Médicos internistas del Grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición (DON) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ham elaborado el decálogo «La Obesidad en la Medicina Interna del Siglo XXI. Construyendo el decálogo de las comorbilidades asociadas a la obesidad en Medicina Interna».

Entre las principales cuestiones, recoge que las comorbilidades en la persona con obesidad son consecuencia del exceso y localización de la adiposidad. Y en el mismo se explica que «pérdidas ponderales de peso superiores al 10% consiguen cambios radicales en el estado de salud y beneficios cardiovasculares» que «mejoran el manejo de las comorbilidades en las personas con obesidad».

geriatricarea obesidad
La obesidad es en sí misma una enfermedad crónica de la que derivan otras enfermedades metabólicas

Así, el decálogo «La Obesidad en la Medicina Interna del Siglo XXI. Construyendo el decálogo de las comorbilidades asociadas a la obesidad en Medicina Interna» recoge 10 claves sobre:

  • adiposidad,
  • fenotipos de pacientes
  • evaluación de la obesidad
  • consideraciones sobre alteraciones farmacocinéticas y farmacodinámicas
  • beneficios cardiovasculares de la pérdida de peso
  • estilo de vida
  • fármacos
  • cirugía,
  • arcopenia
  • fragilidad

Tal y como apunta la Dra. Juana Carretero, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), «no se debe hablar de persona obesa metabólicamente sana. Debemos considerar la obesidad como una enfermedad crónica, recidivante y multifactorial. La obesidad no es un factor de riesgo para la diabetes y otras enfermedades metabólicas y no metabólicas, sino que es en sí misma una enfermedad crónica, de la que derivan otras enfermedades metabólicas».

Y es que las personas con obesidad tienen más riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas, como la diabetes y la disfunción hepática asociada a la enfermedad metabólica (MASLD), enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca o ictus), apnea del sueño, enfermedad renal crónica, hasta 32 tipos distintos de cáncer, infertilidad y esterilidad, y problemas articulares -artrosis- y tienen mayor riesgo de necesitar prótesis y su recambio para alguna de las articulaciones deterioradas.

Por ello la Dra. Carretero, advierte que «debemos cambiar el discurso desde la comunidad científica y ayudar a la población a tomar una mayor conciencia sobre el riesgo que supone esta enfermedad. El exceso de grasa corporal conlleva un importante deterioro de la salud y la calidad de vida y no es una cuestión estética, sino de salud». Además, la sociedad en su conjunto debe «dejar de culpabilizar a la persona obesa por el hecho de serlo».


Conocer y evaluar el estigma social asociado a las obesidad

Precisamente, para conocer y evaluar el estigma social asociado a las personas obesas desde las consultas de Medicina Interna se llevará a cabo el estudio Stigma en a partir del mes de mayo.

«Los prejuicios asociados a la estigmatización provocan desigualdades en muchos ámbitos (familiar, laboral, sanitario, educativo, etc.) que contribuyen a la pérdida de calidad de vida y el aumento de riesgos para la salud que se observa en las personas con obesidad», indican desde la SEMI. Este estudio contribuirá a conocer y profundizar en el grado de estigma, su repercusión e implicaciones en los pacientes en Medicina Interna.

La prevalencia de la obesidad en la población adulta española es del 23%, pero, según el World Obesity Atlas 2023, y se estima que para el año 2030 será del 30% y para el 2035, del 37%. Según los datos del estudio OBEMI, la prevalencia de obesidad (IMC>30) en las consultas de medicina interna es del 23,6%, cifra que de progresar la prevalencia global en España como lo está haciendo «seguirá incrementándose».

Eso se une a la «complejidad de identificar correctamente a la obesidad sarcopénica, también de elevada prevalencia en Medicina Interna, y que aun con un índice de masa corporal elevado, implica una deficiencia de masa muscular. Es muy importante identificar la obesidad sarcopénica en nuestros pacientes porque asocia menor masa muscular, peor calidad de la misma y mayores comorbilidades», recalca la Dra. Carretero.

En relación a este tipo de obesidad, la presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), explica que puede «aparecer en múltiples situaciones, simplemente con el envejecimiento. Esto correspondería con una sarcopenia primaria; por su parte las sarcopenias secundarias pueden serlo por el ayuno, tanto terapéutico como ahora asociado a las peores condiciones económicas; por la inmovilidad y el sedentarismo, tan prevalentes en la sociedad; o el asociado a las enfermedades, entre las que destacan la diabetes tipo 2 y la obesidad».

En términos generales, la obesidad permanece infradiagnosticada (menos del 40% de las personas con obesidad tienen ese diagnóstico), infratratada (menos del 20% reciben medicación con evidencia científica) y menos del 1,3% de los profesionales prescriben dicha medicación.