El grupo poblacional más afectado durante la pandemia, y especialmente durante el confinamiento, han sido las personas mayores, generando en esta población efectos negativos tanto a nivel físico como cognitivo, además de alteraciones en el estado de ánimo y en la conducta. En este contexto, desde STIMA se recalca la importancia de una adecuada rehabilitación para superar las posibles secuelas del aislamiento.

Y es que, tal y como afirma la Directora de operaciones de STIMA, Patricia del Barco, “a nivel físico se ha visto deteriorada la fuerza muscular del miembro inferior y, por lo tanto, la marcha, perdiéndola en algunos casos totalmente”. Asimismo, destaca también un aumento del deterioro cognitivo con más fallos de atención, memoria a corto plazo, alteración de las funciones ejecutivas y desorientación temporal. Además, la experta señala que en personas sin deterioro cognitivo, han aparecido los primeros síntomas del mismo, desorientación y ligeros fallos de memoria.

En cuanto a la recuperación de las capacidades pérdidas durante la cuarentena desde STIMA insisten en que si no hay patología añadida, son recuperables en su mayoría con la rehabilitación adecuada. Sin embargo, Patricia del Barco advierte que “la rehabilitación debe empezar cuanto antes para que los déficits sean los menores posibles”.

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La rehabilitación debe empezar cuanto antes para superar las posibles secuelas del aislamiento, tanto a nivel físico como cognitivo

A la hora de saber cuándo es adecuado acudir a un centro de día, la Directora de operaciones de STIMA señala “recomendamos acudir a un centro de día a cualquier persona mayor que precise estimulación cognitiva, física, funcional o social y que, a pesar de estos déficits, quieran seguir viviendo en su casa con su familia, siendo un recurso muy útil a la hora de disfrutar de un envejecimiento con calidad a pesar de las patologías que puedan sobrevenirle al mayor».

Además, añade que “en esta época que estamos viviendo, se hace especialmente adecuada la asistencia a un recurso de este tipo, pues el confinamiento ha aumentado notablemente los deterioros en las personas mayores e, incluso, los ha hecho aparecer”.

En este contexto, es importante que las personas mayores sigan acudiendo al centro de día para evitar las consecuencias negativas del aislamiento extremo en el domicilio durante la pandemia. «Un centro de día le aporta a una persona mayor multitud de aspectos positivos. Entre ellos: rehabilitación física, cognitiva y funcional, compañía, cuidado médico, control diario de medicación, actividades socio-culturales y un control de la alimentación», explica Patricia del Barco.

En cuanto a las terapias realizadas en el centro, la experta destaca varias de ellas. En primer lugar, la neuropsicología aporta beneficios a nivel cognitivo (memoria, orientación, atención, funciones ejecutivas, etc.), y a nivel emocional, regulando y normalizando el estado de ánimo. Por otro lado, el trabajo con fisioterapeutas expertos mejora la marcha, el equilibrio, la fuerza muscular y el rango articular de los miembros superiores e inferiores. Asimismo, la terapia ocupacional es un pilar clave para mantener la independencia en las actividades de la vida diaria en todas sus modalidades, las básicas (alimentación, aseo, vestido, uso del baño, etc.) y las instrumentales (manejo del dinero, uso del teléfono, cuidado del hogar, cocinar, ir a la compra, etc.). Sin olvidar después de todo lo anterior, los beneficios sobrevenidos a nivel social para el mayor que acude al centro diariamente.

Los centros de día al alcance de todos

Consciente de las dificultades económicas que atraviesan muchas personas mayores, los centros de día STIMA ponen a disposición de sus usuarios una ayuda de carácter privado -el “cheque STIMA”- cuyo objetivo es que estos centros estén al alcance de todos. “Ningún mayor debería quedarse en casa, menos aún por una dificultad económica, si requiere de estimulación de algún tipo”, señala su Directora de Operaciones.

El “cheque STIMA” busca cubrir con celeridad las necesidades de ayuda económica para cualquier persona mayor de 65 años, o con una patología asociada, que cumpla los requisitos. Y lo hace en menos de 72 horas. Basta con contactar con los centros ubicados en los barrios madrileños de Aluche, Legazpi y Moratalaz y presentar la documentación solicitada (última Declaración de la Renta y el certificado de pensiones de cada miembro que integre la unidad familiar). La respuesta a la solicitud se confirmará en un plazo inferior a tres días.

Asimismo, los centros de día STIMA ofrecen también a los mayores y sus familias servicios asistenciales, como la tramitación del Cheque Servicio de la Ley de Dependencia otorgado por la Comunidad de Madrid. Gracias a estos servicios, han constatado con las familias que esta es en muchas ocasiones insuficiente y, en otras, se retrasa demasiado, y cuando por fin se recibe la ayuda y se acude al centro, en muchos casos las patologías han evolucionado más de lo necesario por falta de estimulación adecuada a tiempo.