La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el Instituto #SaludsinBulos recomiendan a los pacientes con patologías crónicas que en los meses de verano hagan ejercicio físico en sus casas para mejorar su condición y ganar en autonomía funcional sin arriesgarse a los golpes de calor.

Según el Eurobarómetro de la Unión Europea, casi la mitad de la población adulta en España reconoce no practicar ningún ejercicio físico ni en casa ni en la calle. Esta cifra incrementa en pacientes con enfermedades crónicas, puesto que tienen miedo de practicar ejercicio en los meses de calor, tal y como indica Miguel Aragón, fisioterapeuta colaborador de #SaludsinBulos y coordinador de la plataforma de ejercicios 10Mets. Asimismo, un estudio publicado recientemente en la revista Circulation confirma que 1 de cada 100 muertes cardiovasculares puede atribuirse a las temperaturas extremas. 

Según advierte el doctor Francisco José Sáez Martínez, coordinador del Grupo de Trabajo en Cronicidad de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), “en redes sociales circula desinformación que desaconseja el ejercicio físico en este colectivo y que puede afectar a su forma física y aumentar su morbimortalidad. Por ello, hemos decidido llevar a cabo un listado de ejercicios recomendados con información veraz para que estos pacientes puedan practicar deporte de forma segura y saludable desde sus hogares pese a las altas temperaturas del exterior”.

El ejercicio físico en el domicilio mejorar la condición de los pacientes crónicos y les permite ganar autonomía funcional

La SEMG y #SaludsinBulos señalan que realizar ejercicio puede llevarse a cabo sin riesgo para la salud en las olas de calor, si se realiza en casa y supervisado por especialistas. “Hoy en día hay muchas opciones para hacer ejercicio de forma segura y saludable en casa. Con una adecuada ventilación e hidratación y realizando los ejercicios adecuados, los beneficios para estos colectivos están contrastados”, afirma el doctor Sáez Martínez.

Igualmente, indica que “en aquellas enfermedades crónicas más frecuentes y graves en nuestro país el ejercicio físico plantea mejoras. En el control de la diabetes favorece la pérdida de peso, debido al consumo de grasas por parte del músculo en actividad y proporciona una reducción de la dosis de insulina si la práctica deportiva es regular”.

El Colegio Americano de Medicina Deportiva recomienda que la temperatura ambiente perfecta para que las personas de tercera edad, con enfermedades crónicas, lleven a cabo ejercicio físico en sus hogares, debe situarse entre los 18 y los 22 grados.

Cabe destacar que los ejercicios siempre deben ser supervisados por un experto y personalizados en función de la condición física del paciente. Según los resultados de un estudio publicado en la revista Sports Medicine, el entrenamiento supervisado mejora las medidas de equilibrio y fuerza o potencia muscular, en mayor medida.

Según el Dr. Pablo Berenguel, responsable del Grupo de Trabajo de Medicina Deportiva de la SEMG, “es importante tener en cuenta que cada persona es única y el ejercicio siempre debe ser ajustado a sus características individuales fisiológicas y patológicas. Del mismo modo, las recomendaciones pueden variar según la condición médica específica”.

Las rutinas recomendadas en el listado que se indica a continuación incluyen tanto ejercicios de flexibilidad y estiramiento como de fuerza con peso ligero, respiración y de moderada intensidad, entre otros. De tal manera, que son pautas para ayudar a mejorar la musculatura, reducir el dolor y aumentar la independencia funcional:

  1. Realiza siempre ejercicio bajo la supervisión de expertos: Es importante siempre consultar siempre antes a un profesional para personalizar los ejercicios.
  2. Ejercicios de flexibilidad: Los ejercicios deben ser suaves y lentos para mejorar la flexibilidad. Hay que mantener cada estiramiento durante al menos 15-30 segundos, sin rebotar y prestar especial atención a las áreas con mayor rigidez o tensión muscular.
  3. Ejercicios de fuerza con peso ligero: Es recomendable usar pesos ligeros o bandas elásticas para todos los grupos musculares principales de la economía sistémica musculoesquelética, con 2 a 3 series de cada ejercicio, con 10 a 15 repeticiones por serie, incrementando gradualmente la carga.
  4. Ejercicio aeróbico de intensidad moderada: Son actividades de bajo impacto, ya sea andar por casa, bicicleta estática o bailar, realizando al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado por semana, distribuidos en sesiones de al menos 10 minutos.
  5. Ejercicios en silla: Hay muchos ejercicios que se pueden hacer mientras se está sentado y esto puede ser muy útil para las personas que tienen dificultades con la movilidad o el equilibrio. Algunos ejercicios podrían ser levantamientos de piernas, giros del torso, y levantamiento de brazos.
  6. Ejercicios de respiración y control del esfuerzo: Hay que generar una respiración controlada y profunda durante el ejercicio escuchando al cuerpo, que aporta una respuesta.
  7. Pilates: Se enfoca en el control del cuerpo y la respiración, y puede ser de intensidad muy baja.
  8. Ejercicios de agua: Los ejercicios acuáticos pueden ser una excelente opción ya que el agua proporciona resistencia para un buen entrenamiento, pero también es fácil para las articulaciones. 
  9. Juegos de equilibrio y coordinación: Actividades como lanzar y atrapar una pelota o juegos de equilibrio pueden ser también además de divertidos, beneficiosos.
  10. Hidratación: Es fundamental beber agua antes, durante y después del ejercicio para evitar la deshidratación.

Por último, además de los beneficios físicos que se pueden llegar a experimentar tras el ejercicio físico diario, el doctor Sáez Martínez, señala que «el ejercicio físico también tiene evidentes beneficios psíquicos, haciendo que la persona se sienta mejor”. De tal manera que ayuda a combatir el sentimiento de soledad, muy común en las personas de edad avanzada.