Un artículo del Col·legi de Dietistes-Nutricionistes de Catalunya (CODINUCAT)

La desnutrición es un problema común en todos los niveles de la atención sanitaria y afecta, fundamentalmente, la gente mayor y las personas en situación de cronicidad. Las personas desnutridas tienen más riesgo de morbilidad (sobre todo relacionada con patología infecciosa), a la vez que presentan un incremento del riesgo de ingreso o reingreso hospitalario, una estancia hospitalaria más larga, más necesidad de acceder en un centro de convalecencia una vez tienen el alta y un empeoramiento de la calidad de vida. En la comunidad, la desnutrición produce un empeoramiento de la capacidad funcional, y un riesgo más elevado de caídas y de úlceras por presión.2.

Geriatricarea- síndromes geriátricos, desnutrición y estreñimiento
El estreñimiento pueden provocar molestias digestivas, gases, hemorroides y fisuras anales

Por otro lado, el aumento de la esperanza de vida es uno de los grandes éxitos de los avances en el sector sanitario, farmacéutico y científico tecnológico. Estos avances, unidos a la mejora en los hábitos de vida y las comodidades del mundo moderno, han logrado que la esperanza de vida se haya incrementado, durante el último siglo, a un ritmo de cuatro años por década.

En la actualidad el promedio de vida en España alcanza los 82,8 años, lo que sitúa nuestro país entre los cuatro más longevos del mundo por detrás de Japón, Suiza y Singapur.

Sin embargo, este aumento de la esperanza de vida implica el crecimiento de la morbilidad asociada a la degeneración celular, a la desnutrición y al cambio de necesidades en este último periodo de la existencia, que conlleva un importante aumento de los recursos económicos destinados a paliar estas problemáticas.1

Según el estudio PREDYCES en 2012 en España 1 de cada 4 pacientes hospitalizados padecen desnutrición. En 2022 el estudio SeDREno mostró un empeoramiento de la situación, especialmente en los mayores de 70 años, se vio que afecta a 1 de cada 3 pacientes ingresados.

Las personas de edad avanzada constituyen un grupo numeroso de población y muy heterogéneo, en el cual hay que individualizar las necesidades de salud general.

A esto se suman problemas nutricionales frecuentes en esta etapa de la vida debido a ingestas pobres y/o alteraciones en la absorción: malnutrición proteico-calórica o desnutrición proteico-energética, déficits de minerales y vitaminas (calcio, hierro, B12, vitamina D, B6, ácido fólico), estreñimiento, obesidad sarcopénica (disminuye la masa magra y aumenta la grasa corporal lo que comporta un peso variable así como también un deterioro funcional y sensorial, entre otros.

El proceso de envejecimiento no es una enfermedad, forma parte del ciclo de vida de las personas; prevenir los posibles efectos que generan malestar, tener cura o paliarlos es un derecho de las personas y un deber de los profesionales que las atienen para lograr el máximo nivel de bienestar subjetivo.

Teniendo en cuenta estas premisas, vamos a centrarnos en la afectación digestiva e intestinal como causa el estreñimiento.

El estreñimiento es un síntoma que se caracteriza por una disminución del número de deposiciones a la semana, pueden ser duras, secas y también ambas de difícil expulsión. Éstas pueden provocar molestias digestivas, gases, hemorroides y fisuras anales.

Las recomendaciones en esta etapa de la vida y teniendo en cuenta como precedente todas las posibles complicaciones serían a nivel general:

  • Incrementar el consumo de alimentos con alto contenido en fibra (verduras, hortalizas, frutas, legumbres, fruta seca…) a ser posible con un consumo diario entre las diferentes opciones.
  • Se aconsejan las verduras sean cocidas y trituradas para mejorar su digestibilidad y asegurar también el contenido en fibra.
  • Asegurar una ingesta de líquidos (agua, infusiones, caldo de verduras, sopas), para evitar la deshidratación y así como asegurar aporte en vitaminas y minerales. Vigilar con la textura de los líquidos por si pudiera haber disfagia.
  • Si la situación de la persona lo permite, se aconseja andar cada día unos 25-30’ o ejercicio similar, esto ayuda a la motilidad intestinal y movilidad muscular y esquelética.
  • Intentar reservar un espacio de tiempo, siendo éste el mismo para poder ir de vientre, aunque no haya sensación de la misma.
  • Planificar un menú saludable y equilibrado para complementar el contenido energético nutricional aconsejado y personalizado para cada usuario.
  • Adaptar las recomendaciones alimentarias en estreñimiento, para todas las texturas, sean fácil masticación, fácil deglución o triturada.
  • En caso de requerir suplementación por desnutrición y estreñimiento, se recomiendan suplementos energético-proteicos y ricos en fibra.

La población de personas mayores es muy heterogénea en relación con su salud y su actividad. Por eso, la alimentación se tiene que adaptar individualmente a las personas sanas, sobre todo de acuerdo con su actividad física y sus hábitos, y a las personas con enfermedades agudas o crónicas, teniendo en cuenta la valoración nutricional y sus necesidades específicas.

Referencias bibliográficas

1 Fundamed. 2019. Grupo de Trabajo: Situación de la disfagia orofaríngea en España. Desde el cribado al abordaje nutricional 2.https://www.codinucat.cat/wp-content/uploads/2021/01/desnutricio-gent-gran_compressed.pdf

3.L’alimentació en els centres residencials per a persones grans