Geriatricarea Sara González Blázquez Amavir



Un artículo de Sara González,
jefe médico del Grupo Amavir


La aproximación teórico-práctica a las terapias no farmacológicas se ha practicado desde los orígenes de la medicina y constituye un pilar fundamental en el manejo y tratamiento de enfermedades crónicas. El Tratado de Cicerón de la Vejez ya reflejaba que “no todos los ancianos se convierten en dementes; solo aquellos que no mantienen el interés por las actividades físicas y mentales”.

Por ello, se considera de vital importancia actualizar el estado actual de definición e implantación de este tipo de prácticas en centros sanitarios y sociosanitarios de nuestro país; conocer algunos ejemplos de terapias innovadoras y presentar algunas propuestas y conclusiones sobre cuáles son sus beneficios y sus principales aspectos a mejorar.

Geriatricarea envejecimiento ejercicio
La eficacia de las terapias no farmacológicas en la tercera edad ha sido ampliamente respaldada por la investigación científica



En qué consisten las terapias no farmacológicas

Las terapias no farmacológicas (TNF) son intervenciones que buscan mejorar la salud y el bienestar de las personas mayores sin el uso de medicamentos. Estas terapias se centran en aspectos físicos, psicológicos, sociales y emocionales, reconociendo la complejidad de las necesidades de esta población. 

Su objetivo principal es mejorar la calidad de vida y promover la autonomía de los adultos mayores. Su uso e implantación en centros sanitarios y residenciales contribuyen a mejorar y mantener la calidad de vida de los individuos durante la tercera edad.

Es importante señalar que estas terapias tanto a residentes con deterioro cognitivo (en sus diversas fases) como a aquellos que no lo padecen. La metodología aplicada se ajustará en función del perfil de cada persona a través de un plan específico de implantación que tendrá en cuenta las capacidades mantenidas para potenciarlas, rutinas, capacidades en pérdida, debilidades, para intentar rehabilitarlas en la medida de lo posible, y siempre que coincidan con lo que ellos quieren, es decir, como nuestro modelo asistencial dice: Guiados por Ti.

Eficacia de las terapias no farmacológicas en la tercera edad

La eficacia de las terapias no farmacológicas en la tercera edad ha sido ampliamente respaldada por la investigación científica. Estas terapias han demostrado ser eficaces en la gestión de diversos síndromes geriátricos, como la demencia, la depresión, la ansiedad, vinculadas sobre todo a enfermedades neurodegenerativas.

Además, contribuyen a prevenir la discapacidad y a mantener la independencia funcional de los adultos mayores. Ejemplos de terapias no farmacológicas que han demostrado eficacia incluyen la fisioterapia, la terapia ocupacional, la musicoterapia y la terapia cognitivo-conductual. 

Beneficios de las terapias no farmacológicas

Entre las principales ventajas de la aplicación de terapias no farmacológicas en adultos mayores podemos encontrar: 

  • Promoción de la autonomía. Las terapias no farmacológicas empoderan a los pacientes mayores: promueven su capacidad funcional, su independencia en las actividades rutinarias y su desarrollo integral en esta etapa vital.

  • Conexión con el entorno. Además, este tipo de intervención impide la desconexión con su entorno, limita su estrés  y evita reacciones psicológicas anómalas, mientras se contribuye a ralentizar la evolución de la enfermedad.

  • Sin efectos secundarios. A diferencia de los medicamentos, las TNF apenas tienen efectos secundarios, lo que ayuda a reducir el riesgo de complicaciones derivadas de su administración.

  • En general, mejora de la calidad de vida. Por todo ello, se afirma que estas terapias contribuyen a reducir el dolor, la depresión, el estrés y la ansiedad. 

Ejemplos de terapias innovadoras en geriatría 

En la actualidad existe un amplio abanico de terapias no farmacológicas que se pueden poner en práctica con los residentes, entre las que se pueden destacar: 

  • Estimulación y entrenamiento cognitivo
    Numerosos estudios señalan que las actividades cognitivas basadas en la evocación, procesamiento de la información, aprendizaje o refuerzo de capacidades cognitivas permiten una mejora de las operaciones cognitivas específicas y aumentan las conexiones sinápticas en los pacientes.

  • Musicoterapia
    Utilizar la música de manera de forma activa y pasiva para estimular el funcionamiento neurológico, provocando respuestas emocionales vinculadas con algún momento de sus vidas.

  • Reminiscencia
    A través de acontecimientos personales o experiencias pasadas, se ayuda a reconstruir la historia vital de cada residente y a dar valor a la trayectoria propia de cada uno, a las personas con las que han convivido y a los sucesos más importantes de su vida.

