Uno de los síntomas más frecuentes en las personas con Parkinson es la disartria hipocinética, una alteración del habla, que provoca una voz débil y una articulación lenta y monótona. Se estima que entre el 60y el 80% de los pacientes de Parkinson presentan alteraciones del habla y aumenta con la progresión de la patología, advierte el Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM).

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por síntomas motores, como el temblor y la lentitud de movimiento, pero también otros, como ansiedad, problemas cognitivos, disfagia o alteraciones de la voz y el habla. Así, la enfermedad de Parkinson puede afectar a la capacidad de comunicación y deglución.

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La enfermedad de Parkinson puede provocar la aparición de una voz de baja intensidad y una articulación del habla alterada

En este sentido, José Carlos Fernández, logopeda especialista en Parkinson y vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM) destaca que “la logopedia puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con Parkinson a través de diferentes técnicas y terapias”.

Este especialista recalca que es importante que los logopedas intervengan con estos pacientes para trabajar aspectos de la voz y del habla, ya que “la enfermedad de Parkinson puede provocar la aparición de una voz de baja intensidad y una articulación del habla alterada, debido a que los movimientos orales se producen con dificultad en el control del movimiento. También se pueden producir alteraciones en el ritmo del habla, así como en la respiración, lo que incita que, muchas veces, el habla sea ininteligible”.

La enfermedad de Parkinson puede afectar al habla de diferentes maneras. Por lo tanto, el tratamiento óptimo debe ser individualizado y centrado en la sintomatología y el estadio en el que se encuentra. “Si la persona está en un estadio inicial, requerirá de un tratamiento intensivo, con un alto número de repeticiones centradas en el objetivo fijado. Dicha intervención debe realizarse con una dosificación adecuada a la persona, y lo trabajado en la clínica se debe transferir al día a día de la persona”, indica el logopeda especialista en Parkinson del CPLCM.

Los logopedas deben fijar unos objetivos específicos, pero también hacer un seguimiento continuado de la progresión de la enfermedad y adaptar las terapias a la mayor intensidad que sea posible para cada persona. “Sin olvidarnos de la importancia que tiene mantener un óptimo núcleo social, así como un correcto abordaje interdisciplinar de las funciones cognitivas, emocionales y motóricas”, apunta José Carlos Fernández.

Mejorar la comunicación y la capacidad para tragar

La logopedia puede ayudar a mejorar la comunicación y la capacidad para tragar en las personas con Parkinson. Mediante diferentes terapias y ejercicios, los logopedas pueden fortalecer los músculos de la garganta y la lengua con el fin de facilitar y coordinar los movimientos necesarios para que la comunicación resulte efectiva y la deglución sea segura y eficaz. De esta manera, “contribuimos a dotar a la persona de una independencia y funcionalidad durante el mayor tiempo posible”, recalca el logopeda.

Además, desde hace unos años, existe un método rehabilitador logopédico, cada vez más estudiado y evidenciado, muy efectivo a nivel vocal y deglutorio en pacientes con Parkinson: el método LSVT-Loud o Lee Silverman Voice Treatment.

Se trata de un tratamiento de voz que estimula y educa al paciente para producir una voz más alta, pero que también entrena la deglución. Se realiza mediante una intervención intensiva de 16 sesiones en un mes y se centra en aumentar el esfuerzo vocal para ampliar los movimientos motores. Para ello, utiliza técnicas de realimentación auditiva y ejercicios específicos con los que se consiguen beneficios en dichas áreas.

“Los estudios han demostrado que el método LSVT puede mejorar la calidad del habla, aumentar la intensidad de la voz y favorecer la función de la deglución en personas con enfermedad de Parkinson. Además, los efectos positivos del tratamiento pueden durar hasta dos años después de completar el programa”, asegura el logopeda del CPLCM.