El hecho de envejecer no es argumento suficiente para una pérdida o limitación de la dignidad individual o colectiva. Tampoco del valor del respeto, la autoestima o el cuidado intergeneracional, que como derechos deben ejercerse a lo largo de toda la vida, tal y como se expuso en las V Jornadas Ballesol Comillas, celebradas bajo el lema “Valores y cuidado de los mayores. Sostenibilidad, dignidad e intergeneracionalidad”.

Organizadas por la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas y las Residencias de personas mayores Ballesol, en estas V Jornadas de Bioética se puso de relieve la importancia de la figura de los abuelos. Y es que, si a comienzos de los años 90 en España los abuelos que ayudaban eran de un 15%, en 2010 pasó a ser un 35%.

En este sentido, durante su intervención en estas Jornadas, Salomé Adroher, profesora de Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad Pontificia Comillas (Comillas ICADE), señaló que “los abuelos cuidadores españoles son los que cuidan más horas al día a sus nietos. La media es siete horas diarias, muy por encima del resto en Europa”. En su intervención dedicada a “Mayores y el derecho a los cuidados”, indicó que los estudios a nivel europeo revelan que “el porcentaje de tiempo que dedican los abuelos a echar una mano a sus hijos para que sea posible la conciliación laboral y familiar ha ido en aumento”.

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Las V Jornadas Ballesol Comillas se celebraron bajo el lema “Valores y cuidado de los mayores. Sostenibilidad, dignidad e intergeneracionalidad”

Por su parte, Sacramento Pinazo, profesora de Psicología Social de la Universidad de Valencia, aseguró que “vivimos en una sociedad que nos separa por generaciones”, pero “hay investigaciones que aseguran que el 99,5% de las relaciones abuelos-nietos son satisfactorias. El objetivo es el encuentro intergeneracional, potenciar del sentimiento de pertenencia, comunidad, estar unidos…”, recalcó Pinazo.

La profesora explicó que existe una asociación significativa entre realizar actividades de ocio y el mantenimiento de la salud cognitiva, funcional, percibida y emocional, de tal forma que disfrutar de ellas favorece el bienestar y calidad de vida y sobre todo en las edades más avanzadas y en las circunstancias personales más diversas.

Desde un ámbito asistencial como es una residencia tercera edad, cualquier proyecto entre generaciones debe de “incluir valores como la dignidad, la participación y la autorrealización de los residentes” para desarrollar el vínculo con el propósito de vida, como afirmó Sacramento Pinazo.

Este experta señalo también que “un proyecto intergeneracional debe de estar alineado con el envejecimiento activo porque habla de salud, no sólo física sino social, emocional o mental”. El impacto de este tipo de proyectos en residencias Ballesol, compartió Pinazo, ha conseguido “mejorar el aprendizaje, la felicidad, reducir los niveles de depresión, niveles de ansiedad o mejorar la autoestima o encontrar un propósito de vida”.

El cuidado de los mayores pasa por fomentar la dignidad

Rafael Amo, director de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas, también intervino en este foro, señalando que “el cuidado de los mayores, el desarrollo económico y la demografía no se pueden separar. La dignidad como valor actúa como tal cuando buscamos no tratar a nadie como un medio sino como un fin. En el ámbito del cuidado de los mayores nuestras acciones fomentan la dignidad si respetamos a los mayores como personas, esto es, ofreciendo un cuidado holístico en todas sus dimensiones: corporales, psicológicas, biográficas…”.

Durante su explicación recordó que “la sostenibilidad, la dignidad y el cuidado intergeneracional son valores esenciales porque si buscamos acciones que lo fomenten creceremos como personas y haremos una sociedad mucho más humana”.

Otro de los expertos que tomó la palabra en las V jornadas de Bioética celebradas por Ballesol y Comillas fue Rafael Puyol, Rector de Humanium International University y Presidente de UNIR (La Universidad en Internet), que compartió los resultados de estudios recientes sobre sostenibilidad y factores demográficos desde una consideración ética.

“La sociedad occidental presenta un modelo demográfico que si no es completamente insostenible si es preocupante por la bajísima fecundidad y profundo proceso de envejecimiento al que estamos sometidos”, indicó. Y como muestra trasladó una tendencia: “las personas que tienen entre 70 y 75 años equivalen a las que tenían 60 y 65 años hace veinte años”.

Otro de los factores que explicó en su ponencia, desconocido hasta ahora, es que si a mediados del siglo pasado más del 70% de los países tenían una tasa de natalidad igual o superior a cinco hijos por mujer, “las estimaciones entre 2020 y 2025 ponen de manifiesto que sólo siete países tienen más de cinco hijos por mujer”.

Además, un rasgo que caracteriza el envejecimiento de la sociedad es “el acusado proceso de feminización del envejecimiento. Nacen más niños que niñas, se igualan a los 50 y a partir de aquí hay más mujeres que varones porque la mortalidad afecta más al hombre”. Alcanzando a los 90 años, existe una media de 234 mujeres por cada 100 hombres

En su intervención, Aitor Pérez, promotor y socio de Gerokon (consultores expertos en envejecimiento), sostuvo que el cambio de un modelo de cuidado patriarcal hacia otro colonial (normalmente representado en una persona de otro país), sabiendo que cuando estamos en casa tenemos un bienestar moral o ético porque de alguna manera estamos haciendo lo que corresponde o tenemos que hacer. Sin embargo, tiene como contrapeso la carga del cuidador (síndrome de burnout)”.

