Un artículo de Patricia del Barco,
directora de Operaciones y Calidad de los Centros de Día STIMA
El envejecimiento de la población se ha convertido en un fenómeno global de gran relevancia. Con el aumento de la esperanza de vida y el incremento de la proporción de personas mayores en la sociedad, surge la necesidad imperante de abordar este desafío desde una perspectiva integral que promueva la salud, el bienestar y la participación activa de nuestros mayores en la sociedad. En este contexto, el concepto de envejecimiento activo ha cobrado una gran importancia creciente como un enfoque que conlleva afrontar los retos asociados al senectud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento activo o saludable como “el proceso en que se optimizan las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen”. Esta definición abarca una amplia gama de aspectos que van más allá de la mera ausencia de enfermedad, contemplando también la participación activa en la sociedad y la adopción de estilos de vida saludables que permitan a las personas mayores disfrutar de una vida plena y satisfactoria.
Por tanto, el envejecimiento activo es mucho más que simplemente llegar a una edad avanzada; sino que implica situar a los adultos mayores en el centro del desarrollo social buscando maximizar su bienestar físico, social y mental a lo largo de su ciclo vital.
Pilares de la OMS
Los pilares fundamentales del envejecimiento activo, según la OMS, incluyen la salud (tanto física como mental), la participación en la sociedad, la seguridad y el aprendizaje continuo a lo largo de toda la vida. Son elementos que se entrelazan para crear un marco integral que promueve el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores en todas sus dimensiones. Abarca desde la prevención de enfermedades y la promoción de estilos de vida saludables hasta la participación en actividades sociales y culturales.
En los Centros de Día STIMA esta visión del envejecimiento se lleva a la práctica de manera tangible, ofreciendo una variedad de programas y actividades diseñadas específicamente para promover la “estimulación integral” de las personas mayores. Y son, precisamente, los pilares definidos por la OMS los que nos proporcionan el marco sobre el cual construimos las intervenciones que destinamos a promover ese envejecimiento saludable y activo.
Perspectiva integral
Al reconocer la importancia de cada uno de estos pilares trabajamos para fortalecerlos a través de una amplia gama de actividades diseñadas para abordar necesidades específicas de las personas mayores. Desde los programas de ejercicio físico adaptado hasta actividades culturales y educativas, ofrecemos una experiencia integral orientada al bienestar en todos los aspectos de la vida.
Una de las principales estrategias para fomentar el envejecimiento activo es a través de la implementación de actividades físicas adaptadas a las necesidades y capacidades de cada individuo con una variedad de opciones que promueven la salud cardiovascular, fortalecen la musculatura, la movilidad y el equilibrio.
También son esenciales nuestras actividades de la vida diaria para ayudar a las personas mayores a vestirse de manera independiente, la alimentación con productos de apoyo o la cocina terapéutica que les permiten mantener su autonomía y funcionalidad en el día a día. Se prestan especial atención a las necesidades de aquellos con movilidad reducida, ofreciendo actividades adaptadas que promueven su independencia.
Estimulación cognitiva y participación
Además de las actividades físicas, se dedica una atención especial a la estimulación cognitiva y emocional. Programas como la musicoterapia o el entrenamiento de la memoria están diseñados para mantener activas las funciones cognitivas y promover la salud mental de los participantes. Estas actividades no solo ofrecen beneficios tangibles en términos de salud, sino que también fomentan la socialización y el bienestar emocional de quienes participan en ellas.
Pero el envejecimiento saludable también implica participar activamente en la sociedad y sentirse seguro en el entorno en el que se vive. Para ello se promueve la participación social a través de una variedad de actividades culturales y recreativas. Desde visitas a museos y teatros hasta mercadillos y exposiciones temporales, se ofrece a las personas mayores la oportunidad de interactuar con otros y participar en la vida comunitaria. Así se mantenerse activos y conectados con la sociedad.
Incorporando la tecnología
En nuestro compromiso por ofrecer un enfoque global al envejecimiento activo mediante la estimulación integral, también nos hemos esforzado por estar a la vanguardia en la aplicación de nuevas tecnologías y métodos de trabajo. De ahí que contemos dispositivos tecnológicos como tabletas y pantallas digitales, así como salas y rincones de estimulación multisensorial (Sala Snoezelen) que enriquecen nuestras terapias y las llevan a otro nivel. La incorporación de gafas de realidad virtual y rocas digitales para diversos proyectos de rehabilitación completan nuestro uso de la tecnología en beneficio del envejecimiento activo.
Todo ello implementado a través de un método de trabajo propio basado en el enfoque de Atención Dirigida por la Persona (ADP), que prioriza la calidad de vida de las personas en la atención y el cuidado partiendo de los valores, deseos, preferencias y capacitaciones de cada individuo. El objetivo final es ofrecer una atención verdaderamente personalizada, donde cada persona participe activamente en la planificación de sus actividades diarias.
Década del Envejecimiento Saludable
La “estimulación integral” contribuye a la prevención, rehabilitación y estimulación de las personas mayores. Además, es una forma de que los usuarios se mantengan activos y se mantengan o reintegren en la vida activa de la sociedad, lo que reduce, al mismo tiempo, la carga asistencial y el gasto sanitario. Por ello, todas nuestras actividades se preparan cuidadosamente para mejorar las capacidades individuales de las personas mayores, ofreciéndoles una atención holística.
La Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030), promovida por la OMS, ofrece una oportunidad única para unir esfuerzos y trabajar de manera concertada hacia el objetivo común de mejorar la calidad de vida de las personas mayores en todo el mundo.