Un artículo de ASPAYM Castilla y León

Una buena salud mental es crucial para nuestro bienestar y su importancia es todavía más notable en determinados grupos de población vulnerables como las personas mayores o con discapacidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 25% de la población mundial experimentará problemas de salud mental en algún momento de sus vidas y a partir de los 55 años el 20% de las personas experimentan alguna patología de este tipo. En Europa, la depresión y la ansiedad son los problemas de salud mental más comunes.

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Las desigualdades y la discriminación son factores de riesgo para la salud mental, que se multiplican en el caso personas mayores o con discapacidad

En la misma línea, la OMS señala que las desigualdades y la discriminación son factores de riesgo, que se multiplican en personas mayores y/o con discapacidad, ya que a menudo enfrentan barreras y situaciones de exclusión. La falta de apoyos, la pérdida de autonomía y empeoramiento de la salud, así como la soledad o la muerte de seres queridos son otros de los factores de riesgo con más influencia en estas personas.

A pesar de los avances en sensibilización e inclusión, las personas mayores y/o con discapacidad siguen enfrentándose a numerosas barreras y situaciones de exclusión. El estigma no solo implica etiquetas, sino también conductas discriminatorias, generando efectos negativos en la salud mental, como ansiedad, depresión y desesperación. De ahí la importancia de fomentar un entorno libre de estigmas.

La ansiedad y la depresión parte de la vida cotidiana

La ansiedad es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que la persona se siente amenazada por un peligro externo o interno. Se trata de una respuesta fundamental de nuestro organismo para la supervivencia.  

Un primer paso para resolver los problemas de ansiedad es entenderla, afrontar los miedos de forma gradual y tomar conciencia de que en la mayoría de los casos nunca llegan a producirse.

La depresión es un trastorno mental caracterizado por un estado de ánimo bajo y un constante sentimiento de tristeza. Suele ir acompañada de alteraciones tanto del comportamiento y del pensamiento como de la actividad habitual de la persona que la padece. La depresión es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes y es más habitual en las mujeres que en los hombres. Además, cada vez se diagnostican más casos en jóvenes.

Del mismo modo los momentos de estrés, apatía, soledad no deseada, duelo o la falta de motivación son habituales en la vida cualquier persona y afectan de una forma más acusada a las personas mayores y/o con discapacidad. 

Para combatirla es fundamental identificar signos tempranos, promover la comunicación abierta y buscar ayuda profesional. En estos casos son de gran utilidad las terapias cognitivo-conductuales, la práctica de mindfulness y el apoyo emocional.

Consejos para afrontar situaciones complicadas o de crisis

No hay herramientas que sean adecuadas para todas las personas, pero hay algunas que pueden ser de ayuda en la mayoría de los casos o situaciones complejas:

  1. No ignorar los problemas
    Estas situaciones no desaparecen solas y lo más probable es que empeoren si no se abordan de forma adecuada. Cuando se trata de nuestra salud física, mental y emocional, la negación no es una solución. Además, es crucial identificar signos tempranos.

  2. Definir el problema
    Primero hay que comprender la naturaleza del problema y si es una situación muy compleja es útil dividirlo en partes para facilitar su resolución.

  3. Pedir ayuda
    Cuando una persona no es capaz de gestionar estas situaciones por sí misma debe acudir a los profesionales de la salud mental que le pueden ofrecer técnicas personalizadas.

  4. Mantener una vida social activa y fomentar pasatiempos e intereses que ayuden al disfrute y la desconexión.

  5. Cuidar la salud física y potenciar el autocuidado
    Mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico de forma regular, por ejemplo, caminar, nadar o practicar yoga, ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Asimismo, tiene grandes beneficios establecer una rutina de sueño adecuada y poner en práctica técnicas de relajación como respiración profunda, el mindfulness (también conocido como “atención plena”) o la relajación muscular progresiva.

¿Cómo se trabaja de ASPAYM Castilla y León para mejorar la salud mental de las personas?

Desde ASPAYM Castilla y León, además de llevar a cabo una labor sociosanitaria, se implementan proyectos que buscan mejorar la salud mental de la población en general y de las personas con discapacidad en particular. En esta línea se han puesto en marcha proyectos como:

  • “Re-Construct”: enmarcado en el campo del apoyo y desarrollo psicológico en personas adultas tras los efectos causados por el COVID-19, en este proyecto se ha desarrollado una aplicación para móviles que permite reducir los mencionados efectos de la pandemia, gracias a su programa de intervención psicológica en situaciones de crisis.
  • “The Book of Life” y “Mentoring Life”: destinados a dotar a los jóvenes de habilidades y herramientas para que construyen un estilo de vida saludable a nivel físico, mental, emocional y social a través de la formación, el pensamiento crítico y la resolución de conflictos.
  • “Shaping Life”: busca educar a personas de diferentes entornos socioeconómicos y culturales, con el objetivo de que logren desarrollar e implementar un estilo de vida saludable, incluso en condiciones difíciles, como en un contexto de pandemia y período poscrisis.

Desde este modo, ASPAYM CyL trabaja activamente para mejorar la salud mental a través de diversos proyectos, destacando la importancia de la sensibilización, la inclusión y la prevención de trastornos mentales.