Algunos biomarcadores en sangre podrían predecir con años de antelación la aparición de diabetes asociada a estilos de vida no saludables, tal y como revela un estudio colaborativo de varios centros españoles, en el que participan investigadores e investigadoras del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) en la Universidad Autónoma de Madrid.

En la aparición de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) juegan un papel clave factores de riesgo no modificables, como la edad o la genética, y otros que sí pueden modificarse, como los factores ambientales o el estilo de vida. En este sentido, esta investigación apunta a que ciertos biomarcadores en sangre, detectables mucho antes de que surja la enfermedad, permitirían identificar a personas que podrían beneficiarse de un tratamiento intensivo del estilo de vida para prevenir la diabetes mellitus tipo 2.

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En la imagen, Mario Delgado, María Téllez y Mercedes Sotos

Tal y como señala Mario Delgado-Velandia, investigador predoctoral de Epidemiología y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Madrid y CIBERESP, primer autor de este artículo, “sabemos que la diabetes es una enfermedad relacionada con el estilo de vida y que tiene además un componente hereditario”.

Por ello, la dieta, la actividad física, el índice de masa corporal (IMC), el tabaquismo y el consumo de alcohol se han asociado con un mayor riesgo de sufrir la enfermedad. Sin embargo, queda mucho por avanzar en la comprensión de las vías biológicas que pueden estar influenciadas por los estilos de vida en relación al desarrollo de diabetes.

En esta línea de investigación, la metabolómica (la determinación de moléculas intermediarias y subproductos del metabolismo) supone una oportunidad para comprender estos mecanismos, como primer paso para diseñar estrategias para la prevención de la diabetes tipo 2 con intervenciones centradas en el estilo de vida.

Con este objetivo, esta investigación, publicada en la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, se centra en evaluar la asociación entre la adherencia a un estilo de vida saludable con los perfiles metabólicos y la incidencia de diabetes tipo 2. Para ello, se han analizado los datos de 1.016 pacientes participantes en el Estudio Hortega (una cohorte representativa de la población de Valladolid con un seguimiento de 14 años).

Los investigadores observaron que cambios metabólicos tempranos relacionados con cinco estilos de vida (dieta, actividad física, fumar, consumo de alcohol e índice de masa corporal) podrían conducir a la diabetes tipo 2. En este sentido, “los resultados sugieren que cuanto más saludable es el estilo de vida menor es el riesgo de diabetes y, lo más importante, que esta relación se explica sustancialmente por los metabolitos asociados al estilo de vida años antes del diagnóstico de diabetes”, explican los coordinadores de este trabajo.

La mitad de los casos de diabetes se evitan gracias al estilo de vida saludable

Como señala María Téllez-Plaza, científica titular del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, “en el cuerpo humano se producen miles de reacciones químicas a cada momento. En ellas intervienen pequeñas moléculas (metabolitos), organizadas en cadenas (vías metabólicas). Nuestros resultados indican que algunas de estas moléculas, como algunos lípidos, ácidos grasos, o los productos del metabolismo de las bacterias que tenemos en el sistema digestivo, explican hasta la mitad de los casos de diabetes que se evitan gracias al estilo de vida saludable.

Como indican los investigadores del CIBERESP en la Universidad Autónoma de Madrid, el manejo de la diabetes tipo 2 se realiza con cambios en el estilo de vida y con medicamentos hipoglicemiantes e insulina, sin embargo, “en la mayoría de los casos el tratamiento no es curativo, y si se diagnostica muy tarde el paciente debe tomar medicación de por vida”, advierte Mercedes Sotos-Prieto, epidemióloga de la Universidad Autónoma de Madrid y profesora adjunta de la Escuela T. H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard.

Por ello, este trabajo es de gran relevancia en el camino hacia la medicina personalizada de precisión. “El estudio de los metabolitos permitiría identificar precozmente a los individuos que podrían beneficiarse de intervenciones intensivas y personalizadas sobre el estilo de vida para prevenir la diabetes tipo 2, mejorando su calidad de vida y evitando las graves complicaciones de esta enfermedad”, recalca la Dra. Sotos-Prieto.

Ahora los resultados deben ser confirmados en otras poblaciones antes de incluirse en los protocolos de manejo y prevención de la diabetes tipo 2, pero todo apunta que, “la determinación de algunos metabolitos puede ayudar a prevenir esta enfermedad, que es también es pandémica” puntualiza la Dra. Téllez-Plaza.

Y es que la diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Su evolución puede derivar en ceguera, daño en los riñones, alteraciones en la sensibilidad de manos y pies, e incluso amputación de extremidades, siendo una de las principales causas de muerte prematura. La diabetes es una enfermedad silenciosa: cuando se perciben sus síntomas (sed excesiva, cansancio, orinar frecuentemente) la enfermedad puede llevar años desarrollándose.

Artículo de referencia:
Delgado-Velandia, M., Gonzalez-Marrachelli, V., Domingo-Relloso, A. et al. Healthy lifestyle, metabolomics and incident type 2 diabetes in a population-based cohort from Spain. Int J Behav Nutr Phys Act 19, 8 (2022). https://doi.org/10.1186/s12966-021-01219-3