Sin embargo, si apostamos por un modelo de cuidados residencial, “existe un sentimiento de culpa porque están haciendo algo que no les gustaría que lo hiciesen con ellos”. En esta opción “estamos en un hogar más grande (que la vivienda habitual) con muchos profesionales alrededor que me atienden. Siendo una horquilla de precios que pueden estar entre los 2.000 y 5.000 euros”, señaló.

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La sostenibilidad, la dignidad y el cuidado intergeneracional son valores esenciales en la atención a las personas mayores

Dignidad, trato humano y robótica

En relación con la perspectiva conceptual de definir y conocer los “Valores y Cuidado de los mayores”,el doctor Fermín García, director médico de Ballesol, puso de relieve lo la importancia de alimentar e hidratar en el final de la vida, afirmando que “en las personas con Alzheimer o con una demencia severa, la alteración del gusto llega al 50%, por lo tanto, la alimentación siempre debe de ser reforzada y sabrosa, tanto en colorido como sabor y no podemos aplicar dietas restrictivas porque son personas con riesgo de malnutrición ya que lo estaríamos agravando”. Sin olvidar factores secundarios que son muy frecuentes en las personas con demencia, como:

  • depresión asociada
  • estreñimiento
  • problemas bucodentales

El doctor García alertó también de que “la mortalidad es casi de un 40% en los seis meses siguientes al desarrollo de los problemas de alimentación, presentes en casi la totalidad de las personas con deterioro severo en los últimos tres meses de vida”. Por su experiencia en el cuidado de las personas en el ámbito residencial, aconsejó “poner en valor en estas situaciones el apoyo de los Comités de Ética, decisión compartida con los representantes del enfermo, actuar siempre con prudencia ante la duda y valorar los conflictos éticos y morales”.

Concepción Monje Micharet, investigadora en robótica profesora catedrática de la Universidad Carlos III, abordó en su intervención en esta Jornadas el protagonismo que está adquiriendo la robótica en el cuidado de las personas mayores. En este sentido, compartió algunas de las tendencias en este campo, como garantizar el lenguaje no verbal, “fundamental para desarrollarlo en las aplicaciones robóticas para las personas mayores porque generan esa empatía necesaria”.

La investigadora insistió en que hay que “tener siempre en mente la necesidad de apoyarse en un robot para acompañar y mantener la dignidad de esa persona. Cada aplicación es distinta por eso desde el principio se debe de hacer un estudio junto a los terapeutas y médicos, que son los que saben para qué se debe de destinar esa herramienta”.

Uno de los debates que generó más expectación entre los asistentes es la responsabilidad que pueda tener la robótica y la automatización en un error al asistir o acompañar a una persona. “¿Si algo va mal tiene la culpa el robot? En ningún caso, aunque existe un debate en Europa sobre la definición de persona electrónica y sus derechos y obligaciones Aunque aún no está definido por la Comisión Europea, sí adelantó que “cada vez tendrán los robots más capacidad autónoma de funcionar sin la presencia humana…”.

Virginia Flores, terapeuta ocupacional en el centro asistencial San Roque, relató la historia de “Ancianidad e infancia unidos por la tradición: el palomar del abuelo”, un proyecto que se mantiene vivo como centro de interpretación y riqueza patrimonial. “El primer motivo fue el de crear un palomar-testimonio de nuestra cultura en Tierra de Campos para transmitirlo a las nuevas generaciones”.

Las personas mayores de la residencia de San Roque en Valladolid son los “encargados de ejercer de guías turísticos y transmitir su saber a las nuevas generaciones”, que van a poder ver desde cómo criar palomas a la historia de vida de muchas familias alrededor de un palomar. “Con esta actividad hemos conseguido que estas personas mayores tengan una visión optimista y exitosa del envejecimiento, recalcó.

La profesora de Comillas ICADE, Salomé Adroher, planteó en su ponencia la cuestión ¿existe un derecho al cuidado? En una publicación muy reciente de HelpAge, recordó, se hacía referencia a que no existe como tal desde el punto de vista jurídico un derecho a los cuidados, no son un derecho fundamental, ni siquiera un derecho constitucional, sin embargo, son imprescindibles para otros derechos fundamentales”, compartió.

La clausura de las V jornadas de Bioética celebradas por Ballesol y Comillas corrió a cargo de, Raquel Rodríguez, directora general de Operaciones de Ballesol, poniendo en valor la humanización de los cuidados como parte de la filosofía de esta compañía y “la pasión, la implicación, el compromiso, es decir las personas que trabajan en Ballesol tienen absolutamente claro que es el sitio donde tienen que estar”. Una manera de cuidar que mantiene el mismo reto: “nos corresponde a nosotros poner el cuidado de los mayores en el sitio que le corresponde.

Las personas interesadas pueden acceder aquí a las jornadas completas: presentación de la jornada, mesa 1, mesa 2, mesa 3 y conferencia final