La prevención de riesgos, la comunicación constante y la planificación anticipada son claves para preservar la autonomía de los pacientes que sufren la enfermedad de Alzheimer. El Dr. Enrique Arrieta Antón, experto en neurología de SEMERGEN, destaca la importancia de mantener rutinas en el cuidado del Alzheimer en el hogar para garantizar la estabilidad y calidad de vida.

El doctor Enrique Arrieta Antón, miembro del grupo de trabajo de neurología de SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), destacó durante el webinar ‘El paciente en el domicilio. Previniendo riesgos y mejorando el cuidado’, organizado por la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA). la importancia de mantener rutinas de conducta y comportamiento para asegurar un entorno estable en el cuidado de pacientes con Alzheimer en el domicilio. Esto es fundamental para preservar su bienestar y calidad de vida.

Claves para el cuidado del paciente con Alzheimer en el domicilio
La prevención de riesgos es un aspecto esencial en el cuidado en el domicilio de los pacientes con Alzheimer

En España, el cuidado en el entorno familiar es la opción predominante en las etapas iniciales de la enfermedad de Alzheimer. Esto implica la necesidad de adaptar el hogar y establecer rutinas diarias que favorezcan el bienestar de la persona afectada y mantengan la estabilidad en el curso de la enfermedad. Según el doctor Arrieta, estas rutinas varían según la fase de la enfermedad y las recomendaciones de los profesionales de la salud que participan en el cuidado.

La anticipación desempeña un papel crucial, ya que el Alzheimer, desafortunadamente, tiene una evolución conocida y tiende a resultar en una discapacidad más o menos severa. Prepararse para el futuro es esencial, advierte este especialista.

La prevención de riesgos es un aspecto esencial en el cuidado en el domicilio. Las caídas son una de las principales amenazas, y se deben evitar ruidos bruscos que puedan desorientar al paciente, mantener el orden en el baño y la cocina, y eliminar obstáculos en la vivienda para prevenir accidentes.

El doctor Arrieta subrayó que hasta el 90% de las personas con demencia pueden experimentar síntomas conductuales y psicológicos, como trastornos del comportamiento, depresión, ansiedad, irritabilidad, problemas de sueño y agresividad, entre otros. Estos síntomas suelen ser la razón principal de la institucionalización de los pacientes, ya que afectan significativamente a su calidad de vida y la de sus familias.

Además, la polifarmacia, es decir, el uso de múltiples medicamentos, representa otro factor de riesgo común en estas situaciones. La comunicación y la revisión constante por parte del médico son fundamentales para abordar este problema.

La planificación anticipada de los cuidados también es esencial. Cuidar a una persona con Alzheimer implica riesgos que afectan tanto a la salud física como a la psicológica, y pueden dar lugar a conflictos familiares, sociales e incluso éticos y legales. Por lo tanto, la comunicación con el paciente, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad, es crucial. Anticiparse a las complicaciones que puedan surgir en las etapas avanzadas de la enfermedad y tomar decisiones que tengan en cuenta los valores y preferencias del paciente es igualmente importante.

A pesar de los desafíos, el cuidado en el domicilio sigue siendo una opción que permite aplicar principios fundamentales en el manejo de estos pacientes y preservar su autonomía durante el mayor tiempo posible, a pesar del deterioro progresivo causado por la enfermedad.