Un artículo de Accent Social

Las terapias no farmacológicas son intervenciones que, sin el uso de medicamentos, buscan mejorar la salud y la calidad de vida de las personas mayores, especialmente de las que sufren deterioro cognitivo o demencia. Estas pueden ser muy variadas y pueden diferir entre ellas en muchos aspectos, pero tienen el objetivo común de estimular las capacidades físicas, cognitivas, emocionales y sociales de las personas mayores y aliviar los síntomas asociados a sus enfermedades.

En los diferentes centros y servicios que gestionamos en Accent Social ofrecemos terapias no farmacológicas adecuadas a cada persona, dependiendo de sus necesidades y objetivos individuales. En este sentido Maravillas López Juárez, directora de las Viviendas con servicios para gente mayor Campo Sagrado, y Educadora Social de Accent Social, asegura que “desde hace algún tiempo, se han observado cambios muy beneficiosos en las personas con deterioro cognitivo, y también sin él, al realizar talleres con terapias no farmacológicas. Los cambios que observamos en las usuarias y usuarios que han llevado a cabo cualquiera de ellas, son verdaderamente inspiradores y satisfactorios, tanto para las personas usuarias que las experimentan como para el equipo de profesionales que las guían, supervisan y llevan a cabo.”

Geriatricarea- Terapias no farmacológicas para mejorar la salud y bienestar de las personas mayores o personas dependientes
Las terapias no farmacológicas pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar el estado de ánimo, el bienestar y retrasar el deterioro cognitivo

Terapias no farmacológicas

  • Actividades cotidianas: se trata de realizar tareas habituales como atarse los cordones de los zapatos, peinarse, abrocharse los botones o tareas de higiene personal, adaptadas a las capacidades de cada persona, para fomentar su autonomía, autoestima y sentido de utilidad.

  • Estimulación psicomotriz: se basa en realizar ejercicios físicos que impliquen también aspectos cognitivos y afectivos, mejorando la movilidad, la orientación espacio-temporal, la memoria y la atención.

  • Musicoterapia: utiliza la música para promover la creatividad, la expresión artística, el ocio y el disfrute de las personas mayores.

  • Terapia de orientación a la realidad: se enfoca en proporcionar información sobre el entorno actual (fecha, hora, lugar, personas, etc.) para mejorar la conciencia y el funcionamiento cognitivo de las personas con demencia.

  • Actividades físicas: Estas actividades ayudan a mantener la movilidad y la fuerza muscular, así como a mejorar el equilibrio y la coordinación. Entre ellas se pueden incluir la gimnasia, el tai chi o el yoga.

  • Actividades cognitivas: Estas actividades persiguen mantener y mejorar las funciones cognitivas, como la memoria, el lenguaje y la atención. Dentro de esta categoría, se pueden incluir los juegos de mesa, los crucigramas, los sudokus o las actividades de memoria.

  • Actividades sociales: ayudan a fomentar las relaciones sociales y a reducir el aislamiento. Entre ellas se pueden incluir las actividades grupales, como las manualidades, la música o el teatro.

  • Terapias de estimulación sensorial: ayudan a estimular los sentidos, como la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Entre ellas se pueden incluir la musicoterapia, la aromaterapia, la estimulación táctil o la estimulación visual.

Las terapias no farmacológicas ofrecen una serie de beneficios para las personas mayores, entre los que se incluyen:

  • Mejora de la salud física y mental: pueden ayudar a mejorar la salud física y mental de las personas mayores, contribuyendo a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorando el estado de ánimo y el bienestar, y retrasando el deterioro cognitivo.

  • Aumento de la calidad de vida: pueden ayudar a las personas mayores a vivir más plenamente y a disfrutar de una mejor calidad de vida, al mejorar su autonomía e independencia y contribuir a fortalecer sus relaciones sociales.

  • Reducción de los costes sanitarios: pueden ser una alternativa más económica a los medicamentos, especialmente a largo plazo.

En conclusión, Maravillas López afirma que “las terapias no farmacológicas son una opción eficaz para mejorar la salud y el bienestar de las personas mayores que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar el estado de ánimo, el bienestar y retrasar el deterioro cognitivo”.