Artículo de Isabel Cortés,
psicóloga del servicio de teleasistencia de Castilla-La Mancha

El descanso en la edad adulta supone explorar en lo más profundo de nuestro ser. Se trata de una reformulación de actividades, y no de la suspensión de las mismas. Un viaje al mundo interior, al autoconocimiento, hacia el estado de armonía.

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Las actividades y los talleres promovidos desde el servicio de teleasistencia ayudan a lograr un envejecimiento activo y saludable

Las actividades y los talleres promovidos desde el servicio de teleasistencia ayudan a dar este nuevo significado al descanso, el ocio y el silencio. Es imprescindible volver a planificar la vida, y definir nuevos sueños, metas y objetivos. En definitiva, descansar y aprender a hacerlo es una señal fundamental de autocuidado y sanación interior.

‘¿Qué quiero hacer ahora? ¿Para qué sirvo? ¿Dónde están mis sueños? Los que he cumplido… ¿Y los que me quedan por realizar? ¿Si estoy mayor, para qué quiero cuidarme tanto?’.

Responder a estas preguntas son algunos de los objetivos que la teleasistencia tiene presente para llevar a cabo el programa de envejecimiento activo, el cual se divide en diferentes áreas.

Por un lado, tenemos la promoción de la salud, que promueve estilos de vida saludables como el autocuidado personal y la alimentación saludable, además de sensibilizar a las personas sobre la importancia de realizar ejercicio físico, ejercicios cognitivos para mantener una mente activa o el buen uso de medicamentos.

Por otro lado, está la seguridad, que promueve la prevención de robos, estafas, caídas, y riesgos en el hogar; fomenta el voluntariado, y ayuda a hacer un buen uso del servicio de teleasistencia con el fin de aumentar la seguridad en situaciones de riesgo.

En tercer lugar, tenemos el área de participación, donde promovemos la importancia del ocio y las alternativas que propician sus relaciones. También, participamos en talleres sobre un consumo energético responsable.

Y, finalmente está el área de aprendizaje a lo largo de la vida, donde se tratan temas como las tecnologías de la información y comunicación, los beneficios del humor, y la gestión de las emociones como la depresión, la ansiedad, los problemas de sueño, las relaciones sexuales, y cómo sobrellevar el duelo. Todo ello con la finalidad de dotar a las personas mayores de estrategias para eludir episodios que perturben su paz mental.

La teleasistencia, con herramientas como los talleres de envejecimiento activo, no solo fomenta que las personas mayores trabajen en su salud física y mental, sino que también pone deberes a la sociedad. La prioridad es que esta cambie la percepción que tiene sobre el envejecimiento, eliminando los estereotipos negativos que hay sobre las personas adultas. De esta forma, todos/as nosotros/as aprenderemos a envejecer de manera distinta a través de un envejecimiento activo y saludable.