Un artículo de las Dras. Consuelo Martínez y Pilar Sanz,
de la Unidad de Diagnóstico de Ace Alzheimer Center Barcelona
El deterioro cognitivo es un motivo de consulta muy frecuente en geriatría, pero normalmente se suele confundir con demencia. Hablamos de deterioro cognitivo leve cuando hay quejas y fallos objetivos en la memoria, la atención, el lenguaje o las funciones ejecutivas, pero la persona mantiene su autonomía.
En la demencia, en cambio, hay pérdida de independencia a la hora de ejecutar tareas como gestionar el dinero, tomar la medicación o hacer la compra. Distinguir entre ambas situaciones, y diferenciar el deterioro de cuadros agudos como el delirium, permite actuar a tiempo, reducir riesgos y ajustar el plan de cuidados a las necesidades de la persona.

No obstante, existen señales de alerta que conviene detectar en todo momento para valorar el estado del deterioro cognitivo:
- Olvidos que interfieren con la vida diaria.
- Desorientación en tiempo o lugar.
- Dificultad para manejar medicación o finanzas.
- Cambios de conducta.
- Apatía o lentitud en el pensamiento.
Detección del deterioro cognitivo en fases tempranas
En la consulta, las pruebas de cribado como test MMSE o MoCA ofrecen un resultado preliminar respecto al grado de deterioro cognitivo. Además, la entrevista con familiares o cuidadores mide el impacto funcional de la persona afectada.
Cabe destacar también que es clave revisar la visión, audición, estado de ánimo, dolor, sueño, nutrición y factores sociales, ya que todo esto influye en el rendimiento cognitivo y en la adherencia al tratamiento.
Es importante descartar causas potencialmente reversibles como depresión mayor, hipotiroidismo, déficits de vitamina B12 o folato, hiponatremia, insuficiencia renal o hepática, apnea del sueño, consumo de alcohol, hipoacusia no tratada e infecciones. También revisar fármacos con carga anticolinérgica o efecto sedante, como benzodiacepinas, antihistamínicos u opioides pueden repercutir de forma directa en el deterioro cognitivo.
La anamnesis, es decir, la recopilación de información sobre la historia clínica, hábitos y antecedentes de un paciente mediante la entrevista médica, y la exploración física, junto a una analítica básica y un estudio de neuroimagen, son indispensables para un abordaje inicial, aportando mayor precisión en la valoración neuropsicológica de la persona afectada.
VGI como técnica de diagnóstico temprano
La Valoración Geriátrica Integral (VGI) es la evaluación completa del estado de salud físico, mental y social de una persona mayor para planificar sus cuidados. Es un proceso que integra la parte clínica, funcional, cognitivo-emocional y social, y convierte los hallazgos en objetivos claros. En el deterioro cognitivo, la VGI ayuda a estimar factores como:
- La fragilidad y el riesgo de caídas.
- Los apoyos y carga del cuidador.
- Las barreras en el domicilio y en el acceso a recursos.
- Las decisiones sobre seguridad en el hogar, ayudas técnicas y seguimiento.
Por lo tanto, la VGI tiene más valor cuando incorpora las preferencias y prioridades de la persona y su familia.
Además, la polifarmacia (uso simultáneo de varios medicamentos por una misma persona) es un factor clave que puede empeorar la cognición. Conviene revisar periódicamente toda la medicación, incluida la de venta libre y la fitoterapia, con el fin de buscar duplicidades, interacciones y fármacos potencialmente inapropiados. La prescripción centrada en la persona implica acordar objetivos concretos, tales como preservar la autonomía, reducir los síntomas o prevenir ingresos o recaídas. También hay casos en los que cabe valorar retirar la medicación cuando el daño probable supera el beneficio obtenido.
En algunas demencias, fármacos como los inhibidores de acetilcolinesterasa (IACE) o la memantina pueden ser útiles según el diagnóstico y la tolerancia del paciente. Ante cualquier duda, siempre hay que consultar con un profesional y recibir el asesoramiento adecuado.
Otras formas de reducción del deterioro cognitivo
Las intervenciones no farmacológicas son el otro pilar en la reducción del deterioro cognitivo. Destacamos:
- El ejercicio aeróbico y de fuerza adaptado.
- El entrenamiento de equilibrio y marcha.
- La estimulación cognitiva y ocupacional con sentido personal.
- La corrección de hipoacusia y la optimización visual.
- El tratamiento del insomnio y la depresión.
- La dieta mediterránea e hidratación adecuada.
- La promoción de relaciones sociales.
El objetivo fundamental es frenar dicho deterioro cognitivo, reducir los síntomas e intentar mantener las capacidades de la persona afectada antes de encontrarse en este estado.
La coordinación de todos estos factores y técnicas de prevención debe estar principalmente liderada por el equipo de atención primaria, con derivaciones selectivas cuando aporten valor claro. Educar a la familia en el manejo de conductas y seguridad doméstica y facilitar recursos asumibles reduce la sobrecarga del cuidador y puede mejorar los resultados de la persona afectada.
En resumen, tratar el deterioro cognitivo exige más que pruebas y etiquetas: exige separar las causas reversibles de la VGI y usarlas como brújula para tomar decisiones centradas en la persona, priorizando su dignidad, seguridad y calidad de vida el mayor tiempo posible.
- Livingston G, Huntley J, Sommerlad A, et al. Dementia prevention, intervention, and care: 2024 report of the Lancet standing Commission. Lancet. 2024;404(10452):572-628. doi:10.1016/S0140-6736(24)01296-0. Disponible en: Lancet/PubMed.
- Lin FR, Pike JR, Albert MS, et al.; ACHIEVE Collaborative Research Group. Hearing intervention vs health education to reduce cognitive decline (ACHIEVE): multicentre RCT. Lancet. 2023 Sep 2;402(10404):786-797. doi:10.1016/S0140-6736(23)01406-X. Disponible en: PubMed.
- Ellis G, Gardner M, Tsiachristas A, et al. Comprehensive geriatric assessment for older adults admitted to hospital. Cochrane Database Syst Rev. 2017;9(9):CD006211. doi:10.1002/14651858.CD006211.pub3. Disponible en: Cochrane/PubMed.
- Nasreddine ZS, Phillips NA, Bédirian V, et al. The Montreal Cognitive Assessment (MoCA): a brief screening tool for MCI. J Am Geriatr Soc. 2005;53(4):695-699. doi:10.1111/j.1532-5415.2005.53221.x. Disponible en: Wiley/PubMed.
- Folstein MF, Folstein SE, McHugh PR. “Mini-Mental State” (MMSE): practical method for grading cognitive state. J Psychiatr Res. 1975;12(3):189-198. doi:10.1016/0022-3956(75)90026-6. Disponible en: PubMed/ScienceDirect.