Un artículo de Mónica Nieto, Neuropsicóloga y Directora Cognitiva Unidad Memoria Chamartín,
y Esther Prieto, Trabajadora social Cognitiva Unidad Memoria Chamartín

Cada vez se va haciendo más extensible el conocimiento sobre las terapias no farmacológicas y sus beneficios entre la población. Éstas consisten en estimular las diferentes capacidades del cerebro (lenguaje, atención, memoria, cálculo, funciones ejecutivas, praxias, etc.) mediante el planteamiento de actividades específicas desarrolladas por profesionales, para ejercitar cada área cerebral y tratar de conseguir un mantenimiento y ralentización del deterioro cognitivo o demencia. La combinación de esta terapia junto con los fármacos, es el tratamiento que existe en la actualidad para esta patología.

Las terapias no farmacológicas consisten en estimular las diferentes capacidades del cerebro mediante el planteamiento de actividades específicas desarrolladas por profesionales

También se puede realizar la estimulación cognitiva a nivel preventivo, no es necesario que exista un problema cognitivo, pues es muy recomendable como “factor de protección”, cuidando de esta manera el cerebro y manteniéndole activo a cualquier edad.

La manera de realizar estimulación cognitiva puede ser mediante diferentes técnicas y actividades, algunas pueden ser:

  • Lápiz y papel, diferentes ejercicios ajustados al nivel y motivaciones que la persona presente. Ejercicios que no causen frustración, por ser muy complicados, ni que ocasionen aburrimiento por ser muy sencillos o que no sean interesantes para la persona.
  • Nuevas tecnologías, para ello se pueden usar tablet, ordenador, etc. Desde Cognitiva Unidad de Memoria, usamos Mementia, plataforma de estimulación cognitiva que hace que la sesión sea más dinámica, amena y motivadora.
  • Dinámicas grupales, que  fomentan la socialización creando vínculos positivos.
  • Reminiscencia, que evoca recuerdos pasados. Aprovechando la preservación de la memoria autobiográfica remota para promover la interacción y el trabajo cognitivo (con fotos, canciones, objetos, árbol genealógico, etc.).
  • Intervención sensorial, estimulando los sentidos más difíciles de trabajar en las terapias tradicionales de lápiz y papel como pueden ser el tacto, el gusto y el olfato.
  • Gerontogimnasia, es muy recomendable realizar algún tipo de ejercicio físico diario. Practicar una sencilla tabla de ejercicios que nos permitan coordinar los movimientos y mantener la activación de nuestro cuerpo hace que nos sintamos bien cognitiva y físicamente.