Un artículo de Sonia Terrón Pérez,
Terapeuta Ocupacional en atención domiciliaria, responsable de Más Terapia en Madrid
La salud mental es un componente fundamental del bienestar general y de la calidad de vida de todas las personas, independientemente de su edad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental no se define únicamente como la ausencia de trastornos mentales, sino como un estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de manera productiva y contribuir a su comunidad.

En el caso de los adultos mayores, la salud mental implica la capacidad de afrontar los cambios asociados al envejecimiento, mantener relaciones sociales satisfactorias, sentirse útil, tener metas personales, involucrarse en actividades significativas y disfrutar de una buena calidad de vida. Sin embargo, factores como la pérdida de seres queridos, enfermedades crónicas, cambios físicos, reducción de la movilidad o el aislamiento social pueden dar lugar a sentimientos de tristeza, vacío o ansiedad, afectando significativamente al bienestar emocional. Se estima que aproximadamente el 14% de los adultos mayores de 60 años presenta algún trastorno mental, siendo los más frecuentes la depresión y la ansiedad.
Abordar la salud mental en esta etapa es fundamental no solo para mejorar la calidad de vida, sino también para favorecer la funcionalidad, la autonomía, la participación social y la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
En este contexto, la terapia a domicilio se presenta como una herramienta efectiva y accesible para promover el bienestar emocional. Dado que el hogar es el principal entorno de vida para muchas personas mayores, fomentar hábitos saludables en casa puede tener un impacto muy positivo en su salud mental. A continuación, se detallan diez hábitos fundamentales para mejorar el bienestar emocional y prevenir enfermedades mentales:
- Establece rutinas
Tener horarios regulares para levantarse, comer, realizar actividades y dormir ayuda a mantener el equilibrio emocional. Las rutinas aportan estructura y seguridad, que es especialmente importante ante situaciones de cambio o soledad. - Participa en actividades significativas
Colaborar en las tareas cotidianas, realizar actividades placenteras y participar en la toma de decisiones refuerza la autoestima, genera un sentimiento de utilidad y aporta propósito a cada día. - Practica ejercicio físico
Realizar ejercicio con regularidad, preferiblemente al aire libre, mejora el estado de ánimo, la calidad del sueño y la salud cerebral. En casa se puede caminar, subir y bajar escaleras, bailar o practicar ejercicios suaves como estiramientos o yoga adaptado. - Mantén la mente activa
Leer, hacer crucigramas, juegos de memoria o de lógica, escuchar música o aprender algo nuevo son formas efectivas de estimular la mente y prevenir el deterioro cognitivo. - Lleva una alimentación equilibrada
La alimentación influye directamente en la salud mental. Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y proteínas saludables favorece un buen estado de ánimo. Es igualmente importante mantenerse bien hidratado y evitar el consumo excesivo de azúcares, fritos y alimentos procesados. - Descansa correctamente
El descanso reparador es fundamental para el bienestar físico y emocional. Establece una rutina de sueño regular, evita siestas largas durante el día y reduce la exposición a pantallas antes de dormir. Dormir al menos 7-8 horas mejora la energía y el ánimo. - Conserva el contacto con los demás
Mantener relaciones sociales activas mejora el estado de ánimo y reduce el riesgo de depresión. Aunque se permanezca en casa, hablar por teléfono, hacer videollamadas, enviar mensajes a familiares y amigos o participar en talleres y actividades organizadas, son formas efectivas de mantenerse conectado y aliviar el sentimiento de soledad. - Expresa y cuida tus emociones
Es natural sentir tristeza o ansiedad en momentos puntuales, pero si estas emociones se prolongan, es importante prestarles atención. Técnicas como la respiración consciente, la meditación o el mindfulness ayudan a recuperar el equilibrio emocional. Hablar con alguien de confianza o con un profesional también es esencial. - Cuida tu entorno
El lugar donde vivimos influye en nuestro estado emocional. Mantener la casa limpia, ordenada y con buena iluminación genera bienestar. Crear un rincón especial para la lectura o la relajación y rodearse de objetos que inspiren alegría como fotos, plantas o música puede ser muy reconfortante. - Busca apoyo cuando lo necesites
Si notas cambios persistentes en tu estado emocional, no dudes en pedir ayuda. Los familiares y amigos pueden ofrecer compañía y apoyo, pero también es importante acudir a un profesional que pueda ayudarte a comprender lo que estás viviendo y ofrecerte las herramientas necesarias para sentirte mejor.
La terapia a domicilio permite acercar la atención profesional al entorno natural de la persona mayor, lo que favorece su comodidad, reduce el estrés y permite intervenir de forma más realista en su día a día teniendo en cuenta sus necesidades y capacidades. Al trabajar directamente en el domicilio, se pueden personalizar mejor las estrategias, adaptar los ejercicios a su rutina diaria y atender tanto a la persona como a su entorno familiar. Además, facilita la continuidad del tratamiento y mejora la adherencia a las recomendaciones terapéuticas.
En resumen, mantener hábitos saludables en el hogar es clave para garantizar una buena salud mental, una calidad de vida óptima y un envejecimiento activo y satisfactorio. La salud mental en la vejez es tan importante como en cualquier otra etapa de la vida y con el acompañamiento adecuado, cada persona puede vivir esta etapa con bienestar, plenitud y dignidad.