Olor a café recién hecho y a pan tostado, recuerdos en forma de fotografías en las puertas de las habitaciones que permiten a las personas usuarias identificar su habitación y todo ello en un ambiente tranquilo, relajado, en resumen, de hogar. Esto es lo que se percibe al cruzar las puertas de Savia Montán, el primer centro residencial acreditado en la Comunidad Valenciana como “amigable para personas con demencia” por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).

Este reconocimiento supone un hito para Savia Residencias, que convierte su centro más pequeño, de los 22 que tiene en la Comunidad Valenciana, en el primero en obtener esta certificación. Situado en un municipio de apenas 400 habitantes, el centro, que acoge a 74 personas usuarias, se ha transformado en un referente de atención especializada, adaptando sus espacios, su modelo asistencial y la formación de su equipo para crear diferentes entornos seguros y acogedores, orientados cada uno de ellos a las necesidades específicas de las personas en función de su grado de dependencia.

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La residencia Savia Montán se ha acreditado como primer centro «amigable con las personas con demencia» en la Comunidad Valenciana

“El proyecto está enfocado en que las personas con demencia vivan en un entorno amigable, con cuidados personalizados que les recuerden a un hogar y que ayuden a mejorar su calidad de vida, a enlentecer su deterioro cognitivo y en especial a prevenir estados asociados a la demencia como son la agitación, ansiedad, apatía y agresividad que repercuten negativamente en el bienestar de la persona. Y lo hemos conseguido gracias al esfuerzo y motivación de todo el equipo”, explica Vanessa Bou, directora de Savia Montán.


El modelo de atención de los centros amigables con las personas con demencia se estructura en cinco áreas clave que garantizan una atención integral:

  • El buen trato es fundamental para preservar la dignidad de cada persona, evitando conductas infantilizadas y promoviendo un acompañamiento respetuoso por parte del personal auxiliar.
  • La estimulación funcional, dirigida por el fisioterapeuta, combina ejercicios físicos y cognitivos que mantienen la movilidad mientras se trabajan aspectos emocionales a través de la historia de vida de cada residente.
  • La gestión de conductas disruptivas se realiza mediante protocolos específicos desarrollados por el equipo de psicología, que registran patrones de comportamiento —como horarios, duración de las crisis y contexto— para identificar las causas, ya sean cambios en la medicación, rutinas diarias o estímulos ambientales. Este seguimiento continuado permite adaptar los cuidados, evitar el uso de psicofármacos como sujeción química y por tanto mejorar la calidad de vida al actuar directamente evitando las causas que generan la conducta.
  • La gestión de los entornos no solo en la seguridad, sino también en aspectos como el control de sonido, la iluminación, los contrastes de colores y los circuitos de deambulación, entre otros. Se trata de generar espacios en los que la persona reciba estímulos que sea capaz de ver, reconocer y le generen bienestar, le estimulen cognitivamente o le relajen.
  • Por último, conocer la historia de vida y el entorno familiar es otro de los pilares del proyecto. El equipo de animación sociocultural se encarga de recopilar esta información y trasladarla al resto de profesionales, de modo que se integre en todos los niveles de atención y cuidados.

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Savia Montán ha adaptando sus espacios, su modelo asistencial y la formación de su equipo para crear entornos seguros y acogedores

El entorno residencial, por su parte, ha sido rediseñado para facilitar la orientación y seguridad: puertas contrastadas para identificar fácilmente espacios como baños, fotografías personalizadas en las habitaciones, vinilos que ayudan a reconocer zonas y otros elementos visuales y sensoriales, como aromas que evocan el hogar, creando un ambiente familiar y tranquilo.

La atención se adapta según el grado de deterioro cognitivo de las personas usuarias. Las personas con mayor deterioro pasan gran parte del tiempo en salas sensoriales, donde se elaboran mapas de vida que permiten organizar momentos de actividad y relajación personalizados. Los casos más complejos, que suelen presentar conductas como vagabundeo, se encuentran en zonas donde se fomentan actividades ocupacionales y domésticas, promoviendo la interacción y la conexión emocional.

Savia Residencias apuesta firmemente por este modelo de atención. Este año, centros como Savia Llíria, Savia La Nucia y Savia Xirivella iniciarán su proceso de acreditación, a los que seguirán Savia Manises, Savia Cheste, Savia El Puig y Savia Orihuela. El objetivo es que, en 2027, todos los centros de la red Savia sean espacios “especialmente amigables con las personas con demencia”.

Para lograrlo, se están llevando a cabo reformas integrales que afectan a la distribución, colores, iluminación y mobiliario, diseñando tanto las nuevas instalaciones como adaptando las existentes a las necesidades de las personas usuarias, todo ello acompañado de un “desaprendizaje continuo” y de un cambio de mirada en la forma de cuidar por parte de los profesionales de estos centros.

Actualmente, cerca del 70% de las personas usuarias de Savia presentan algún tipo de demencia, lo que resalta la importancia de iniciativas centradas en transformar el modelo de atención residencial. “No solo estamos reformando nuestros centros actuales, sino que también estamos diseñando nuestros nuevos centros específicamente adaptados al perfil de las personas usuarias”, destaca Gerardo Cruz, director general de Savia. “Esta certificación refleja nuestro compromiso e interpretación propia de una atención verdaderamente centrada en la persona, añade. 

La certificación otorgada por CEOMA evalúa aspectos como accesibilidad, comunicación, prevención de riesgos y atención personalizada, a través de auditorías y un seguimiento continuo que garantiza la mejora sostenida en la calidad asistencial.

Actualmente, Savia cuenta con 22 centros en las provincias de Castellón, Valencia y Alicante, con más de 2.600 plazas residenciales y más de 1.500 profesionales, articulándose como un eje esencial de los servicios sociales en la región, representando el 10%, aproximadamente, de todas las plazas residenciales (de titularidad pública o privada) existentes. Savia es el principal operador del sector en la Comunidad Valenciana y está entre los 12 principales grupos de España.