Lograr una sociedad digital inclusiva con las personas mayores pasa por mejorar la alfabetización digital de este colectivo y lograr aplicaciones sencillas, accesibles y pensadas para una población diversa, tal y como señalan desde la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).

Lograr esta inclusión digital supone un reto para las instituciones, tanto públicas como privadas, que deben facilitar la accesibilidad y la usabilidad a través de la alfabetización digital, con inversiones en tecnología, en oportunidades de desarrollo económico, en formación y cultura digital poniendo los medios para ser «persona digital».

Tal y como señala Marina Troncoso, presidenta de la  Confederación Estatal de Asociaciones de los Programas Universitarios de Personas Mayores (CAUMAS) y vicepresidenta de CEOMA «es necesario un sistema de gobernanza de Internet que garantice su neutralidad, para que se aseguren los derechos digitales de las personas; con acceso a la tecnología para todos, sin discriminación de ningún tipo, poniendo especial interés en los colectivos más vulnerables, como el colectivo de personas mayores«.

Por su parte, Sabina Camacho, presidenta de CEOMA, resalta que «las entidades bancarias han de continuar trabajando en programas específicos para que cubran las necesidades que precisan las personas mayores y seguir fomentando la formación digital rompiendo la brecha de la banca online. Es necesario que cuenten con las organizaciones que trabajamos por los intereses de este grupo poblacional».

En este sentido, CEOMA denuncia que con motivo del cierre de muchas oficinas bancarias se han reducido los servicios que prestaban de forma presencial y esto ha afectado tremendamente a las personas más mayores, a los mayores con discapacidad y a los que viven en zonas rurales, ocasionándoles desplazamientos innecesarios, ansiedad y sensación de inutilidad.

Por otra parte, Esperanza Guisado, presidenta de la Comisión de comunicación e imagen social de CEOMA, incide en que «muchas de las problemáticas atribuidas a las personas mayores en la digitalización, también están afectando al resto de la población. Las nuevas tecnologías deben ser accesibles para todos, no generando márgenes de confusión por parte del demandante del uso digital».

Como señalan desde esta Confederación, las personas mayores tiene interés por aprender, por acceder y beneficiarse de las ventajas que las nuevas tecnologías, Internet y los medios sociales ponen a su disposición. Y continuar apostando por la formación es la mejor forma de fomentar un envejecimiento activo en prevención de la dependencia.