La lipoproteína, también conocida como lipoproteína A, es un factor de riesgo para la salud cardiovascular, lo que ha llevado a los especialistas a recomendar su análisis dentro de los controles de rutina, especialmente en personas con antecedentes familiares o personas que hayan padecido ictus o infarto de miocardio.

Tal y como señala el doctor García Palomar, cardiólogo del Hospital Vithas Castellón, «en los últimos años la lipoproteína, una molécula muy similar al colesterol LDL, conocido como el colesterol malo, ha adquirido una importancia relevante por su relación con enfermedades cardiovasculares como el ictus, los infartos y la estenosis aórtica».

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El doctor García Palomar recomienda realizar la determinación de lipoproteína al menos una vez en la vida

«La Lipo A se diagnostica con una analítica sanguínea de rutina. Su concentración en sangre está determinada en un 80% por herencia codominante y se estima que puede estar elevada en aproximadamente el 14% de la población general, siendo más frecuente en mujeres», advierte el especialista.

Su abordaje es complejo ya que «los tratamientos específicos para la Lipo A son pocos y ofrecen resultados modestos. Por ello, los cardiólogos nos centramos en un control estricto de otros factores de riesgo, especialmente del colesterol LDL», añade cardiólogo, señalando que «es recomendable realizar esta determinación, al menos una vez en la vida, junto con los parámetros habituales como el colesterol, y de forma inmediata, si hay antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, estenosis aórtica o hipercolesterolemia».

Asimismo, el especialista del Hospital Vithas Castellón recalca la importancia del cuidado de los hábitos de vida saludables en pacientes con los niveles elevados de Lipo A, tales como «no fumar, controlar la tensión arterial, evitar alimentos ultraprocesados, realizar ejercicio físico regularmente y mantener un peso saludable son claves para minimizar el riesgo cardiovascular».