La residencia MV Geriatría, gestionada por la empresa Cajamir y situada en la localidad zamorana de Camarzana de Tera, es el primer edificio geriátrico hospitalario con certificado Passivhaus de España. Se trata de una de las quince residencias de personas mayores certificadas de Europa.
Para Bruno Gutiérrez Cuevas, presidente de la Plataforma de Edificación Passivhaus “estamos muy orgullosos de que el estándar Passivhaus continúe extendiéndose en España y llegando desde este momento a las residencias de ancianos, tipología de edificios que acogen una población especialmente vulnerable y en los que una alta calidad del ambiente interior es de vital importancia. Esperamos que, a partir de ahora, y con este proyecto como ejemplo, se sumen muchos más agentes del sector a la construcción de edificios de consumo casi nulo bajo una de las certificaciones de eficiencia energética más exigentes del mundo, de manera que contribuyan a proteger el medio ambiente y la salud de las personas”.
El edificio cuenta con una superficie total construida de 791,77 m2 en una sola planta con capacidad para 16 personas. El proyecto responde a la necesidad de ampliar la residencia de ancianos que fue construida y diseñada por CSO Arquitectura en el año 2005 en una localidad cuyo clima se caracteriza por veranos cálidos e inviernos muy fríos, siendo las bajas temperaturas (hasta -10ºC) el principal problema a resolver.
A pesar de que en el diseño de la primera residencia se tuvieron en cuenta diversos parámetros sostenibles (cubierta vegetal, placas solares fotovoltaicas y un sobreaislamiento térmico), el objetivo de esta intervención es conseguir que esta ampliación tenga un consumo casi nulo y se certifique con el estándar Passivhaus. Pero, sobre todo, el estudio CSO Arquitectura ha desarrollado varias estrategias energéticas para que estas tengan un beneficio directo en la salud y el confort de los usuarios de la residencia, tales como:
- 3 Recuperadores de calor Zehnder ComfoAir Q 350
- 5 Placas solares térmicas para generación de ACS.
- 76 Placas solares fotovoltaicas.
- Un invernadero en la zona del comedor que atempera el aire existente en invierno(permitiendo aprovechar la cristalera a norte), mientras que en verano permite unaventilación natural cruzada.
- Gran aislamiento térmico en todos sus paramentos.
- Carpinterías de madera con vidrios triples.
- Cubierta ajardinada.
- Climatización y ACS mediante aerotermia.
El diálogo de la ampliación con la residencia existente fue la primera premisa que se debía de cumplir en fase de proyecto. El nuevo edificio funciona a modo de zócalo de la residencia existente, semienterrado, con una serie de patios asociados a los diferentes usos del edificio que se abren y dialogan con la residencia inicial, de tal forma que el edificio desaparece fundiéndose con el jardín, cuando se accede por la calle Carretera. El proyecto transforma el terreno en dos planos vegetales: el superior funde el acceso principal con la cubierta ajardinada del nuevo edificio, mientras que el inferior relaciona los patios del proyecto con el jardín inferior del edificio inicial.
Con el objetivo de reducir la huella ecológica, tiempos y costes, así como de mejorar el comportamiento térmico del edificio, este se construyó mediante un sistema prefabricado de estructura de entramado ligero de madera de abeto en Barcelona y se trasladó a Zamora para su montaje, que se realizó solamente una semana.
Desde el estudio CSO Arquitectura destacan que la principal dificultad del proyecto “era cómo desarrollar un edificio que permitiera medicalizar la arquitectura para que ayudara en el bienestar diario de los usuarios que viven en él. Es por ello que se atiende a dos ejes de actuación en el proyecto, por un lado, el diseño, donde se desarrolla una unidad de convivencia para ancianos cumpliendo con la normativa de la comunidad de Castilla y León. Estas unidades de convivencia pretenden realizar edificios donde exista un número limitado de habitaciones, donde cada una de ellas sea un pequeño ‘hogar’.
Y para conseguirlo, «se utiliza como material de acabado la madera para dar calidez al hogar y conseguir unos espacios acogedores, donde además pueden disfrutar de las diferentes zonas comunes con el resto de residentes. Por otro lado, se concibe el edificio como una máquina energética, que no solo permite el ahorro energético, sino que todas las estrategias desarrolladas en él consiguen obtener una mejor calidad del aire interior gracias a la hermeticidad del edificio y la ventilación mecánica controlada mediante los recuperadores de calor Zehnder, una temperatura de confort constante, un soleamiento controlado, etc.”.
En concreto, se han instalado equipos Zehnder ComfoAir Q, una nueva generación de aparatos de ventilación más eficientes, más silenciosos y más inteligentes. El diseño innovador, combinado con tecnología inteligente, permite obtener los mejores valores acústicos, una mejor recuperación del calor y un consumo de energía especialmente bajo. Y todo ello en un alto grado de confort para un ambiente interior óptimo con una elevada eficiencia energética.
A través de sensores la velocidad se ajusta automáticamente equilibrando los volúmenes de aire. Además, el sistema de By-pass modulante en línea permite obtener información continua del clima exterior e interior a través de unos sensores de humedad. De este modo es posible adaptar el clima interior de las estancias en función del promedio de las lecturas obtenidas durante los días anteriores. Y gracias al sistema de precalentamiento modular es posible un control de la temperatura de entrada del aire y optimizar así su suministro, reducir las pérdidas de presión y el consumo de electricidad.
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