  • Psicoterapia
    También se puede llevar a cabo sesiones de aprendizaje de estrategias cognitivo-conductuales para soportar el estrés y el descontrol derivado de la pérdida de capacidades cognitivas.

  • Intervenciones sensoriales
    Los estímulos constituyen el principal medio de recepción de información del exterior. Con este tipo de intervenciones se favorecen las acciones cognitivas, se mejora la afectividad y la conducta. Aquí entran todas las actividades en salas multisensoriales y las actividades multisensoriales incluidas dentro de las unidades de convivencia.

  • Ejercicio físico
    El ejercicio aeróbico (pautado y controlado), mediante órdenes verbales o imitación, ayuda a mejorar la resistencia, la flexibilidad, la coordinación o el equilibrio.

  • Terapias de luz
    En sesiones realizadas con residentes se ha comprobado que utilizar luz de distintas frecuencias e intensidades logra una mejor sincronización del ritmo circadiano natural de sueño y vigilia.

  • Relajación
    Las actividades de relajación (tanto las que nos ofrecen como la auto-relajación) permite que el mayor libere tensiones muscular, ansiedad y preocupaciones no verbalizadas.

  • Arteterapia y terapia recreativa
    Crear obras artísticas (pintura, teatro, escultura) o llevar a cabo actividades lúdicas inciden en una mejoría global del estado de salud y bienestar del adulto mayor.

  • Terapias con animales
    La rutina diaria puede resultar tediosa para las personas mayores. No obstante, las sesiones con diferentes tipos de animales (perros, gatos, aves) les motivan de forma notable y fomentan un desarrollo global de todas sus capacidades, especialmente la afectiva-conductual.

  • Actividades intergeneracionales
    Está completamente comprobado el beneficio de las actividades de personas mayores con niños y jóvenes, pero no solo para los mayores, sino a veces mucho más para los segundos, que tienen la posibilidad de mejorar con personas con una mochila llena de experiencia y darse cuenta, que la vejez, es una parte de la vida a la que todos queremos llegar, y de la que tenemos muchos que aprender, de sus vivencias, unas veces para no repetirlo y en la mayoría para disfrutarlo y seguir ejemplos.

  • Intervenciones múltiples
    La combinación de las terapias anteriores (por ejemplo, musicoterapia y actividad física constituye una gran oportunidad para poner en marcha tratamientos innovadores en la atención y cuidado de las personas mayores).

Desde Amavir, y a través de nuestro modelo Guiados por ti, promovemos el desarrollo y el bienestar global del mayor en todas sus actividades diarias. A través de un plan de atención individualizada y de la validación de la propia persona y de su historia vital, se lleva a cabo una actuación totalmente personalizada, caracterizada por un marco de atención centrada en la persona, que permite gestionar de manera efectiva las posibles patologías, alteraciones de conducta y complicaciones que puedan surgir en su estado general.

Al conocer su historia de vida, podemos establecer y fortalecer el vínculo afectivo con ellos, ofrecer un espacio de confianza y seguridad y defender siempre su dignidad y su máximo nivel de autonomía. Todo ello con una actitud empática y una visión holística del individuo, otorgando a la comunicación verbal y no verbal la importancia que merecen.

Cómo implantar las terapias no farmacológicas en residencias de mayores

El abordaje de las terapias no farmacológicas en residencias de mayores es un enfoque interdisciplinario que involucra a diversos grupos profesionales. Estos incluyen médicos geriatras, enfermeros especializados en gerontología, terapeutas físicos y ocupacionales, psicólogos, trabajadores sociales, y personal de recreación y actividades. 

En las residencias de mayores Amavir, cada uno de estos profesionales desempeña un papel fundamental en el diseño e implementación de planes de tratamiento personalizados para los residentes.

La necesaria formación de profesionales de geriatría en TNF

Para proporcionar terapias no farmacológicas de alta calidad en geriatría, los profesionales deben recibir una formación adecuada en estas áreas. Esto incluye la comprensión de las necesidades específicas de la población geriátrica, la selección y aplicación adecuada de las terapias, y la evaluación continua de los resultados. La formación interdisciplinaria y la actualización constante son esenciales para mantenerse al día con las mejores prácticas en el cuidado de personas mayores.

En definitiva, las terapias no farmacológicas desempeñan un papel crucial en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores. Su eficacia, enfoque integral y enfoque interdisciplinario las convierten en un componente fundamental en el cuidado geriátrico.

Los profesionales que trabajamos en residencia de mayores, debemos estar capacitados y comprometidos en la implementación de estas terapias de la mano del personal de planta que debe estar formado también, ya que son los primeros en tener que responder ante determinadas actitudes que se pueden reconducir sin tratamientos farmacológicos.