitaciones durante el día.
  • La ingesta de algunos suplementos y probióticos específicos. Hoy en día, existen algunos probióticos (microorganismos vivos, principalmente bacterias) que, tras ser ingeridos en cantidades suficientes, mejoran el equilibrio microbiano intestinal, tienen capacidad de estimular la reacción inmunitaria de nuestro cuerpo y confieren beneficios para la salud del huésped.