Un artículo de Gema Martín,
Coordinadora de la Sección de Terapias Manuales del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón (CPFA)

La Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) es una patología del sistema venoso prolongado en el tiempo. El sistema venoso es el encargado de llevar la sangre procedente de los órganos y tejidos hacia el corazón. Para ese buen retorno venoso, será importante factores como la respiración, el corazón, las paredes de los vasos venosos, las válvulas venosas y la bomba muscular, es decir, la contracción muscular.

Pueden existir diversos factores que provocan daño en las venas, con la incompetencia de las válvulas, que dificulta el retorno del flujo de sangre hacia el corazón. Dentro de los factores de riesgo encontramos: edad, antecedentes familiares, sexo femenino, hormonas, antecedentes de TVP, obesidad, embarazo y bipedestación prolongada.

Según el estadío de la IVC, habrá síntomas que van desde la pesadez de extremidades inferiores, picor, edema por el calor o por la bipedestación prolongada, flebitis, trombosis venosa profunda o úlceras venosas. Es el Cirujano Vascular el encargado de diagnosticar la patología y decidir el tratamiento adecuado según el estadío de la IVC.

Dentro del tratamiento conservador de la IVC, el fisioterapeuta, tiene un papel importante en la mejora de los síntomas dentro de la Terapia Descongestiva Compleja, además de una labor de prevención y buen funcionamiento del sistema venoso y linfático. La Terapia Descongestiva Compleja, se compone de Drenaje Linfático Manual y/o presoterapia, vendajes y prendas de elastocompresión terapéutica.

Esta Terapia tiene como finalidad, ayudar a disminuir la inflamación de las piernas, mejorar el estado de la piel, mejorar los síntomas y reducir las posibles complicaciones. El ejercicio físico será imprescindible para el correcto funcionamiento del sistema venoso, adaptado a las condiciones físicas y ambientales del paciente. Cuando hay un estadío avanzado de la patología se optará por un tratamiento quirúrgico.