El 61% de las personas que ingresan en los Servicios de Medicina Interna de los hospitales presentan un perfil clínico de Paciente Crónico Complejo (PCC), según los datos del Estudio CRONICOM presentados durante la XII Reunión Virtual del Grupo de Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

Esta reunión virtual fue inaugurada por el presidente de la SEMI, el Dr. Jesús Díez Manglano, quien recalcó la “relevancia que tiene la pluripatología y la cronicidad en la actividad asistencial de los internistas”, y también por el Dr. Ignacio Vallejo Maroto, coordinador del Grupo de Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada de SEMI, quien recordó que fruto del creciente envejecimiento poblacional “los pacientes presentan, cada vez más, altas necesidades de atención y que ésta sea multidisciplinar, integral y adecuada”.

Precisamente, la cronicidad y la pluripatología constituyen, hoy en día, uno de los principales retos sanitarios a nivel global a los que es preciso dar respuesta. La coordinación entre diferentes profesionales, niveles asistenciales y especialidades de ámbito generalista es fundamental para la atención de estos pacientes. El papel del internista, en el hospital, como especialista con visión global del paciente, es clave para valorar de forma integral a estos pacientes con el fin de preservar su funcionalidad, situación cognitiva y evitar complicaciones.

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El perfil de la multimorbilidad ha cambiado por el envejecimiento poblacional, la mayor exposición a hábitos de vida no saludables, los cambios en las intervenciones y procesos de asistencia sociosanitaria o la polifarmacia

Características de las personas con enfermedades crónicas y problemas complejos de salud

El estudio CRONICOM, uno de los proyectos de investigación que lidera el Grupo de Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada de SEMI, ha analizado el perfil clínico de 1.171 pacientes con participación de 52 investigadores de 17 centros. Tiene como objetivo describir las características de las personas con enfermedades crónicas y problemas complejos de salud. Muestra que las principales características de estos pacientes son

  • edad avanzada
  • alta carga de enfermedad crónica
  • deterioro funcional
  • polifarmacia

Los datos del estudio fueron presentados por el Dr. Máximo Bernabeu Wittel, de Medicina Interna del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla). Este experto destacó que “el perfil de la multimorbilidad ha cambiado, debido al mayor envejecimiento poblacional, la mayor exposición a hábitos de vida no saludables, los cambios en las intervenciones y procesos de asistencia sociosanitaria o la polifarmacia, elementos que generan complejidad”. Reiteró, además, que “el seguimiento de los patrones de multimorbilidad a lo largo del tiempo es útil para detectar poblaciones vulnerables emergentes y cambios en las formas de enfermar”.

La Dra. Isabel Torrente, de Medicina Interna del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell (Barcelona), presentó las novedades del Estudio DESPRESCRIPCIÓN, aclarando que por desprescripción se entiende la “revisión de los planes terapéuticos a largo plazo, con el fin de detener, sustituir o modificar la dosis de medicamentos (prescritas apropiadamente) y que bajo ciertas circunstancias clínicas pueden ser considerados innecesarios o con una relación riesgo-beneficio desfavorable”. Recordó también que “los pacientes pluripatológicos, de edad avanzada, frágiles, con deterioro cognitivo y en situación de final de vida son poblaciones diana para la desprescripción” y que, para que sea exitosa, “la toma de decisiones compartida es esencial”.

Por su parte, el Dr. Manuel Méndez Bailón, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), expuso datos del Estudio PROFUND-IC, elaborado en colaboración con el Grupo de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular de SEMI. Recordó que dicho estudio “brinda información de relevancia en relación a la estratificación pronóstica de los pacientes con insuficiencia cardíaca y pluripatología”. “La edad avanzada y la fragilidad son marcadores del perfil clínico del paciente con insuficiencia cardíaca que ingresa actualmente en Medicina Interna”, sostuvo.

