El sobrepeso y la obesidad constituyen uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedad cardiovascular. Además, la obesidad, una enfermedad sumamente prevalente, es un factor de riesgo de insuficiencia cardiaca y puede duplicar el riesgo de desarrollarla.

La obesidad es una enfermedad con tendencia epidémica, de etiología multifactorial y en algunos casos sumamente compleja, siendo la causa de múltiples complicaciones metabólicas bien conocidas. Así, el riesgo de insuficiencia cardiaca se incrementa un 5% en hombres y un 7% en mujeres por cada punto de incremento en el índice de masa corporal, tal y como apuntan numerosos estudios.

Pese a ello, diagnosticar esta enfermedad en el paciente con obesidad es un reto importante porque su principal síntoma, que es la intolerancia al esfuerzo, se suele atribuir a la propia obesidad en lugar de a la insuficiencia cardiaca.

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La obesidad incrementa el riesgo de insuficiencia cardiaca

Precisamente con el objetivo de facilitar el diagnóstico precoz de la insuficiencia cardiaca y su manejo en el paciente con obesidad, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) han elaborado un documento de consenso bajo el título Detección y manejo de la insuficiencia cardiaca en el paciente con obesidad.

Tal y como apunta la Dra. Raquel Campuzano, una de las autoras del documento y presidenta anterior de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC, “el diagnóstico de la insuficiencia cardiaca en estos casos, especialmente en fases iniciales, constituye un auténtico desafío clínico porque los pacientes con obesidad presentan con frecuencia otras comorbilidades que hacen aún más complejo su diagnóstico”.

Factores de riesgo para la insuficiencia cardiaca en el paciente con obesidad

La insuficiencia cardiaca se produce cuando el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre al organismo. Entre sus síntomas se encuentran la disnea (falta de aire por causa cardiaca) y la dificultad para realizar ejercicio o actividades físicas habituales.

La evaluación de estos síntomas y signos es un elemento clave para llegar al diagnóstico, aunque es necesario realizar exploraciones complementarias para confirmarlo. “Además de la intolerancia al esfuerzohay algunas características que la hacen más específica de la insuficiencia cardiaca, como la presencia de bendopnea (disnea al atarse los zapatos) y ortopnea (disnea más evidente al acostarse)”, explica el Dr. Vicente Arrarte, miembro de la SEC y también autor del documento.

Por otro lado, “sabemos que la edad mayor de 65 años, la presencia de hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, antecedentes de cardiopatía isquémica y fibrilación auricular son factores de riesgo que aumentan la probabilidad de insuficiencia cardiaca en el paciente con obesidad, advierte la Dra. Raquel Campuzano, señalando que “muchos de ellos concurren en estos pacientes”.

En cuanto a las herramientas diagnósticas, un electrocardiograma normal tiene un excelente valor predictivo negativo para descartar la insuficiencia cardiaca. Asimismo, la medición de biomarcadores plasmáticos, con matices que se explican en el documento, la ecocardiografía y otras técnicas de imagen son clave para llegar al diagnóstico.

En este sentido, el documento de consenso repasa qué pruebas se aconseja solicitar desde las consultas de endocrinología ante síntomas y signos de sospecha de insuficiencia cardiaca en los pacientes con obesidad. También incluye un abordaje global de los factores de riesgo y plantea el tratamiento inicial, así como la derivación y coordinación con cardiología.

“El diagnóstico y tratamiento precoz de la insuficiencia cardiaca en personas con obesidad conlleva mejor pronóstico, por lo que aunar esfuerzos entre especialidades siempre es positivo”, recalcan la Dra. Campuzano y el Dr. Arrarte.

Con este documento el endocrinólogo, especialista dedicado a la atención global del paciente con obesidad, al estudio y tratamiento de sus complicaciones asociadas, ahora cuenta con una herramienta de ayuda clave más para conseguir realmente un abordaje integral. Esta publicación complementa la guía de abordaje de la obesidad y muestra el carácter multidisciplinar que puede requerir la atención de las personas que viven con obesidad.

El documento «Detección y manejo de la insuficiencia cardiaca en el paciente con obesidad» está disponible en este enlace.