Un artículo de Ivan Puga,
Seniors&Social Sales Manager Compass Group España

En Compass Group España hemos puesto en marcha el proyecto Compass Wellbeing con el objetivo de alimentar tanto física como mentalmente a todos los usuarios. Este Proyecto cuenta con un espacio específico y orientado para los usuarios seniors en los 400 centros residenciales en los que Medirest atiende a diario a 65.000 adultos mayores.

También queremos extender la iniciativa al ámbito de la atención domiciliaria con el servicio de alimentación a particulares en sus casas ofrecido por Vitarest. Para ello hemos puesto en marcha un “portal web del bienestar” en el que publicamos contenidos y herramientas para adquirir rutinas positivas tanto en la alimentación, como para afrontar el día de manera diferente y mejorar los hábitos que facilitan llevar una vida más sana.

geriatricarea Compass Wellbeing
El yoga es una actividad que ofrece tanto beneficios psicológicos como emocionales

La primera de estas herramientas es una biblioteca de videos de Yoga, Mindfulness y Meditación. Estas sesiones de 15 minutos están impartidas por la Maestra de Yoga Gauri Agulla y son específicas para la edad y condiciones de adultos mayores. Gauri Agulla está dedicada desde hace 30 años a la enseñanza, el estudio y la práctica del Yoga y la Meditación. Ha viajado por América -Canadá, EE.UU. y diversos países de Latinoamérica-, Europa -Inglaterra, España- y Asia -India-. Gracias a toda esta experiencia acumulada ha cultivado progresivamente un espacio propio y reconocible a nivel internacional. Defiende la importancia de la innovación constante en este ámbito, combinando el Yoga tradicional con la aplicación de correcciones anatómicas y la consciencia corporal.

Se trata de una actividad que cuenta tanto con beneficios psicológicos como emocionales. Desde el fortalecimiento óseo y la prevención, por lo tanto, del desarrollo de osteoporosis, a la reducción del estrés a través de la eliminación de tensiones físicas y, por extensión, mentales, lo que se traduce en una menor ansiedad, pasando por una mejora de la calidad del sueño, así como un fortalecimiento de la movilidad, el equilibro y la flexibilidad gracias a los movimientos lentos que se practican, lo que redunda en una menor propensión a las caídas. Todo ello favorece un alivio de dolores y molestias físicas y, por lo tanto, reduce el riesgo de depresión. Es importante, eso sí, hacer siempre estos ejercicios siguiendo las instrucciones indicadas por profesionales cualificados.

Mens sana in corpore sano dice el clásico romano. Hoy, más de 2.000 años después de que se escribiera esa frase, la prolongación de la esperanza de vida gracias a los avances sanitarios y científicos la hace todavía más vigente. Cuidar ambos aspectos a lo largo de todo el ciclo vital se convierte en un gran lema de vida para poder disfrutar en las mejores condiciones posibles cada etapa vital. La edad condiciona las capacidades, pero en cada momento de nuestra vida podemos encontrar actividades adecuadas a nuestra condición tanto física, como mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reflejado que, “por primera vez en la historia, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. Para 2050, se espera que la población mundial en esa franja de edad llegue a los 2000 millones, un aumento de 900 millones con respecto a 2015”. La OMS también destaca que “esta ampliación de la esperanza de vida ofrece oportunidades, no solo para las personas mayores y sus familias, sino también para las sociedades en su conjunto. Este incremento de la esperanza de vida permite emprender nuevas actividades, como continuar los estudios, iniciar una nueva profesión o retomar antiguas aficiones. Además, los adultos mayores contribuyen de muchos modos a sus familias y comunidades. Sin embargo, el alcance de esas oportunidades y contribuciones depende en gran medida de un importantísimo factor: la salud”.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 de Naciones Unidas plantea “garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades”. Para ello resulta fundamental una adecuada alimentación adaptada a las necesidades concretas de cada persona y a su edad. Esto constituye un pilar básico para vivir más años, prevenir la aparición de enfermedades y manejar la dependencia.

Entre los factores que se tienen en cuenta en la alimentación para adultos mayores, además de los requerimientos terapéuticos de cada comensal, en ocasiones se produce una disminución en la percepción del gusto y el olfato y cambios en la sensibilidad a los sabores dulces y salados, habituales durante el envejecimiento. Estos cambios afectan de forma directa a la percepción de la comida. Por tanto, trabajar los colores, los sabores, los aromas y las texturas de las composiciones es algo esencial para favorecer no sólo una adecuada ingesta de alimentos y de nutrientes, sino también el estado emocional y aumento de su grado de satisfacción.

Con el proyecto Compass Wellbeing nos alineamos también con los ámbitos de actuación prioritarios de la OMS dentro de su estrategia y plan de acción sobre el envejecimiento y la salud. Como resalta la propia Organización, “este compromiso con un envejecimiento saludable exige una sensibilización con respecto al mismo y un compromiso y medidas sostenibles para formular políticas de base científica que refuercen las capacidades de las personas mayores”. Juntos sumamos para afrontar esta realidad de nuestro tiempo y acoger y cuidar de la mejor manera posible a quienes primero nos han cuidado.

Estamos muy contentos de la acogida que ha tenido este Proyecto en todos nuestros centros sociosanitarios, ya que constituye una herramienta muy valiosa tanto para ellos, como para todos sus usuarios, a los que alimentamos cuerpo y mente.