Las medidas específicas por la edad se exigen desde la Dirección General de Tráfico (DGT) para la validación del carnet de conducir son una clara violación de los derechos de las personas mayores, tal y como denuncia la Asociación Provincial de Mayores y Pensionistas de Madrid (UDP Madrid).

Evitar el fallecimiento de las personas mayores en las vías urbanas e interurbanas es la principal medida que contempla la Estrategia de Seguridad Vial 2030 para reducir la siniestralidad. Esto se consigue expulsando a las personas mayores de la carretera con, entre otras medidas, la reducción de los plazos para la renovación de los permisos de conducción o la modificación del protocolo de exploración médica-psicológica, introduciendo un informe psicotécnico más riguroso y específico, señala UDP Madrid.

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UDP Madrid considera que las medidas específicas por la edad para la validación del carnet de conducir violan los derechos de las personas mayores

A juicio de esta entidad, el estableciendo unos requisitos para la renovación del carnet de conducir diferentes en función de la edad es claramente discriminación por carácter de edad y la califica de anticonstitucional.

Además de estas medidas, UDP Madrid denuncia que las reiteradas declaraciones de los responsables de tráfico estigmatizan al colectivo de mayores, condicionando el comportamiento de los responsables las pruebas para renovar el carné de conducir y minando la estima de las propias conductoras y conductores de mayore edad.

Y aunque los mayores son un colectivo de mayor riesgo como peatones, por el contrario, como conductores son los que menos accidentes causan o en los que menos son declarados culpables, aun siendo también, obviamente, los que peor parados salen del accidente.

Por otra parte, la propuesta de restricción de los permisos de conducir a las personas de edad avanzada «surge tras décadas reduciendo de forma importante el transporte público, desmantelando la red ferroviaria de cercanías, disminuyendo drásticamente los servicios sanitarios y sociales de atención primaria, destruyendo el comercio de proximidad, reemplazado por las grandes superficies a las que solo se accede en coche privado. Años, décadas planificando un uso de territorio en el que el coche privado es la única alternativa para el primer kilómetro», recalca UDP Madrid. En este contexto, y más en el ámbito rural, el carnet de conducir es para las personas mayores «una cuestión de supervivencia«.

UDP Madrid denuncia que la única razón a la hora de explicar unas restricciones asociadas exclusivamente a la edad es la presencia de estereotipos y prejuicios entre los gestores y comunicadores de las políticas de tráfico de nuestro país, «algo que tiene un nombre, edadismo, algo que como organización de personas mayores combatimos«.

Por todo ello, desde esta entidad se pide la DGT y al Ministerio del Interior que reconsideren y retiren estas propuestas asumiendo las recomendaciones de las OMS para actuar contra el edadismo, utilizando estrategias basadas en pruebas, mejorando la recopilación de datos y la investigación y trabajando con las organizaciones de mayores para crear un movimiento con el que cambiar la forma de pensar, sentir y actuar en relación con la cuestión de la edad y el envejecimiento también al volante.