El síndrome del ojo seco es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que produce molestias, problemas visuales y, en algunos casos, lesiones en la córnea y la conjuntiva. Su prevalencia está en aumento: su incidencia crece alrededor de un 15% cada año en las consultas de oftalmología, según los expertos de la clínica IMO Grupo Miranza Barcelona.

Actualmente se estima que el ojo seco afecta a 5 millones de españoles (el 11% de la población). Tal y como apunta el Dr. José Luis Güell, experto en cirugía corneal de IMO Grupo Miranza y expresidente de EUCORNEA, “hemos experimentado un aumento del número de casos de ojo seco en nuestras consultas, especialmente, tras la pandemia”.

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El Dr. José Luis Güell advierte del aumento del número de casos de ojo seco, especialmente tras la pandemia

“El uso cada vez más habitual de pantallas hace que parpadeemos menos, aumentando la sequedad ocular porque la lágrima no se distribuye bien en la superficie del ojo. También influyen determinados hábitos de vida, como el tabaco (incluyendo al fumador pasivo) o la exposición a ambientes secos (aires acondicionados y calefacciones)”, señala este experto

La edad es otro factor determinante, ya que se estima que a los 70 años prácticamente toda la población lo padece, por lo que el aumento de la esperanza de vida influye también en el incremento anual de consultas por este síndrome.

“También cierto tipo de medicación, como los fármacos antidepresivos o antipsicóticos, así como algunas enfermedades, básicamente autoinmunes, también actúan como desencadenantes del ojo seco, al alterar el funcionamiento de las glándulas de Meibomio, responsables de aportar lípidos a la lágrima”, explica el experto en cirugía corneal de IMO Grupo Miranza

Asimismo, el Dr. Güell también recalca que es muy importante no confundir la enfermedad del ojo seco con la sequedad ocular, que suele ser el primer síntoma de esta patología y de otras enfermedades asociadas, como la blefaritis, una inflamación del borde del párpado.

Sin el tratamiento adecuado, todas ellas pueden llegar a desencadenar patologías graves, como úlceras corneales, y poner en riesgo la vista. Por ello, “es muy importante, ante cualquier síntoma o molestia, visitar al oftalmólogo para descartar o diagnosticar a tiempo un ojo seco y, en ese caso, prescribir un tratamiento eficaz y personalizado para cada paciente”, concluye el Dr. Güell.