Un artículo de Sanitas Mayores

Aproximadamente 800.000 personas padecen Alzheimer actualmente en España, según la Sociedad Española de Neurología. Aunque hoy por hoy no existe cura para esta enfermedad, la investigación y la atención médica han avanzado considerablemente en los últimos años, ofreciendo distintos tratamientos y enfoques terapéuticos.

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El uso de terapias no farmacológicas contribuye a ralentizar el deterioro cognitivo y funcional en las personas que sufren Alzheimer

En este sentido, antes de hablar sobre cualquier avance, es importante tener claro que ninguna de estas intervenciones puede evitar la aparición de la enfermedad ni recuperar las capacidades cognitivas que la persona afectada ya haya perdido. Sin embargo, el uso de terapias no farmacológicas sí que contribuye a ralentizar el deterioro cognitivo y funcional en su vida cotidiana. 

En Sanitas Mayores consideramos que es además imprescindible poner el foco en diagnosticar prematuramente el Alzheimer, ya que va a dar muchas más posibilidades de ralentizar el curso de la enfermedad, tanto a través de terapias no farmacológicas como con tratamientos farmacológicos. Además, va a permitir aprovechar al máximo la reserva cognitiva y a estimular la plasticidad neuronal. Es fundamental, por ello, que poco a poco se vaya concienciando a la sociedad de mejorar este diagnóstico precoz.

En este contexto, nueve de cada diez españoles cree que es posible ralentizar el Alzheimer a través de ejercicio mental (70,7%), medicación (61,4%), y ejercicio físico (38,9%), según el estudio ‘La percepción de la población española sobre el alzhéimer’ elaborado por Sanitas Mayores. A pesar de ello, hay un 9,6% de la población que considera que es imposible ralentizar la enfermedad. Es por eso importante promover una mayor formación e información sobre esta patología.

Dentro del campo de las terapias no farmacológicas existen diferentes tratamientos que ayudan a mejorar la calidad de vida del mayor manteniendo las funciones mentales, preservando la independencia en la vida diaria y controlando los problemas conductuales, entre otros beneficios.

Una de estas terapias es la estimulación cognitiva, una técnica que busca mantener y mejorar la memoria, la atención y el lenguaje en personas con Alzheimer. Esto se logra a través de ejercicios y actividades diseñadas para mantenerla la mente activa. Dentro de este conjunto, se encuentra la terapia de reminiscencia, que implica recordar eventos pasados ​​y compartir experiencias, lo que ayuda a las personas con Alzheimer a conectarse con su historia personal y mejorar su bienestar emocional.

Un ejemplo de esto es la sala inmersiva de la residencia Sanitas Les Corts, en Barcelona. En esta sala se llevan a cabo sesiones con las que se consigue acercar el mundo exterior al interior de la residencia, lo que permite vivir nuevas experiencias o revivir situaciones del pasado. Esto posibilita mejorar las capacidades en personas con deterioro cognitivo y ayuda a gestionar cambios asociados al envejecimiento.

Por otro lado, las técnicas de mantenimiento de la funcionalidad permiten mantener la independencia en las actividades de la vida diaria el mayor tiempo posible. Se incluyen el entrenamiento en actividades cotidianas y la psicomotricidad, enfocada en mejorar la coordinación motora y la movilidad.

Por último, existen actividades para controlar los problemas conductuales como la ansiedad o la ira. En este marco, la musicoterapia, la estimulación sensorial y las terapias con animales han demostrado ser efectivas en la reducción de estos comportamientos problemáticos. La musicoterapia, por ejemplo, utiliza la música como una herramienta terapéutica para calmar y estimular emociones positivas. Por su parte, las terapias con animales, como la interacción con perros o gatos, pueden brindar consuelo y reducir la ansiedad.

Todas estas terapias no farmacológicas son llevadas a cabo por profesionales de distintas disciplinas, como psicólogos, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas. Si bien el Alzheimer sigue siendo un desafío importante en el campo de la salud, estos avances terapéuticos ofrecen esperanza y mejoras significativas en la calidad de vida de quienes lo padecen y sus familias.