Un artículo de Campofrío Health Care
El envejecimiento supone un deterioro tanto a nivel cognitivo como fisiológico. Los órganos van cambiando con la edad y la velocidad de estos cambios es diferente entre individuos. En este monográfico nos centraremos en lo cambios fisiológicos que provocan una malnutrición.
La malnutrición es una enfermedad que abarca desde la obesidad a la desnutrición, siendo esta última la más frecuente en edades avanzadas. Según la SENPE, más de un 5% de la población española padece una malnutrición. Lo importante a la hora de poner solución a esta condición es saber la causa de esta. Las causas pueden ser diversas: bajo aporte de nutrientes, aumento de los requerimientos nutricionales, aumento de las pérdidas…
Centrándonos en la población geriátrica las principales causas de desnutrición, se encuentran en los cambios fisiológicos, sobre todo de los cambios en la boca, aparato digestivo y sistema nervioso.
Cambios fisiológicos en la boca
La pérdida de piezas dentales y la xerostomía (boca seca) hacen que las comidas sean un momento difícil más que un momento de disfrute para nuestros mayores, ya que, debido a estas disminuye la sensibilidad gustativa y la producción de saliva que ayudan a ablandar los alimentos para su mejor deglución.
Para facilitar la alimentación de estas personas, se recomienda aumentar el consumo de alimentos con mayor humedad como pueden ser los caldos y los purés; los guisos, alimentos picados y mayor uso de salsas.
Cambios digestivos
Son numerosos los cambios que se producen a nivel digestivo según avanza la edad, entre los cuales se encuentran la disminución de la función de las mucosas gástricas, que disminuye la correcta absorción de nutrientes a nivel gástrico; la aclorhidria (baja producción de ácidos en el estómago), estreñimiento, pero, sobre todo, disfagia. La disfagia es la principal causa de desnutrición geriátrica en España.
La disfagia es una disfunción de deglución causada principalmente por enfermedades neurológicas o demencia. Cuando Existe disfagia es importante hacer una evaluación de la deglución para determinar si hay riesgo de aspiración (Entrada de líquidos o comida a los pulmones). Los principales síntomas de la disfagia son la incapacidad para tragar saliva, incapacidad de beber por una pajita, atragantamiento o tos durante las comidas, presencia de alimentos en los recesos bucales e infecciones crónicas en las vías respiratorias superiores.
La mejor solución para pacientes con disfagia es adaptar la dieta a textura modificada y espesar los líquidos o utilizar aguas gelificadas. La hidratación es fundamental para el ser humano y para personas con disfagia puede ser una pesadilla ya que requiere mayor coordinación y control y son fácilmente aspirados por los pulmones pudiendo provocar un problema grave. Al espesar los líquidos, o usar aguas gelificadas, conseguimos un mayor control de la deglución y por tanto una correcta hidratación sin riesgo de aspiración.
Los alimentos de textura modificada a pesar que deben tener las texturas adaptadas según el grado de disfagia deben cumplir los requerimientos nutricionales de la persona según su edad. El objetivo de este tipo de alimentación debe permitir que simplemente humedeciendo y cohesionando los alimentos adquieran una consistencia semisólida sin requerir mucha masticación y facilitando la deglución de estos.
1 Comment
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EXCELENTE.Si atendemos una población de 200 adulto mayores y vemos que las enfermedades neurológicas y demencias son las causa principales de disfagia y por ende la desnutrición.
La pedida de piezas dentarias, los trastorno de la disgestion y absorción de alimentos son también causa importante de anemia y destrucción en la población adulta mayor