Para Catalina Hoffmann reconducir las emociones y la forma de vivir puede hacer de la jubilación una etapa feliz y productiva Llegar a la jubilación acarrea un importante cambio en la vida de todas las personas, ya que abandonar el puesto de trabajo supone una modificación del status económico, social y psicológico. En función de la personalidad de cada persona estos cambios pueden generar consecuencias negativas, pero también puede llegar a convertirse en una etapa dorada, productiva y feliz si se saben reconducir las emociones y la forma de vivir. Y para lograrlo Catalina Hoffmann, creadora del Método que lleva su nombre y de los centrosVitalia, nos ofrece unos interesantes consejos: – Aprovechar para ocupar el tiempo postergado en aras del trabajo o los hijos en las cosas que siempre quiso hacer y tuvo que dejar en un segundo plano. – No caer en el error de decir “ya es tarde para hacer esto” o “a esta edad me voy a poner a hacer lo otro”. – Ocuparse de usted sin sentirse obligado a cumplir con las demandas de los demás, de aquellos que aparezcan diciendo “ahora que no tienes nada que hacer por qué no me…”. – Si se necesita y se quiere, continuar frecuentando las amistades que se tenían en el trabajo. El hecho de haberse retirado no quiere decir que uno tenga que perderlas. – Compartir sus sensaciones con personas que hayan pasado por lo mismo y también con su familia; sobre todo, no encerrarse en uno mismo. – Disfrutar de las libertades que tiene la edad: menor responsabilidad en el cuidado de los hijos, mayor desenvoltura sexual, el teatro, el cine, etc. – Disfrutar de los nietos todo lo que pueda, pero no educarles, que esa responsabilidad corresponde a sus padres. – Es un momento excelente para cuidarse: hacer el deporte o la actividad para la que nunca tuvo tiempo y una dieta saludable y rica que le permita saborear de los mejores productos de nuestra tierra.