Apuntó también que el paciente pluripatológico (con más de 2 enfermedades crónicas, elevada complejidad, fragilidad, descompensaciones, dependencia y polifarmacia) es un paciente “con necesidad de recursos sanitarios importante” e indicó que el “gasto sanitario se incrementa en función del grado de comorbilidad; en pacientes con 5 o más enfermedades crónicas, se multiplica por 17”.

El Dr. Alberto Ruiz Cantero, del Servicio de Medicina Interna del Hospital de La Serranía (Málaga), ahondó en su ponencia en la importancia de medir los resultados de salud en las personas con enfermedades crónicas y afirmó que “es necesario estandarizar la medición de los resultados en salud transformando los cuidados sanitarios en cuidados de valor”.

Por otro lado, el Dr. Jordi Amblás-Novellas, del Grupo de Investigación en Cronicidad de la Catalunya Central, disertó sobre “Fragilidad y hospitalización, ¿qué experiencia estamos teniendo durante la pandemia?”. Tras recordar que la pandemia Covid-19 afectó de forma especial a las personas de mayor edad (el 70% de defunciones se produjo en mayores de 75 años), indicando que “la valoración del grado de fragilidad ha emergido como un elemento clave en el proceso de individualización en la toma de decisiones complejas en los pacientes”.

Por su parte, la Dra. Pilar Cubo, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Infanta Cristina (Madrid), recordó que “la hospitalización a domicilio es una alternativa a la hospitalización convencional para el manejo de procesos agudos o subagudos, con seguimiento clínico y de posibles complicaciones” y, entre sus beneficios destacó que “es segura, evita el sobrediagnóstico y sobretratamiento, disminuye la iatrogenia, las infecciones asociadas a los cuidados y el deterioro funcional y facilita una recuperación funcional más temprana”.

En relación a la hospitalización a domicilio del paciente crónico complejo, la Dra. Cubo remarcó que es importante “realizar una valoración integral, identificando a cuidador y explorando la situación social, que se debe potenciar el autocuidado, identificar necesidades de soporte social y establecer un plan de cuidados, abogando por una atención centrada en la persona y sus valores”.

Asimismo, durante la segunda jornada de la reunión, la Dra. Pilar Román, expresidenta de SEMI e internista en el Hospital de Requena de Valencia, desgranó la estrategia marco de Cronicidad del SNS (2012) e indicó que “no está obsoleta, pero el problema es que se ha avanzado poco en la tarea que se había previsto en las diferentes líneas y áreas”. En su opinión es necesario “avanzar a mayor ritmo en estrategias de prevención y promoción de la saludy garantizar la continuidad asistencial y reorientar el sistema hacia la equidad, innovación e investigación”.

La telemedicina y Covid-19 en la atención a pacientes con pluripatología

Por otro lado, en relación a la cuestión “¿qué debemos esperar de la telemedicina en la atención de las personas con pluripatología, cronicidad compleja o edad avanzada?”, el Dr. Ismael Said, internista en el Hospital Álvaro Cunqueiro (Vigo), explicó que “la telemedicina y la salud digital abren nuevas posibilidades que se deben explorar en el abordaje y seguimiento de los pacientes crónicos” y que “contribuyen a empoderar al paciente”.

La Dra. Lourdes Moreno, internista en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, recordó que “el 40% de los fallecimientos por Covid-19 en España ha tenido lugar en residencias” y que es una realidad que debe hacer reflexionar a todo el mundo. Expuso, además, la “experiencia de la medicalización” en las residencias en la área sanitaria dependiente del hospital en el que desarrolla su labor y el trabajo de colaboración entre diferentes profesionales y niveles asistenciales.

El Dr. Miguel Ángel García, director de Medicina Interna del Hospital de Antequera, expuso la experiencia que supuso en el hospital la puesta en marcha de la “Unidad de Alta Complejidad de Cuidados” y apuntó que este tipo de unidades de atención a pacientes crónicos complejos “favorecen la asistencia coordinada multidisciplinar” y deben “derivar en mejores indicadores de gestión clínica y de resultados en salud”.