La Fundación Hurkoa y la Universidad de Deusto han desarrollado BaTuran, una herramienta innovadora para evaluar la fragilidad social en personas mayores, con el objetivo de mejorar su calidad de vida. BaTuran ofrece una evaluación individualizada basada en actividades diarias, redes sociales, proyecto vital y contexto, y está disponible para descarga gratuita en el sitio web de Hurkoa.

Hurkoa, en colaboración con la Universidad de Deusto y el respaldo del Departamento de Políticas Sociales del Gobierno Vasco, ha presentado BaTuran, una herramienta innovadora que permite evaluar de manera sencilla el grado de fragilidad social de las personas mayores. Este enfoque, desarrollado en colaboración con los servicios sociales municipales, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de este segmento de la población.

BaTuran ha sido diseñada como una herramienta de utilidad para los profesionales del trabajo social en la elaboración de diagnósticos y planificación de intervenciones sociales dirigidas a las personas mayores en situación de fragilidad.

Geriatricarea- BaTuran la herramienta innovadora de Hurkoa para evaluar la fragilidad en personas mayores
BaTuran es una herramienta innovadora para evaluar la fragilidad social en personas mayores, con el objetivo de mejorar su calidad de vida

La herramienta evalúa de manera individual la fragilidad de las personas mayores de 65 años que viven en sus hogares y no presentan limitaciones graves en términos de dependencia para realizar las actividades básicas de la vida diaria.

La definición de fragilidad adoptada por BaTuran se refiere a personas mayores de 65 años con capacidad cognitiva, que viven en sus hogares pero enfrentan dificultades debido a la ausencia o debilidad de una red de apoyo. Estas dificultades pueden incluir:

  • el mantenimiento adecuado del hogar
  • la planificación y gestión de actividades diarias
  • la participación en la vida social y comunitaria
  • la comunicación emocional con otros
  • la realización de proyectos de vida personal

El uso de BaTuran se basa en una hoja de cálculo informática que requiere la selección de indicadores apropiados en cada una de las dimensiones analizadas. Estas dimensiones se centran en cuatro aspectos clave de la fragilidad:

  • actividades instrumentales de la vida diaria
  • redes sociales y participación
  • proyecto vital
  • contexto

Cada dimensión cuenta con diferentes indicadores que permiten evaluar el grado de fragilidad de una persona, categorizándola como leve, moderada, grave o muy grave. Además, la herramienta también puede identificar situaciones de pre-fragilidad, lo que permite actuar para retrasar o detener la evolución hacia un estado de fragilidad, identificando los apoyos necesarios en cada momento.

El desarrollo de BaTuran Hurkoa ha contado con la colaboración de la Universidad de Deusto y ha involucrado a profesionales de servicios sociales, incluyendo entidades del tercer sector, servicios sociales de base, Osakidetza y residencias de tercera edad. Durante varios meses se llevaron a cabo procesos de contraste para definir la fragilidad y determinar las dimensiones más relevantes a tener en cuenta en su evaluación.

Dimensiones consideradas en BaTuran

  1. Actividades instrumentales de la vida diaria: estas actividades son esenciales para mantener la vida personal y social cotidiana. Su desempeño exitoso, junto con las relaciones sociales y la participación, es fundamental para la integración de las personas mayores en la comunidad. Las dificultades en su realización pueden generar inseguridad, aislamiento y exclusión.

  2. Redes sociales y participación social: este aspecto se relaciona con la presencia o ausencia de referentes y la participación en la comunidad. Además de algunos elementos objetivos y físicos, se evalúa el bienestar o malestar subjetivo derivado de las relaciones sociales y el apoyo recibido, así como las oportunidades de participación en la sociedad. Se consideran la familia, amistades, calidad del apoyo recibido, participación y compañía.
    En cuanto a la soledad, aunque no constituye en sí misma fragilidad, se reconoce que sitúa a la persona en un riesgo de fragilidad, ya que cualquier eventualidad (lesión, enfermedad, etc.) puede afectar significativamente su calidad de vida debido a la falta de apoyo disponible.

  1. Proyecto vital: esta dimensión refleja la conciencia, interés y control de la propia vida. Incluye el bienestar personal, la toma de decisiones favorables al bienestar, las aspiraciones y expectativas de la persona, que tienen un impacto directo en su bienestar y desarrollo personal.

  2. Contexto: esta dimensión refleja la naturaleza biopsicosocial de la fragilidad y considera que las dificultades personales y sociales pueden atenuar o agravar una situación de fragilidad. En el ámbito personal, se evalúan aspectos como la edad, habilidades personales, vitalidad, eventos vitales estresantes, actitud hacia los cambios y percepción de ayuda. En el ámbito social, se consideran indicadores relacionados con la vivienda y los recursos económicos de la persona. Por último, la dimensión de salud evalúa la presencia de enfermedades y sus consecuencias para la persona.

Tanto la herramienta informática como los manuales de uso de BaTuran se encuentran disponibles para su descarga gratuita en el sitio web de Hurkoa, una organización sin ánimo de lucro fundada en 1990 por iniciativa de Cáritas Diocesana de San Sebastián.

A lo largo de más de 30 años, esta entidad ha ofrecido apoyo, atención y defensa de los derechos de personas mayores o con enfermedad mental en situación de fragilidad, dependencia o desprotección. Su labor se desarrolla en tres ámbitos: apoyo a personas con discapacidad, centro de día para personas mayores dependientes y atención a la fragilidad.