Un artículo del Dr. Manuel Sequera,
Musicoterapeuta, Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG)

La música es un arte que nos acompaña en todo nuestro ciclo vital. Desde el cuarto mes de gestación, en el que el oído del bebé es funcional, vamos absorbiendo vivencias musicales que permanecen hasta cuando hay un deterioro cognitivo importante.

La canciones y los sonidos que nos rodean, nos mueven, nos evocan y en algunos casos pueden generarnos todo tipo de emociones. La música es un canal de comunicación no verbal, una forma de expresión emocional y un elemento de socialización y cohesión.

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La Musicoterapia puede ayudar en fases muy avanzadas del deterioro cognitivo y funcional de la persona

Probablemente la definición más completa de esta disciplina terapéutica, sea la de la World Federation of Music Therapy, que la define como la utilización científica de la música o sus elementos musicales (tales como sonido, ritmo, melodía y armonía) por un musicoterapeuta profesional, con un paciente o grupo, en un proceso diseñado para promover y facilitar determinados objetivos terapéuticos (de comunicación, interacción, aprendizaje o movilidad, entre otros) trabajando las necesidades físicas, emocionales, sociales y cognitivas de las personas; busca en suma, desarrollar el potencial o restaurar las funciones de la persona de manera que pueda conseguir una mejor integración intra e interpersonal y, consecuentemente, una mejor calidad de vida a través de la prevención, la rehabilitación y el tratamiento.

El perfil profesional de los y las musicoterapeutas en España es a través de una formación de Máster Universitario de al menos 60 ECTS en diferentes universidades y centros privados, aunque hay que destacar que el grado en Musicoterapia se está gestando en varias universidades españolas y pronto verá la luz. En esta formación se abordan aspectos clínicos, musicales y propios de la disciplina de la Musicoterapia.

Huella Sonora Musicoterapia es una empresa que se asienta en Extremadura, Asturias, Cataluña y Murcia. Es pionera a nivel nacional en implantar programas de Musicoterapia tanto a nivel privado como público tanto en envejecimiento activo como en deterioro cognitivo y precursores en ofrecer formación continua especializada para musicoterapeutas y estudiantes de musicoterapia en campos como la geriatría y gerontología, para aumentar la calidad de las intervenciones de los y las musicoterapeutas con las personas mayores.

La Musicoterapia, basada en la evidencia científica, puede ejercerse tanto en personas sin deterioro cognitivo, en programas de envejecimiento activo, como en deterioro cognitivo, y más aún, característica fundamental, en fases avanzadas del deterioro, como en personas con GDS 6-7.

La Musicoterapia puede ayudar en fases muy avanzadas del deterioro cognitivo y funcional de la persona. Existe una vasta evidencia científica al respecto, desde revisiones sistemáticas, ensayos clínicos, metaanálisis, sobre la eficacia de la aplicación de la Musicoterapia en el tratamiento de personas mayores.

Con respecto a los objetivos que puede alcanzar son múltiples, de hecho, se dice que es una terapia multimodal, ya que puede mejorar a nivel físico motriz como la motricidad gruesa, el equilibrio y la marcha, la motricidad fina, entre otros.

A nivel cognitivo puede mejorar todas las funciones cognitivas y ejecutivas de la persona, como la memoria, la atención la orientación y lenguaje y las funciones ejecutivas como el planeamiento motor, la toma de decisiones, el branching o la ejecución dual, entre otras.

Con respecto a los objetivos emocionales, puede favorecer la expresión de todas las emociones. A nivel social la musicoterapia disminuye el aislamiento, tan frecuente en personas institucionalizadas, fomenta la cohesión, participación grupal y pertenencia a grupo a través de esta disciplina.

Otro aspecto importante, sobre todo al final de la vida de las personas es el plano emocional, trabajando éste desde una perspectiva de las preguntas fundamentales del ser humano y acompañando a la persona en sus últimos momentos.

Cada vez es más común ver tanto en programas de envejecimiento activo, como en residencias de mayores y centros de día, programas de musicoterapia y musicoterapeutas formando parte de los equipos terapéuticos interdisciplinares. Cada vez más geriatras, neurólogos o gerontólogos recomiendan Musicoterapia a pacientes con algún tipo de necesidad o deterioro cognitivo.

Los y las musicoterapeutas nos integramos a los equipos y aportamos un valor diferencial siendo la música, el sonido y las experiencias musicales con sentido nuestras herramientas de trabajo. Planificamos, desarrollamos y evaluamos los tratamientos con Musicoterapia en cada uno de los pacientes o usuarios con los que trabajamos.

El éxito terapéutico de la Musicoterapia reside en la adaptación esa música, por el o la musicoterapeuta, que normalmente realiza la música en directo y la adapta a la funcionalidad a nivel individual en sesiones individuales como en grupos más o menos homogéneos, con unos objetivos terapéuticos previamente diseñados y consensuados por el equipo terapéutico.

Los y las musicoterapeutas fomentamos la cohesión de los equipos interdisciplinares, trabajamos mano a mano con otros profesionales para alcanzar los objetivos planteados previamente con cada persona, a través de una terapia centrada en la persona, en fomentar su autonomía y capacidad de decisión y plenamente humanizadora.

Es una terapia centrada y adaptada a la persona, sus capacidades, sus necesidades y sus preferencias musicales. La música y todas sus expresiones, inherentes al ser humano, a través de la Musicoterapia, pueden ser la respuesta a los retos en el futuro de la salud.

La Musicoterapia ha venido para quedarse y optimizar los recursos humanos y materiales de nuestros sistemas sanitarios y de atención integral de las personas mayores. Una terapia basada en la evidencia científica y la buena praxis. Una terapia creativa y plenamente humanizadora.