Con el objetivo de conocer la realidad del colectivo de personas mayores LGTBI+ en Navarra, la consultora Equala, en colaboración con el Instituto Navarro para la Igualdad y el Gobierno de Navarra, han publicado el informe «Envejecer con orgullo. Estudio sobre las personas mayores LGTBI+ en Navarra».

Este estudio es el primero que se realiza en este ámbito y contextualiza y realiza una aproximación a esta población analizando los principales retos asociados al envejecimiento y proponiendo recomendaciones y líneas de trabajo.

Este documento busca “transversalizar la igualdad efectiva” para lo que se propone visibilizar la pluralidad de formas de envejecer atendiendo específicamente a la situación de las personas mayores LGTBI+, a sus necesidades e inquietudes, y, valorando en qué medida éstas se incorporan en los servicios sociales y sociosanitarios dirigidos a la población mayor.

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Este documento es un aproximación a la situación de las personas mayores LGTBI+ en Navarra

Datos de la encuesta LGTB+ Pride Global Survey realizada con motivo del Día del Orgullo 2021, sitúan en un 4% las personas mayores de 58 años en España que se autodefinen como “no heterosexuales”. En Navarra, las autoras del estudio estiman que la proporción personas de mayores de 55 años con orientación sexual no heterosexual es de entre un 4% y un 5,3%.

A través de este análisis se pone de relieve como los cambios sociales y en los estilos de vida suponen desafíos para las personas mayores, entre los que se menciona:

  • la brecha digital
  • el aislamiento social de los núcleos urbanos
  • las dificultades de acceso a determinados servicios en los núcleos rurales

El estudio pone de relieve la existencia de connotaciones negativas hacia “la vejez” y de situaciones de discriminación por edad (edadismo) que se acentúan en el caso de las personas mayores LGTBI+, a pesar de resultar inapreciable a simple vista. Ello se explica en gran medida a la homogenización de la vejez, entendida como la tendencia a considerar la vejez como un proceso homogéneo vivido con necesidades y demandas similares para el conjunto de personas mayores.

Como indican las autoras de este informe, esta percepción limita la pluralidad de perfiles de personas mayores e invisibiliza las particularidades de este grupo entre las que se encuentran la identidad de género o la orientación sexual.

Tal y como señalan, la “presunción de heterosexualidad en las vejeces”, puede limitar la atención ofrecida a este colectivo en los servicios sociales, sanitarios y sociosanitarios, pues, dejan a merced de la persona usuaria la voluntad de expresar su sentir a este respecto ensombreciendo parte de sus historias de vida.

En este sentido, el informe recalca que “en la actualidad, se busca personalizar la atención, respetando la situación de cada persona que requiere de cuidados. Sin embargo, persiste una deuda a la hora de abordar la diversidad sexual y de género en las generaciones mayores”. Por ello se reitera la necesidad de visibilizar la condición sexual de las personas usuarias de recursos sociosanitarios, ya que contribuye a sensibilizar en la diversidad al resto de personas usuarias favoreciendo una convivencia inclusiva.

La soledad y las relaciones familiares y de apoyo 

Dos elementos que preocupan al colectivo de mayores LGTBI+ son soledad y la falta de relaciones familiares y de apoyo. La falta de pareja o descendencia junto con la escasa red de apoyos familiares conduce a situaciones de soledad no deseada y de incertidumbre sobre quién prestará cuidados a este colectivo.

Por ello, en general, la comunidad es ideada como el espacio preferente para envejecer con la prestación los cuidados propios de este nivel asistencial. “En general, las personas entrevistadas reflejan la necesidad de servicios de proximidad que les permitan mantenerse en sus casas y con su modo de vida”, se destaca en este informe.

Otro aspecto abordado en este estudio de Equala es la vivienda. Si bien la mayoría de las personas entrevistadas es propietaria de su vivienda habitual, su deseo es mantenerse en esta el mayor tiempo posible y evitar el traslado a un centro residencial. En general, las residencias son percibidas negativamente como espacios deshumanizados, masificados y donde la diversidad no está presente.

Frente a esta opción, las viviendas cooperativas o viviendas colaborativas (cohousing o coliving), se presentan como una alternativa atractiva para el colectivo estudiado si bien su principal obstáculo es económico. La opción de viviendas exclusivas LGTBI+ no es una prioridad para las personas entrevistadas, favorables a la normalización del colectivo dentro del espacio residencial en el que habiten.

Entre las conclusiones del estudio se citan un conjunto de recomendaciones que, entre otras, pasan por:

  • aplicar acciones que favorezcan a la heterogeneidad de “vejeces”
  • realizar un abordaje integral y transversal en las intervenciones considerando todas las esferas de su historia de vida (familiar, ideológica, religiosa, orientación sexual, etc.)
  • favorecer un entorno facilitador y amable para la formulación de sus necesidades

La libre expresión de sus deseos, voluntades y emociones pasa también por erradicar los prejuicios hacia el colectivo de mayores LGTBI+ de cara a garantizar un enfoque plural en los servicios públicos y evitar el aislamiento, concluye el el informe «Envejecer con orgullo. Estudio sobre las personas mayores LGTBI+ en Navarra». Las personas interesadas pueden acceder al mismo aquí.