La incontinencia urinaria es un efecto adverso común de la cirugía prostática. De hecho, ocho de cada diez pacientes presenta incontinencia urinaria tras una prostatectomía radical, tal y como se expuso en la XXVI reunión nacional del Grupo de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica (GUFFU) de la Asociación Española de Urología (AEU).

Pese a la gran prevalencia de esta afección, solo 3 de cada 10 pacientes son atendidos en los servicios de Urología, y únicamente el 10% es derivado a urología funcional para su correcto tratamiento, tal y como revela la encuesta “La incontinencia urinaria post-cirugía prostática”, desarrollada por Essity y cuyos resultados se han compartido en esta reunión nacional del Grupo de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica.

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La incontinencia urinaria es un efecto adverso común tras una cirugía prostática

Tal y como advierte el Dr. José Luis Gago Ramos, del Servicio de Urología del Hospital Germans Trias, “los profesionales no podemos ni tenemos que asumir una incontinencia ni una disfunción eréctil. Es importante ofrecer al paciente la mejor opción para asegurar su calidad de vida. Es decir, protocolizar que después de una cirugía, nuestra misión como profesionales es ofrecer estrategias terapéuticas para poder hacer una rehabilitación, analizar la situación de la incontinencia a los 6-12 meses y, por último, poder ofertar un tratamiento que pueda ser curativo de su incontinencia”. En este circuito, el papel del especialista es guiar al paciente de forma integral para asegurar su bienestar y “no minimizar este afecto adverso” puesto que tiene un alto impacto en su calidad de vida.

Protocolo de actuación y recomendaciones de práctica clínica

La incontinencia urinaria es uno de los efectos secundarios que más afectan a la calidad de vida de los varones sometidos a cirugía Prostatectomía Radical (PR), con una incidencia informada de entre el 4%- 39,5% dependiendo del tratamiento realizado (prostatectomía radical abierta, laparoscópica o prostatectomía robótica). Ante la incertidumbre en el manejo diagnóstico y terapéutico, la Asociación Española de Urología (AEU) ha desarrollado un protocolo de actuación y recomendaciones de práctica clínica.

“Este protocolo es importante y es necesario que se active en todos los servicios donde se realice esta intervención quirúrgica y, a su vez, tener centralizado el tratamiento más específico”, indica el Dr. Gago Ramos. El protocolo también destaca la importancia de los tratamientos paliativos y, en concreto, la eficacia de los productos absorbentes, tal y como también recoge la Guía Europea de Incontinencia Urinaria en Adultos.

Aunque el papel de la enfermería es esencial en el manejo y control del paciente con incontinencia urinaria, el especialista señala la importancia de que sea el propio urólogo quien ofrezca información al paciente sobre los tratamientos paliativos, tales como absorbentes de incontinencia, pinza peneana, colectores. Y es que “el paciente operado de cáncer de próstata confía en el cirujano y que sea él quien le transmita de inicio el beneficio de utilizar estos dispositivos paliativos tiene un valor importante”, recalca.